En el hoy N° 1876 del 11 de agosto, hay una nota hecha a unas compañeras de la CCC de Dock Sud, titulada “De la olla a la construcción de Partido”, donde cuentan: “Empezamos con la CCC, que era chiquita en el Docke, ahora la CCC es grande. Y el PCR también ahora es grande. Gracias a esa apertura que tuvimos, afiliamos a un montón de compañeros, les hablamos de la política. Y cuando se afilian se convencen de la lucha, de que algún día vamos a gobernar nosotros, el pueblo. Pero muchos compañeros dicen que nos tenemos que preparar, entonces se habla de eso”.
Esas palabras me hicieron pensar en el “Ejército cultural” que necesitamos, y del que hablaba Mao. El Partido tiene que estimular el protagonismo de esas masas también en el terreno cultural, para que esa confianza en la propia fuerza se multiplique. Es lo que vemos cuando participan de las convocatorias culturales de la CCC y la FNC (Cultura en primera línea). Quienes se animan a participar la primera vez, luego lo siguen haciendo, cada vez con mejores trabajos.
El hecho de tener un objetivo determinado (techo, tierra y trabajo, la vacuna argentina, el Paraná soberano) convierte esa manifestación cultural en un instrumento de lucha y eso va creando conciencia sobre el valor del hecho cultural, mucho más allá de su valor artístico o artesanal. Es notable ver cómo las y los compañeros de las organizaciones se reúnen para preparar los videos para la jornada. En la reunión se canta, se baila, se cocina y se manifiestan las mil formas de su hacer cultural, no sólo el artístico.
Eso produce un cambio en sus relaciones. Se dejan de lado discusiones mezquinas y se comparten sentimientos, a veces, muy profundos. Empiezan a conocer aspectos de las y los compañeros que no conocían. Creatividad y destrezas que solamente compartían en familia o con sus amigos/as, pasan a ser compartidos con los demás y después subidos a las redes para ser compartidos con muchos más, a los que ni siquiera conocen. Todo eso hace del protagonismo un cambio en las ideas, como cuentan las compañeras del “Docke”, y genera la unidad y la confianza necesarias para atreverse a “escalar las alturas”.
Decía nuestro querido Otto Vargas “Una línea de masas tiene que atender no sólo a su conciencia sino también a sus sentimientos (…) “Para dirigir verdaderamente a las masas hay que ganar su corazón”.
Escribe Jorge Paladino
Hoy N° 1878 25/08/2021