1. La lucha por vacunar a todo el pueblo
En el mundo la pandemia sigue causando estragos. Ya han cursado la enfermedad más de 170 millones de personas y hubo más de 3,5 millones de fallecidos.
La Argentina vive su peor momento: picos de 41.080 casos y 551 muertos. Los casos suman 3.781.784 personas, se recuperaron 3.350.602 y fallecieron 78.093 al 1/6. Hay 17 provincias y la CABA que tienen sus terapias intensivas al borde del colapso o colapsadas. Faltan respiradores, se suman camas de terapia pero no se incorpora personal para atenderlo.
Cuando enfermeras y médicos se contagian no hay reemplazos. Esto ha llevado a un gran agotamiento del personal sanitario.
Es un momento difícil y con la llegada del invierno se puede agravar la situación. Salimos de 9 días de restricciones de circulación. Ahora el gobierno volvió a la fase anterior y planifica vacunar antes de la llegada del frío. La semana pasada llegaron 2.785.200 de dosis. Este lunes llegaron 2.148.600 dosis de AstraZeneca, que se suman a las 843.600 dosis llegadas en la semana pasada. El contrato fue de 22 millones de dosis a entregar desde marzo a junio. No cumplió.
El total de todas las vacunas es de más de 17 millones de dosis y se aplicaron 12.257.297 al 1/6. Hay un nuevo acuerdo con China por la llegada de 6 millones de dosis de Sinopharm entre junio y julio. Hay negociaciones con Cuba. También con el laboratorio chino CanSinoBio. Están los proyectos para producir las vacunas Sputnik V (Rusia) y Sinopharm. Avanza una vacuna de científicos argentinos y brasileños que inicia su prueba en humanos. Y se van dando pasos para producir la vacuna nacional. Frente a las espureas negociaciones con las que nos chantajean los imperialismos, es necesario resolver nuestra soberanía sanitaria.
La pelea contra la pandemia enfrenta poderosos intereses económicos. La negativa del gobierno argentino de organizar la Copa América por la situación sanitaria llevó a la Conmebol a trasladarla a Brasil. Así Bolsonaro y los monopolios que lucran a través del fútbol demuestran una vez más lo poco que les importa la gente.
El protagonismo del pueblo sigue siendo fundamental frente a la pandemia y el hambre. Las medidas del gobierno no alcanzan frente a la emergencia sanitaria y social. Es lenta la vacunación en muchos lugares. Siguiendo el ejemplo de las brigadas de jóvenes estudiantes de medicina y enfermería, es necesario profundizar la lucha en los comités de crisis y en cada lugar para seguir sumando a los miles que ya están en condiciones de ser vacunadores.
2. Avanzan las luchas de las masas
Ante el aumento de contagios del Covid-19 en las fábricas de la alimentación, las patronales quieren imponer salarios por debajo de la inflación. Frente a esa situación la Federación de la Alimentación convocó a asambleas en las plantas de todo el país para garantizar paros de 2 horas por turno. Los trabajadores de Acindar reclaman vacunas para todos y mejoras en las condiciones sanitarias. Siguen las luchas de los trabajadores de la salud en varias provincias.
Desde la Posta Sanitaria impulsada por la CCC, con una gran participación de los vecinos del barrio Las Margaritas de Melchor Romero (La Plata), las promotoras de salud en coordinación con las brigadas de estudiantes de Ciencias Médicas realizaron una jornada de salud popular con controles sanitarios sobre enfermedades y la situación de los niños. Con el hambre que baja las defensas en medio de la pandemia, pelean por su derecho a la salud y la alimentación.
La Federación Nacional Campesina denuncia el aumento de los contagios y el crecimiento del hambre. En las zonas agrarias se vive una situación de emergencia en la que el gobierno no ha tomado ninguna medida. Las mujeres sufren el aumento de casos de violencia y si abandonan las quintas no tienen adónde ir. Los jóvenes campesinos avanzan en su organización frente a la falta de trabajo. La FNC junto a otras organizaciones campesinas, preparan una jornada nacional de lucha el 26 de junio.
El 23/5 se recordó el histórico corte de 18 días de La Matanza del 2001, que le torció el brazo al gobierno entreguista de De la Rúa y fue abriendo camino hacia el Argentinazo de diciembre del 2001. El 25/5 el movimiento Pirca realizó una jornada cultural y científica en defensa de la soberanía nacional. El 29/5 se realizaron actividades en varias provincias y zonas del país recordando el histórico Cordobazo, que derrotó a la represión, volteó al gobernador, hirió de muerte a la dictadura de Onganía y bocetó el camino insurreccional.
3. El macrismo trabaja para embarrar la cancha
Mientras crecía el hambre, la desocupación, la inflación hachaba los salarios, asignaciones sociales, jubilaciones y pensiones, y endeudaba el país hasta por 100 años, Macri, entonces presidente, le confesó a Juana Viale que “a las 8 de la noche me olvidaba, cerraba todo y ponía Netflix”. Se puso en “víctima” hablando de 10 toneladas de piedra que se habrían tirado en el enfrentamiento popular que peleó para impedir el hachazo a las jubilaciones y pensiones y frenó el proyecto de “reforma laboral”. Un reaccionario y un cínico, típico de la oligarquía financiera.
Patricia Bullrich criticó la condena a dos años de prisión en suspenso al policía asesino Chocobar, dijo que “tendría que ser condecorado”. En el mismo sentido se manifestó el presidente de la UCR, Alfredo Cornejo.
Hasta el miércoles 3/6 sigue el paro de sectores agrarios, impulsado por la oligarquía vacuna y los frigoríficos exportadores, que han impuesto el precio internacional de la carne en el mercado interno.
Salió a la calle el grupo ultra reaccionario llamado “Médicos por la Verdad”, que tiene pocos médicos y nada de verdad. Niegan la pandemia, están contra el uso del barbijo y hasta de las vacunas. La movilización fue minúscula en participantes pero simultánea en varias grandes ciudades. Militan en las redes sociales. ¿Tendrá algo que ver el poderoso aparato en las redes que armó Macri?
Las poderosas fuerzas que están atrás de Macri, Bullrich, Pichetto, etc., de la mano de Clarín y La Nación, siguen en su campaña para esmerilar al gobierno. Ellos, que negaron la pandemia, que hicieron movilizaciones contra las cuarentenas y las vacunas, que llegaron a denunciar penalmente al presidente por envenenamiento cuando llegó la vacuna Sputnik-V, ahora reclaman por la falta de vacunas.
Operan como verdaderos agentes de negocios del laboratorio yanqui Pfizer al punto de que Patricia Bullrich dijo que había que ofrecerles Las Malvinas.
Esa política es criminal, cuando estamos cerca del invierno con el peligro de empeoramiento de la pandemia. Pretenden así demostrar que hay “desgobierno” y ganar terreno para las próximas elecciones. No los subestimemos.
4. La disputa imperialista y la rebeldía popular
En la disputa imperialista con la mal llamada “diplomacia de las vacunas”, entre Estados Unidos e Inglaterra por un lado, y China y Rusia por el otro, los imperialismos chino y ruso le sacaron ventaja a sus rivales, sobre todo en América Latina, aprovechando la política de Trump “primero Estados Unidos”, y también “primero el Reino Unido y sus aliados”.
El acuerdo de AstraZeneca/Oxford, con la Argentina, y también con Europa continental, de aportar decenas de millones de dosis rápidamente, de hecho fue una “zanahoria” seguida de sucesivas postergaciones a la entrega de vacunas, hasta que la Unión Europea “se adueñó” de las vacunas y el gobierno argentino salió a buscar acuerdos con Rusia y China.
Ahora, con Biden presidente, los yanquis buscan recuperar terreno en América Latina. Acapararon 80 millones de vacunas, la mayor parte de AstraZeneca/Oxford; entre ellas las que tenían que llegar a Argentina y ahora las “ofrecen” al mundo.
Está claro que esto nunca es gratis. La negociación con la Argentina arrancó con la visita del almirante Craig Faller, jefe del Comando Sur de los Estados Unidos de las Fuerzas Armadas, en representación del Departamento de Defensa norteamericano, que vino a plantear que China busca el dominio global y desde allí la preocupación por el avance de los chinos en nuestro país.
La entrega de las vacunas no se puede entender si no se parte de la base de que los acuerdos sanitarios de los imperialismos yanqui, inglés, chino o ruso, con los países dependientes como el nuestro, están atados a concesiones estratégicas que agravan la dependencia.
Como se ha conocido a través de un estudio de 100 contratos en América Latina, 10 de ellos con la Argentina, los contratos con China tienen cláusulas que prohíben revelar artículos claves del texto, y en algunos casos, hasta impiden revelar la existencia del acuerdo.
La consecuencia de estas políticas ha alarmado a las potencias imperialistas. El agravamiento de la dependencia, en medio de las crisis sanitaria, social, financiera y económica, están provocando rebeliones populares, sobre todo en América Latina, como la que protagoniza el pueblo colombiano, que lleva más de un mes de paro nacional, con luchas en las calles, enfrentando una gran represión que lleva 71 muertos, centenares de detenidos y desaparecidos y miles de heridos. También el proceso de masas abierto en Chile que llevó a la derrota electoral de la derecha gobernante en la constituyente y en Perú, donde hay elecciones este 6 de junio. Además el retroceso de las derechas en Argentina y Bolivia y el fracaso de Bolsonaro en Brasil, muestra el avance de la rebeldía popular. Tan fuerte es la alarma, que ahora el FMI habla de crear un fondo de 50.000 millones de dólares para apagar incendios o, si pueden, evitarlos.
5. La lucha para abrir un camino liberador
El macrismo y las fuerzas que están atrás embarran la cancha en su campaña destituyente. Para ellos cuánto peor se llegue a las elecciones, mejor para sus planes. El paro de los grandes terratenientes y grandes frigoríficos fue un paso en esa dirección. Quieren arrastrar al conjunto del campo, como con la Circular 125, aprovechando que el gobierno no abre la mano a las urgencias de los obreros rurales, los campesinos y los chacareros.
El impuesto a las grandes fortunas fue un paso positivo, la investigación de la timba financiera de Macri y sus amigos fue otro hecho positivo. Pero el proyecto de ley de Tierra, Techo y Trabajo y otros que aportan en la misma dirección están cajoneados en el Congreso. La crisis la sigue pagando el pueblo.
En difíciles condiciones, el pueblo sigue protagonizando la lucha. Crece la discusión en las masas, la organización y las iniciativas de lucha para que la crisis la paguen los que juntaron y juntan la plata en pala.
Sigue avanzando el justo reclamo para acabar con el saqueo y la corrupción de las riquezas nacionales que sangran por las riberas del Paraná, y por recuperar la soberanía sobre nuestros ríos, mares, puertos, comercio exterior, la industria naval, la red ferroviaria, etc.
Luchamos para abrir un camino para que la tierra sea del que la trabaja, recuperar la soberanía energética, del litio, del petróleo y otros minerales para su elaboración por la industria nacional.
Seguimos impulsando el debate en las masas para que protagonicen la lucha por suspender el pago de la deuda, investigarla, no pagar la que es odiosa y fraudulenta, recuperar los fondos saqueados y castigar a los responsables.
El PCR y su JCR estamos a la cabeza de las luchas, nos sumergimos en el debate que hay en las masas, para que el pueblo protagonice la lucha que abra el camino revolucionario. Con nuestra línea hemos avanzado y nos preparamos para una gran campaña financiera, porque nos sostenemos principalmente con el aporte de nuestros compañeros y de las masas populares.
Seguimos en el Frente de Todos, con nuestras posiciones, uniendo fuerzas con los Cayetanos y otras organizaciones populares y patrióticas. Ofrecemos la afiliación a miles que buscan un puesto de lucha, que discuten en los organismos de afiliados y en círculos de lectores el camino para dar vuelta el viento a favor del pueblo y de la patria. Aprovechamos las peleas entre los de arriba para que avance la lucha popular, pero firmes en el legado de Belgrano: Ni amo viejo ni amo nuevo. Ningún amo.
Escriben Jacinto Roldán y Ricardo Fierro
Foto: Trabajadoras y trabajadores de la salud de Neuquén siguen la pelea por sus derechos y por la salud pública.
