1. Sigue la lucha por la vacunación para todas y todos
La pandemia sigue castigando duramente al pueblo. Hay una pequeña reducción de los contagios y los fallecimientos. Pero todavía estamos en una cantidad de casos muy alta.
En nuestro país al 22/6 hay 4.277.395 contagiados, 3.910.835 se recuperaron y 89.490 han fallecido por Covid-19. Según el Ministerio de Salud los mayores contagios son entre 20 y 50 años.
La experiencia internacional muestra que no se puede bajar la guardia. La aparición de nuevas cepas más contagiosas y letales, como la variante Delta, hace que países como Inglaterra, que han vacunado masivamente, hayan vuelto a tener 11 mil casos por día y hablen de una tercera ola.
A la Argentina ya llegaron más de 20 millones de vacunas (20.677.145), y se aplicaron más de 18 millones de dosis (18.014.829). En esta semana ingresan más de 4 millones de dosis, 2 millones de Sinopharm y 2,3 millones de AstraZeneca.
El laboratorio Richmond produjo 450.000 dosis de la vacuna rusa Sputnik V, las están controlando las organizaciones sanitarias como paso final para su aplicación. El compromiso es producir medio millón de dosis por semana. Se sigue trabajando para una vacuna nacional.
La lucha por la vacunación de todo el pueblo sigue siendo el gran desafío. Reivindicamos el trabajo que se está haciendo donde existen los comités de crisis, las y los promotores de salud y demás organizaciones sociales, sindicales y populares.
2. ¿Quién paga la crisis?
Luchamos para que la inflación galopante no siga hachando los salarios, las jubilaciones, los planes sociales, y los fondos para las emergencias de las mujeres, los jóvenes, los campesinos y los originarios. También, para que en las fábricas, los barrios y las zonas agrarias se vacune ya a los que están en la primera línea enfrentando a la pandemia.
En los comedores de los barrios aumenta día a día la demanda de familias que no tienen para comer. Es necesario que más alimentos lleguen a esos comedores populares y volver a medidas como el IFE, para que llegue a todos los que lo necesitan.
El gobierno anuncia un bono aguinaldo para jubilados y planes sociales. Para enfrentar las emergencias es necesario conquistar con la lucha que priorice destinar los fondos necesarios.
Las campesinas y los campesinos son los que producen alimentos en la cantidad y la calidad que el pueblo necesita. Esos alimentos llegan a las góndolas a un precio diez o más veces más caro que lo que se les paga a los que lo producen. Así, miles de pequeños y medianos productores no pueden comprar ni semillas para volver a sembrar.
El miércoles 23 de junio, la Federación Nacional Campesina marcha a una jornada nacional de protesta. Reclaman la vacunación para las y los campesinos, un aporte de emergencia para la agricultura familiar, la entrega de tierras fiscales y mal habidas, insumos y créditos accesibles para su producción. La jornada tiene el apoyo solidario de la CCC, los Cayetanos y organizaciones sociales, gremiales y populares.
Los camioneros acordaron un 45% de aumento de sus salarios en tres cuotas, con una cláusula de revisión en febrero si la inflación supera lo pactado. También conquistaron vacunas. En Tucumán bloquean las plantas de acopio de soja. Sigue la lucha salarial y sanitaria de las y los obreros de la alimentación. Los trabajadores de la Anses conquistaron 45,5%, y los del PAMI 43% y un bono de $20.000.
La multinacional mexicana Bimbo cerró su planta en San Fernando dejando 300 trabajadores en la calle. Son los mismos trabajadores a los cuales la empresa obligó a exponerse al virus desde hace más de un año con el argumento de ser “esenciales” y ahora los trata como “descartables”. Urge la solidaridad con estos compañeros y la lucha para que el gobierno no se haga el distraído con esta multinacional que se llenó los bolsillos con el trabajo argentino.
La CCC y los Cayetanos luchan por alimentos, trabajo, planes, salarios justos y la vacunación de los que están en la primera línea en cada barrio. Los jubilados del MIJP-CCC protestan contra el “ajuste” de la mínima. Sigue la lucha de las mujeres contra la violencia que sufren. Pelean los jóvenes avanzando en su organización con el Movimiento Ni Un Pibe Menos por la Droga.
3. Los reaccionarios operan para dividir
Macri se sinceró, dijo que el Covid-19 era “una gripe un poquito más grave”. Se burla del dolor por más de 80 mil argentinos muertos, y de los miles de trabajadores, campesinos y pequeños comerciantes que quedaron en la ruina por el agravamiento de la crisis que trajo la pandemia. Este discurso lo copió de Bolsonaro que, con esa política, permitió la muerte de 500.000 brasileños y dos millones y medio de contagios. El pueblo brasileño se rebela en las calles contra esa política genocida. El 19/6 hubo grandes movilizaciones en San Pablo, Brasilia y otras ciudades.
El racismo fascista de Macri, Bullrich y Pichetto contra el presidente electo en Perú, Pedro Castillo, está en sintonía con las intenciones de desconocer este triunfo de un sector importante de las clases dominantes peruanas, como lo expresaron públicamente 300 retirados de las Fuerzas Armadas de ese país. Tanto los macristas en Argentina como lo peor de la derecha peruana, ambos avalados por los Estados Unidos, ocultan que la candidata perdedora, Keiko Fujimori, había anunciado que iba a amnistiar a su padre condenado a prisión por 25 años por corrupción (causa en la que Keiko está imputada y en la que el fiscal le pidió 30 años de cárcel), y por violaciones a los derechos humanos: esterilizó a 230.000 mujeres originarias por la fuerza.
El macrismo sigue su campaña contra las medidas sanitarias y la vacunación, embarran la cancha con escraches, etc. Se preparan para las elecciones y están en una feroz pelea interna por los cargos.
Mientras el pueblo sufre y lucha contra la pandemia, los sectores reaccionarios, alentados por la nueva dirección de la UIA que hegemonizan Techint y sus socios, juegan a dividirlo tanto en las luchas como en el terreno electoral. Tratan de armar un frente más amplio con un nuevo nombre tipo “Unidos por la República”, que les lave la cara, mientras que para adentro están a las piñas por las listas de diputados y senadores de este año, como trampolín para la candidatura a presidente en el 2023.
Así es la “república” que agitan: consolidar el poder en manos de un puñado de monopolios imperialistas, sobre todo yanquis e ingleses, y sus socios nativos.
4. Crece la rebelión de los pueblos y la disputa imperialista
En medio de los sufrimientos de la pandemia y la crisis social y económica, la rebeldía popular crece en América Latina, en las calles y en las urnas. Avanzan los pueblos en Colombia, Perú, Chile, Brasil, la Argentina y otros países.
En el mundo, se reagrupan las potencias imperialistas y se agravan las disputas. El presidente de Estados Unidos, Biden, avanzó en la negociación con sus aliados europeos en el G7 (Alemania, Canadá, Francia, Italia, Japón y el Reino Unido), con la India y otros países asiáticos, con la OTAN (organización militar de 29 países: Alemania, Bélgica, Canadá, Rep. Checa, Croacia, Dinamarca, Estados Unidos, España, Francia, Grecia, Hungría, Islandia, Italia, Noruega, Polonia, Portugal y otros).
Estados Unidos denuncia la represión a los uigures (minoría nacional en China) y en Hong Kong. Plantea que China es “una amenaza militar”. El objetivo de Biden es lograr un gran reagrupamiento liderado por EEUU, poniendo en el blanco al imperialismo chino. Tanto en el G7 como en la OTAN logró los pronunciamientos que quería, considerando a China como una “amenaza sistémica”.
Claro que esto no es tan puro, porque en la mayoría de los países europeos China ha pasado a ser el primer o segundo socio comercial; los negocios que ofrecen los yanquis de la mano de estos acuerdos compiten con “la ruta de la seda”, las necesidades tecnológicas y la red 5G con los que avanza la penetración china.
China reaccionó “con furia”. En su respuesta a través de sus medios oficiales acusó a “Estados Unidos de estar enfermo” y dijo que “su amistad con Rusia es inquebrantable”. Al día siguiente de la cumbre de la OTAN, envió veintiocho aviones de combate a la Zona de Identificación de Defensa Aérea de Taiwán.
El 16 de junio se reunieron Biden y el presidente de Rusia, Putin. Habrían acordado una negociación de seis meses para cuestiones estratégicas: ciberataques, la situación de Ucrania, Irán, Afganistán, Siria, la injerencia rusa en las elecciones de Estados Unidos, el cambio climático, etc.
En ese escenario de reagrupamientos, disputas imperialistas y diplomacia de las vacunas, Rusia quiere vendernos una central atómica flotante y China quiere construir el gasoducto de Vaca Muerta a Brasil. Son 2.400 kilómetros de cañería, ya se firmó con “Power China” un memorándum para estudiar la viabilidad de la construcción, lo que explica el fuerte tono opositor de Techint, que quedaría afuera del negocio.
Hace décadas que los científicos argentinos construyeron el Karem, un pequeño reactor que podía dar energía a una ciudad o ser el motor de un submarino atómico, y también construimos gasoductos. Pero somos un país dependiente y en disputa; donde están todos los imperialismos. Ahora con el coronavirus nos chantajean también con las vacunas mostrando la verdadera cara de Estados Unidos, Rusia y China. Quieren primarizar nuestra industria, que seamos solo proveedores de mercancías primarias y nos endeudemos con obras que podemos hacer nosotros.
5. Aportá a la colecta del PCR y afíliate
Atrás de “Unidos por la República” está el imperialismo yanqui, el inglés y sus socios en la Argentina. El pueblo con su lucha en la calle fue desnudando la política de Macri, que había prometido pobreza cero y el mejor equipo económico, pero profundizó el hambre y la entrega, y nos endeudó con el FMI intentando ganar las elecciones del 2019. Ya sabemos cómo terminamos con esos “salvadores”.
Desde las calles pudimos unirnos en las elecciones en el Frente de Todos y derrotar a Macri. Golpeamos juntos con fuerzas que embellecen al imperialismo chino, lo presentan como “socialista” y “salvador” de la Patria. Pero en China hace décadas que, a la muerte de Mao Tse Tung, se restauró el capitalismo y se convirtió en una potencia imperialista que busca someter a los pueblos. Ya lo vivimos en nuestra historia cuando decían lo mismo del imperialismo ruso, negando que la gloriosa Unión Soviética había cambiado de color y se había convertido en una potencia imperialista.
Para enfrentar a los yanquis y sus socios no es un camino de victoria subordinarnos a otro imperialismo. Frente a los que nos consideran incapaces de conquistar una segunda y definitiva independencia, levantamos bien alto las banderas de los generales Manuel Belgrano y Martín Miguel de Güemes en el aniversario de sus muertes. Recordamos a los patriotas que empuñaron las armas en la Guerra de la Independencia, y lucharon por una Patria que construya su futuro con la tierra, la producción y un Estado en manos del pueblo. Nos trazaron el camino: ¡Ni amo viejo ni amo nuevo, ningún amo!
Soplan vientos a favor de los pueblos de América Latina, en medio de la pandemia, la crisis social y económica.
El PCR/PTP estamos en el Frente de Todos, y llevamos a las masas un documento con las medidas que es necesario conquistar para enfrentar las emergencias que sufre el pueblo. Peleamos para llegar a millones con esa propuesta, metiéndonos en el debate de masas de cómo terminar con tanto sufrimiento popular.
Trabajamos para que esta propuesta ayude a la unidad y el protagonismo del pueblo también en el terreno electoral, acumulando fuerzas para abrir un camino revolucionario.
A esos miles de compañeras y compañeros que en todo el país están protagonizando la lucha para enfrentar las emergencias, a todos ellos, les ofrecemos un puesto de lucha, afiliándose al PCR y su JCR y aportando a la colecta financiera.
Escriben Jacinto Roldán y Ricardo Fierro
