Medidas de emergencia ante el colapso sanitario
En octubre del año pasado India y Sudáfrica solicitaron a la Organización Mundial del Comercio (OMC) la suspensión de las patentes para las vacunas contra COVID 19. Esta propuesta fue creciendo en apoyo, en principio entre los países oprimidos por el imperialismo. Sin embargo, en los últimos meses, sumaron el apoyo grandes potencias como EEUU, Rusia y China. El 8 y 9 de junio el Consejo General de la OMC discutirá una nueva propuesta patrocinada por 60 países que han solicitado la suspensión de las patentes de vacunas, medicamentos y materiales sanitarios necesarios para hacer frente a la pandemia del coronavirus por tres años. El documento ya ha sido entregado a los países miembros y fue discutido en la primera reunión el 31 de mayo. La Unión Europea estaría dispuesta a discutir la liberación de las patentes.
La mayoría de las investigaciones y desarrollo de vacunas contra COVID fueron financiadas con dinero público, pero se sigue protegiendo un sistema de propiedad intelectual que protege a las grandes potencias y sus compañías de la industria farmacéutica, priorizando nuevamente las ganancias por sobre la vida de millones de personas. Este sistema, podrido y obsoleto, limita la producción y el acceso a lo que el mundo entero necesita para parar esta pandemia.
¡Es necesaria una gran propaganda internacional antiimperialista para terminar con el sistema de patentes!
En Argentina, el gobierno nacional apoya esta solicitud, marcando el rumbo, y en este contexto ha tenido una amplia política para conseguir vacunas.
Se avanzó en vacunar a la población de riesgo según los criterios de la primera oleada. Las diferentes mutaciones del virus y la protección que brindaron las vacunas aplicadas, hicieron que esta situación cambie. Ahora se ven afectadas personas de diferentes edades, con o sin factores de riesgo.
Avanza la disponibilidad de vacunas, y se abre una nueva discusión sobre qué sectores a priorizar en camino a lograr la protección de toda la población. Es imperioso que en esta nueva etapa se priorice a las y los trabajadores, a la clase obrera, que se ve obligada a la exposición por asistir a los lugares de trabajo desde los inicios de la pandemia, a las personas que viven por debajo del nivel de pobreza o indigencia y a quienes están al frente de comedores y merenderos desde el inicio de la emergencia sanitaria y las restricciones. Son quienes más se ven perjudicados en esta pandemia por las inequidades en el acceso a la atención en salud.
La provincia de Neuquén está viviendo uno de sus peores momentos, junto al resto del país. El Gobernador Omar Gutiérrez y la Ministra Peve intentan tapar con la campaña de vacunación las atrocidades que se enfrentan en cada uno de los hospitales de esta provincia tan rica. Esperaron recién que Nación tome las medidas de confinamiento para hacerlo en la región, retrasando la política preventiva necesaria para evitar los contagios y las muertes, que se precipitaron en estas últimas semanas, por miedo a los costos que podría implicar el confinamiento. Los resultados que se empiezan a ver al final de esta semana en la disminución de la velocidad de contagios dan cuenta de la importancia de la misma. Su política de sobreexplotación de las y los trabajadores de salud, y su ninguneo en la histórica lucha que llevamos adelante, dejó en peores condiciones al sistema sanitario en relación al año pasado. Esto se expresa en la renuncia de personal calificado como terapistas, emergentólogas/os, médicas y médicos clínicos, enfermeras, enfermeros, en hospitales desbordados, atendiendo personas en los pasillos, y en la inoperancia de no prever hospitales de campaña con capacidad en oxígeno para abastecer la demanda de tan grave situación. El “Espacio DUAM” no da abasto por la escasa cantidad de bocas de oxígeno prevista y deja al descubierto las muertes evitables por no tener acceso a un sistema de salud que fue ejemplo a nivel nacional. Denunciamos esta situación que pretenden naturalizar, a la que nos enfrentamos a diario las y los trabajadores y le exigimos al Gobierno la incorporación de profesionales, el cuidado de quienes aún siguen en sus puestos y la inmediata apertura de más camas y bocas de oxígeno para dar respuesta y acompañamiento a nuestra comunidad.
A su vez entendemos que es necesario para resolver la batalla contra el COVID, seguir luchando para garantizar nuestra soberanía sanitaria, avanzando en producir una vacuna nacional, para evitar el chantaje imperialista.
