Afganistán, durante su historia, siempre fue disputado e invadido por diferentes potencias. Durante el siglo 19, el territorio afgano fue invadido en distintas oportunidades por el colonialismo inglés, en disputa con la Rusia zarista, lo que provocó distintas rebeliones y la derrota inglesa, que reconoció la independencia definitiva del país en 1919.
Entre diciembre de 1979 y febrero de 1989 el ejército de la URSS intervino militarmente en el país para apoyar un gobierno afín, contra grupos muyaidines que fueron apoyados con armas y dinero por EEUU, Pakistán, Irán y Arabia Saudita entre otros. Los soviéticos se retiraron derrotados en 1989. En esta guerra jugarían un importantísimo papel los maoístas que formaron sus propios batallones armados y se unieron a la lucha de liberación nacional.
En 1992 se estableció el Estado Islámico de Afganistán En octubre de 2001, después del ataque a las Torres Gemelas, EEUU invadió Afganistán con un importante apoyo de Gran Bretaña para exigir la entrega de Osama Bin Laden. Luego otros países de la OTAN, hasta 42, se unieron a esa invasión, algunos simbólicamente hasta la decisión actual de retirarse.
Esta última invasión al país dirigida por EEUU ha costado más de un billón de dólares, han muerto más de 110.000 civiles afganos, 60.000 miembros de las fuerzas de seguridad, 2.300 militares yanquis más 450 de otros países participantes de la coalición. La retirada de tropas se inició en mayo de este año como final de un proceso de negociación que comenzó Trump.
Ahora, Biden y los aliados de la OTAN y otros mastican una nueva derrota de su política militarista y expansionista. El presidente de EE UU justifica la salida de Afganistán: “Las tropas de EEUU no iban a librar una guerra que las propias fuerzas afganas no estaban dispuestas a luchar”.
En conferencia de prensa Biden ratificó: “No lamento mi decisión de poner fin a la presencia estadounidense en Afganistán. Yo no le voy a pedir a nuestras tropas que peleen indefinidamente en la guerra civil de otro país. Y remarcó que las fuerzas militares solo actuarán si los talibanes se entrometen en nuestra operación de rescate. En este caso la respuesta será enérgica e inmediata. Defenderemos a nuestra gente con fuerza devastadora”. Por otra parte reconoció que la caída de la capital, Kabul, “se dio más rápido que lo esperado”.
El corrupto presidente títere afgano, Ashraf Ghani, huyo rápidamente. Según la embajada rusa en Kabul se escapó con cuatro autos y un helicóptero repletos de dinero.
Inmediatamente hubo reuniones entre el secretario de estado norteamericano, Blinken y su par ruso, Lavrov. Acordaron continuar con consultas con China, Pakistán y otros países interesados y la ONU. El secretario de esta, Gutiérrez, ha pedido unidad ante la ” amenaza terrorista global de Afganistán. En realidad quiere que más países acepten refugiados.
La derrota de EEUU, Gran Bretaña y los otros países de la coalición ya se avizoraba desde la época de Trump, que había iniciado conversaciones en Moscú en marzo de este año, con participación de China, Pakistán, Qatar, y representantes de los talibanes.
La situación de las mujeres y niñas
Durante el anterior gobierno talibán, entre 1996 y 2001, las mujeres no podían salir solas de su casa, ni estudiar, ni trabajar, ni asistir a una consulta médica con un médico varón. Debían estar cubiertas completamente con la llamada burka, túnica que cubre todo el cuerpo y la cara y deja una pequeña rejilla para los ojos. Durante la ocupación norteamericana, especialmente en Kabul, una cierta cantidad de mujeres pudieron abrir sus propios negocios, estudiar carreras universitarias y hasta ser agentes de policía. Amnistía Internacional ha advertido inmediatamente sobre el peligro de retroceso sobre estos derechos.
Por otra parte los talibanes ya han reprimido manifestaciones encabezadas por mujeres que llevaban la bandera tricolor de Afganistán, con motivo de cumplirse 102 años de la independencia afgana del dominio británico. Los talibanes tienen su propio emblema.
Si bien se han juntado millares de firmas en todo el mundo para que se permita salir y se dé asilo a mujeres afganas, la cuestión principal es la vida de la inmensa mayoría de ellas, especialmente fuera de Kabul. Según la Unicef, en el 2020 2,2 millones de niñas afganas seguían sin ir a la escuela.
Las relaciones de los talibanes con China y los cambios de alianzas en el mundo
Ya en abril pasado, el portavoz de los talibanes, Suhail Shaheen, declaró que ” China es un país amigo” y que esperaban conversar sobre la reconstrucción de Afganistán.” Si tienen inversiones garantizamos su seguridad, por supuesto ” Sus inversiones son muy importantes para nosotros’.
El 28 de julio de este año Wang Yi, ministro de relaciones exteriores de China se reunió en Tianjin con una delegación de nueve talibanes, presidida por Abdul Ghani Baradar. Reiteró que espera que paren al Movimiento Islámico de Turquestán Oriental, uigur, reprimido por China. Recibió garantías en este sentido.
China pretende integrar a Afganistán a la “nueva ruta de la seda”, la gigantesca red de infraestructura con que pretende conectarse con el mundo.
China ya construye una autopista que une Peshawar, ciudad de Pakistán en la frontera con Afganistán, con Kandahar, podría realizar un enlace con Kabul e incorporarlo al gran corredor económico China-Pakistán, que abre acceso a otros países como Irán.
Por su parte, Blinken, secretario de estado norteamericano, visitó la India el 27 de julio pasado, como producto de una creciente asociación estratégica entre Washington y Nueva Delhi, que forma parte del llamado grupo Quad, que integran también Japón y Australia, creado en 2017, para contrarrestar el peso de China en la región.
Hoy N° 1878 25/08/2021