Ya son 13 meses de lucha, con formas de las más diversas: cortes de ruta y marchas en el Puente Rosario-Victoria, unión de las orillas del Paraná en kayak, acampe de 7 días y noches sobre el pavimento del puente en los días más calurosos de diciembre, en busca de una respuesta por parte del Estado ante la falta de medidas de protección y preservación de nuestro ambiente. Ausencia del Estado que llevó incluso a cruzar a ayudar a apagar a baldazos y sin experiencia incendios que se iban a llevar consigo casas de isleñas/os frente a Rosario y San Lorenzo.
El hartazgo, la falta de escucha de quienes son responsables políticos de este ecocidio, la falta de decisiones de los ministerios a cargo, el manoseo de una ley que llega a reglamentar la situación de nuestros humedales, la incompetencia de las fuerzas de seguridad para detener a quienes iniciaron el fuego y la incompetencia del poder judicial para procesar a todos los imputados como Baggio, Aranda, entre tantos terratenientes dueños del fuego nos obligó a marchar hasta el Congreso para exigir el tratamiento de la ley de humedales que hoy se encuentra cajoneada en el congreso.
La travesía partió el 11 de agosto desde Rosario y fue acompañada por diferentes pueblos y ciudades ribereñas del Paraná. Recibían a las y los kayakistas con mucha alegría, comida y presentes para compartir sus luchas. Reservas naturales desmontadas y humedales rellenados para la especulación inmobiliaria; cursos de aguas contaminadas con desechos industriales; incendios para la cría de ganado o para la extensión de la frontera sojera; sobre dragado para que las grandes cerealeras exporten nuestras riquezas; entre otras problemáticas que buscan reparo legal que ampare la lucha.
A lo largo del recorrido se fueron sumando cerca de 50 kayakistas. A la par del grupo “agua”, un gran equipo “tierra” cocinaba, acondicionaba los lugares de acampe, se encargaba de la prensa y la difusión y resolvía diferentes problemáticas. Sin este grupo, sin la designación de tareas y sin la discusión conjunta entre los grupos, la travesía hubiera sido imposible. La organización hace a la lucha.
La camaradería, el ánimo entre compañeras y compañeros, y los emocionantes recibimientos hicieron que la rutina sea placentera. Culminó en una gran marcha federal desde Casa Rosada al Congreso de la Nación.
La importancia de los humedales
Humedales se considera a las áreas que permanecen en condiciones de inundación o con suelo saturado con agua durante períodos considerables de tiempo, donde el agua es el elemento clave que define sus características físicas, vegetales, animales y sus relaciones; actualmente representan el 21% del territorio nacional. Desempeñan funciones tales como el control de inundaciones, reposición de aguas subterráneas, estabilización de costas, protección contra tormentas, retención y exportación de sedimentos y nutrientes, mitigación del cambio climático, depuración de las aguas y reservorio de biodiversidad.
Hoy es innegable que las problemáticas ambientales afectan la vida y la dignidad de nuestros pueblos. Es por eso que la defensa de los humedales es tan importante. No es concebible un modelo de país que subestime o no aborde esta problemática. Los terratenientes, los especuladores inmobiliarios y los imperialismos hoy toman ventaja de que se desestime el impacto ambiental de sus proyectos.
Diques de los lobbys a una marea popular
Aquellos lugares que queremos defender son codiciados por diferentes monopolios, terratenientes e imperialismos. La necesidad de continuar corriendo la frontera de producción sojera para cumplir las exigencias de los imperialismos, que muchas veces sucede sobre humedales o reencauza cursos de agua; la construcción sobre humedales que responde a la especulación inmobiliaria; la extracción de litio y ciertos minerales de salares; el sobre dragado del río Paraná para el ingreso del megabuques; estudios de impacto ambiental laxos que permiten desechar efluentes a nuestros ríos; son algunos de los negociados que afectan nuestros humedales. Hace unos meses, con la cotización en la bolsa de Wall Street del agua potable, deja a las claras la especulación sobre nuestros humedales.
Así se comprende el lobby que los sectores inmobiliario, sojero, ganadero y minero hacen contra una ley necesaria para la dignidad de nuestro pueblo. Necesitamos que se trate el proyecto sin que se realicen modificaciones para que la defensa de nuestros humedales sea una realidad. Hoy estamos a menos de 200 días de que pierda estado parlamentario y haya que volver a empezar. Pero es innegable que cada vez somos más y cada vez estamos más organizada/os para poner todas nuestras fuerzas para que sea ley.
Corresponsal
Hoy N° 1878 25/08/2021
