1. ¿Qué pasó en las PASO?
Las elecciones del 12 de septiembre se realizaron en medio de la pandemia del coronavirus, que sigue castigando al mundo. En Argentina los casos confirmados al 14 de septiembre son 5.226.831, se recuperaron 5.078.591 y fallecieron 113.640 personas.
Estas elecciones son preparatorias de las elecciones generales, a realizarse el 14 de noviembre. En las PASO también se decidieron las internas de las fuerzas que tuvieron dos o más listas de candidatos.
En la provincia de Buenos Aires, Juntos por el Cambio, en los comicios de 2019 perdió con 3.668.580 votos, y ahora ganó, pero con menos votos: 3.149.989. Y el Frente de Todos, que había ganado con 5.113.359, ahora fue derrotado, sacó 2.789.022 votos: la mitad de su capital político dos años antes.
El Frente de Todos también fue derrotado en provincias que había ganado el gobierno en 2019: Catamarca, Chaco, La Pampa y Santa Fe.
El total de votos a diputados de Juntos por el Cambio el domingo pasado fue de 8.373.991 y el Frente de Todos obtuvo 6.773.669 (los números pueden tener pequeñas diferencias porque faltan escrutar entre el 1% y el 3%). La diferencia es de 1.600.000 votos. El primer punto a analizar sobre los resultados es que amplios sectores decidieron hacer sentir con su voto el descontento con la política del gobierno nacional.
También hubo una baja asistencia (67%). No solo producto de la pandemia. En las elecciones a diputados de 2019, Juntos por el Cambio sumó 10.347.402 votos (dos millones más de los que sacó ahora), y el Frente de Todos lo superó con 11.600.368 sufragios (casi 5 millones más de los del domingo pasado).
Los no votantes que en 2019 habían sido 18 de cada 100 empadronados, ahora aumentaron a 32 de cada 100. A eso se suman los votos en blanco, que no aparecen en la planilla oficial. Y otros votaron a otras fuerzas.
En medio de la disputa de sectores de las clases dominantes por el control de las palancas fundamentales del Estado y de la economía en Argentina y en toda América Latina, si se mantiene la política que llevó al Frente de Todos a esta derrota, en noviembre podría perder la mayoría que actualmente tiene en el Senado y se agravaría la situación en Diputados. Se abriría una situación que podría precipitar situaciones de ingobernabilidad, que es el plan de Juntos por el Cambio para recuperar el gobierno en el 2023, o antes si puede.
2. Plata hay, el problema es en qué se gasta
Impulsamos las movilizaciones populares en todo el país, como por ejemplo la del 23 de junio de la FNC, expresando a los sectores más explotados del campo, la de Ni un Pibe Menos por la Droga el 25 y 26 de junio, el 9 de Julio las actividades realizadas en defensa de la soberanía, o la del 7 de agosto con los Cayetanos, que fue la más grande que se hizo durante este gobierno.
Impulsamos un camino de protagonismo de las masas para la lucha por sus necesidades, junto con el voto al Frente de Todos para frenar a la derecha macrista.
El gobierno tomó medidas justas frente a la pandemia. Pero en el primer semestre de este año como parte de su política de acuerdo con el FMI aplicó un ajustazo. Así se agravaron los sufrimientos del pueblo, creció el hambre, la desocupación, el hacinamiento, la pobreza, etc.
La plata grande entra por la exportación y el buen precio de la soja, el litio, el oro, la plata, el cobre, la carne, la pesca, etc. Esa plata se fue, y se sigue yendo, para pagar la deuda fraudulenta, sin investigarla y para pagar a los imperialismos del Club de París por la deuda odiosa que contrajo la dictadura genocida.
Fue una buena medida el impuesto a las grandes fortunas, pero cuando se amagó para expropiar Vicentin, terminó en la nada. Lo mismo está pasando con el dragado del Río Paraná y con el proyecto de ley de Tierra, Techo y Trabajo.
Mientras, la plata grande sigue engordando los bolsillos de los monopolios y latifundistas de los agronegocios, las megamineras, las petroleras, y las ganancias brutales de los bancos, el FMI y el Club de París.
3. El pueblo sigue la pelea por resolver sus sufrimientos
Cuando criticamos el manejo sectario de la designación de las listas de candidatos y la impugnación a la presentación de otras listas en las PASO, no nos equivocamos, como lo demuestran las elecciones del domingo pasado.
La soberbia lleva a no escuchar lo que sufren, discuten y quieren las masas. Lleva a no ver el crecimiento de las luchas a lo largo y ancho del país. También llevó a estrechar al Frente de Todos sin entender que cada fuerza que lo integra representa a un sector del pueblo. La derrota del Frente de Todos no se resuelve con abrir un poquito la mano o poner alguito en el bolsillo. Dar vuelta la situación, para triunfar en noviembre, requiere la democratización del funcionamiento del Frente de Todos, que permita llegar a acuerdos imprescindibles para resolver los sufrimientos del pueblo.
4. Diez medidas frente a la crisis
Los jefes del sector de las clases dominantes que están detrás del macrismo están exultantes. Sus medios de comunicación (Clarín, La Nación, TN y otros) agitan que el resultado electoral sería una demostración del triunfo de sus ideas reaccionarias ¿Será así?
Nosotros pensamos que no, que este resultado adverso para el gobierno no es definitivo y vale la pena seguir luchando para frenar a la derecha.
En esta Argentina dividida social, política y culturalmente, hay un gran debate político en todo el pueblo y es necesario zambullirse en ese debate, escuchando mucho, no etiquetando, y argumentando con propuestas como nuestras 10 medidas frente a la crisis.
La grave situación que vive nuestro pueblo no se resuelve cediendo al chantaje imperialista con las vacunas y pagando la deuda. No se resuelve con la política de diversificar la dependencia a los imperialismos.
En nuestro país hay millones de desocupados, familias sin techo y campesinos sin tierra. Seguimos impulsando la lucha en las calles para que el proyecto de ley de Tierra, Techo y Trabajo sea aprobado.
Hay decenas de miles de pequeñas, medianas y grandes empresas nacionales, paradas o al borde del nocaut. Tenemos ciencia y tecnología para lo que haga falta, como se demostró en la pandemia.
La plata que va a la producción nacional no produce inflación, todo lo contrario. Acabar con la inflación exige construir barcos para llevar lo que exportamos y para que no nos roben la pesca, recuperar y ampliar la red ferroviaria, industrializar y nacionalizar el litio, adueñarse del oro de nuestros yacimientos, construir represas hidroeléctricas, y la nacionalización de los recursos energéticos como el petróleo, etc.
Y también para que la soberanía sanitaria acabe con el chantaje imperialista, garantizando la vacuna nacional contra el Covid.
Seguimos peleando para que los desocupados y precarizados tengan un trabajo digno, por jubilaciones dignas, para que las Pymes y la industria nacional produzcan, que las universidades y los centros de ciencia y técnica funcionen. También peleamos que haya presupuesto para las medidas contra la violencia que sufren las mujeres, que los jóvenes puedan estudiar y trabajar, que los campesinos y originarios trabajen sus tierras, y por recuperar una cultura nacional unida al pueblo.
Y seguimos la lucha para que la plata grande se destine a las emergencias.
5. La democracia grande
Somos parte de ese polvorín de luchas que recorre América Latina. Desde Colombia a la Argentina rebeliones prolongadas en curso sacuden los cimientos políticos, culturales y sociales de la región.
Impulsamos la lucha y la unidad en las calles durante el gobierno de Cambiemos, y fuimos protagonistas junto a los Cayetanos, de jornadas memorables que unieron a trabajadores ocupados, desocupados y jubilados conquistando la Ley de Emergencia Social. Todo esto ayudó a crear las condiciones para la unidad electoral en el Frente de Todos que llevó a la derrota de Macri.
Con el nuevo gobierno mostramos nuestro deseo de unidad siendo parte del Frente de Todos y mostramos nuestra independencia no abandonando nunca las calles, poniéndonos a la cabeza de los reclamos populares.
La fórmula reaccionaria: “el pueblo no delibera ni gobierna sino a través de sus representantes”, fue desbordada por grandes movimientos de masas en defensa de sus derechos.
Los cuerpos de delegados en grandes empresas, la masiva organización de desocupados, precarizados y jubilados, un extraordinario movimiento de mujeres, el avance de la organización de los campesinos pobres y en parte de los medios, la lucha de los originarios, la organización y la lucha de la juventud, el desarrollo de movimientos culturales, las multisectoriales para la defensa de la soberanía nacional, crecen en todo el país.
Hoy, las grandes masas deliberan y luchan por más conquistas frente a sus emergencias y necesidades. Llamamos a seguir avanzando en esa lucha.
Desde el PCR-PTP y su JCR, la CCC, la FNC y demás frentes en los que participamos en medio de un gran debate político nos ponemos al hombro la campaña escuchando a las masas, discutiendo el voto al Frente de Todos con la propuesta de los 10 puntos de nuestro programa para salir de esta situación, peleamos para que la lucha política electoral sea un instrumento que le permita al pueblo avanzar.
Y seguimos encabezando las luchas y su confluencia, peleando para que esa sed de democracia grande nos permita cambiar la correlación de fuerzas en los grandes centros obreros y campesinos de todo el país.
Es en esa perspectiva que seguimos participando del Frente de Todos, y pelearemos revertir este resultado electoral adverso porque entendemos que no es definitorio el resultado de las PASO.
Escriben Jacinto Roldán y Ricardo Fierro
Foto: Jornada del 7 de agosto de los Cayetanos, columna de Liniers a Plaza de Mayo