Como anunciamos en el hoy 1866, el 29 de mayo se realizaron en todo Brasil inmensas marchas de repudio a las políticas de Bolsonaro. La consigna más escuchada fue: ¡Fuera Bolsonaro! Y el reclamo de que sea sometido a un juicio político.
Una de las reglas de los convocantes fue usar barbijos (Bolsonaro no los usa) y mantener la distancia entre los participantes. Esto último difícil de cumplir especialmente por lo inmenso de las convocatorias, como las de la avenida Paulista, en San Pablo. Solo en Recife fue reprimida la manifestación, una demostración de la influencia de Bolsonaro en las fuerzas de seguridad. Hasta ahora las principales manifestaciones eran realizadas por partidarios de Bolsonaro, en muchos casos encabezadas por él, y contra las medidas de confinamiento.
Guilherme Castro Boulos, de la Coordinación Nacional del Movimiento de Trabajadores Sin Techo fue uno de los impulsores de las manifestaciones y dijo que luchar para acabar con el genocidio es también un “servicio esencial”.
En el proceso de preparación previa se realizó una reunión de algunas agrupaciones de izquierda. Leonardo Pericles, presidente del partido Unidad Popular, habló sobre el colapso del sistema de salud, la crisis económica y social que padece el pueblo. Otros participantes advirtieron sobre la posibilidad de la preparación de una dictadura militar. Efectivamente Bolsonaro nombró como secretario de Estudios Estratégicos al general en actividad Eduardo Pazuello, quien debe ser sancionado por haber violado la ley militar por participar hace dos semanas en actos proselitistas, en los que Bolsonaro suele ir en moto, con la militancia de ultraderecha. Pazuello fue ministro de Salud y responsable de la falta de oxígeno en el Amazonas, lo que provocó decenas de enfermos de Covid muertos por asfixia.
La Copa América
A pocos días de las manifestaciones Bolsonaro hizo un discurso por cadena nacional para hablar contra la cuarentena y realizar distintos anuncios, entre ellos la realización de la Copa América en Brasil. Inmediatamente hubo un inmenso cacerolazo en las principales ciudades. Esto fue justo cuando se registraron 95.000 contagiados en un día.
Integrantes de comités científicos consideran que la celebración de la Copa América puede ser “la gota que derrame el vaso” para que haya una tercera ola de casos y muertes por Covid y hubo llamados para boicotear el evento.
Hoy N° 1867 09/06/2021