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24 de November de 2021

Otto Vargas en el 45 aniversario del Partido Comunista Revolucionario

“Encontrar los caminos para el triunfo de la revolución”

Reproducimos la parte final de la intervención del camarada Otto Vargas, secretario general del PCR fallecido el 14 de febrero de 2019, el 7 de enero de 2013, en el brindis central por el aniversario del Partido

Compañeros, quiero terminar diciendo que el socialismo ha sido derrotado mundialmente. Entonces cuando uno dice “Yo soy del Partido Comunista Revolucionario”, te dicen “¿comunista, che?, si ya no hay más comunismo, de qué me estás hablando?”

Yo no quiero aburrirlos, con lo que he repetido muchas veces. Desde que lo guillotinaron a Babeuf, dijeron “se terminó el comunismo”. Se escapó uno, Buonarotti, que organizó a los carbonari. Cuando Marx y Engels escribieron el Manifiesto Comunista, comienzan diciendo “un fantasma recorre Europa, el fantasma del comunismo”. Cincuenta años después había resucitado el comunismo. ¿Cuánto tardó la burguesía, que crece en el seno del feudalismo, en llegar al poder?

Hemos sido derrotados, y hay que estudiar porqué hemos sido derrotados. Primero quiero decir, para no ser injusto, que hay que honrar el pan con se alimentaron nuestros héroes. Esos millones y millones que dieron su vida por el comunismo. En condiciones muy difíciles. Cuando triunfó la Revolución Rusa, invadidos por 14 países.

Ya Lenin vio por dónde venía la mano. En un congreso del Partido, creo que fue el Octavo, él dice, mandamos cuadros del partido a tal lugar a organizar el soviet. Organizan el partido y organizan el soviet. Al poco tiempo mandan ellos. No es la masa la que gobierna. Son los que dirigen, los que gobiernan para las masas. Pero el soviet no se construye para las masas. El soviet es de las masas. Eso comienza ahora, aquí. Eran un puñado de arena en ese mundo. Me contaron una vez que mandaron uno a un lugar que no conocía nada, no sabía ni cómo entrar, a una tribu, en Asia. Él veía que hacían los ranchos como algunos un mi pueblo, sin chimenea. Uno entraba y no podía respirar del humo. Entonces hizo un ranchito y le hizo chimenea. Llamó al jefe de la tribu, y éste dijo “qué lindo”. Había una costumbre que cuando se decía así se respondía “¿te gusta? Te lo regalo”. Y así entró y pudo comenzar a organizar el soviet en ese lugar.

Había que mandar a construir el soviet a un lugar y los bolchevique decían “¿qué hacemos”, “mandemos un cuadro de la Putilov”, que era la fábrica de vanguardia en Leningrado, después se llamó Sverdlov. Hasta que llegó un día y se dieron cuenta que no podían reunir el soviet de la Putilov, porque los obreros de vanguardia, uno estaba acá, otro por allá.

Después vino la guerra contra los nazis. Ustedes disculpen, yo sé a que muchos no les gusta cuando se toca el nombre de Stalin. Que tuvo muchos defectos. Pero también tuvo muchas virtudes. ¿cómo puede ser que tal guerra la ganó Julio César, tal otra la ganó Alejandro Magno, tal otra la ganó Napoleón? ¿Y la guerra más grande de la historia de la humanidad, donde Rusia perdió 24 millones de personas, no la ganó nadie? ¿Ese ejército no tenía jefe? ¿El ejército que plantó la bandera con la hoz y el martillo en el Reichstag no tenía jefe? Sí, tenía jefe, compañeros (aplausos).

De cada 100 comunistas rusos que fueron a la guerra, volvieron cuatro. Yo he estado en koljoses donde no había un hombre para trabajar. Eran todas mujeres.

Eran condiciones muy difíciles, y cometieron errores muy grandes, sobre todo éste que estoy diciendo. No “de”, sino “para”. Gobernar “para”. Inmediatamente se va creando una casta privilegiada que se va separando de las masas. Va acaparando privilegios, y terminan siendo explotadores de las masas. Y se llega a lo que pasó en la Unión Soviética, lo que pasó en China.

Yo sabía, cuando formamos el PCR, que eso estaba podrido. Yo había estado. No quiero contar anécdotas del que fue ministro de Finanzas de Hungría –una vez en la Argentina lo recibieron como un gran héroe- Josef Biro. Volvíamos de la Unión Soviética, se abre el saco, y lo tenía lleno de lapiceras. Metía lapiceras de contrabando. Otra vez me dan un paquete para llevar a Budapest, porque nosotros teníamos privilegio diplomático. Se lo doy a la encargada, abre el paquete, eran medias de nylon. Me había usado para meter contrabando. Ese fue el ministro de Finanzas de Hungría. Estaba podrido hasta la médula eso.

¿Cuándo nos dimos cuenta de qué pasó? ¿Que faltaba democracia? ¿que había que hacer libertad de comercio? ¿qué pasó? Hasta que llegamos a China en 1972, como contaba Jacinto. Y vimos allí la movilización de millones y millones en la revolución democrática más grande que ha visto la historia de la humanidad. Diecinueve millones de jóvenes marcharon a Pekín a saludar a Mao. Uno entraba a una fábrica y había que abrirse paso entre los datzebaos, unos carteles que colgaban donde uno escribía lo que se le antojaba, individualmente o en grupo, y después se discutía entre todos. Cuando volvimos en el 79, nos llevaron a ver un muro de 100 metros donde se podían escribir datzebaos. Ya no estaban en cada fábrica. Dijimos, acá se restauró el capitalismo. Mao dijo ¿quiénes son estos que revisan el marxismo-leninismo en la URSS? Estos, contra los que nosotros nos rebelamos en el Partido Comunista, que habían renegado del marxismo-leninismo ¿quiénes son? Seguidores del camino capitalista, dijo Mao ¿Qué es lo que quieren? Restaurar el capitalismo. ¿Qué pasó cuando triunfaron? Restauraron el capitalismo. Transformaron a la Unión Soviética en un país socialimperialista, socialfascista. Y en China cuando tomaron el poder restauraron el capitalismo.

¿Cómo va a ser ahora? Los jóvenes dirán. Habrá que encontrar el camino. Tendrán que encontrar el camino. Hay un joven del Astillero Río Santiago, compañero de nuestro Partido, que dijo: “nosotros tenemos que encontrar los caminos. Pero no nos olvidemos que antes se abrió un surco. Y hay que conocer la historia de ese surco y cómo se hizo ese surco”. Me gustó la frase del compañero.

Los jóvenes tendrán que encontrar los caminos que llevan a la revolución. Nuevos caminos. Así como los cubanos encontraron caminos inéditos para que la revolución triunfe en América Latina, donde se decía que hasta que no triunfara en Estados Unidos no iba a triunfar acá. Encontrarán el camino para que triunfe la revolución. Los viejitos los ayudaremos en lo que podamos. Aprendan de nuestros errores, que cometimos bastantes, y si tuvimos algo bueno aprendan también.

Busquen los caminos. Yo tengo plena confianza ¿por qué, compañeros? Porque este sistema está podrido. La explotación de las masas y la situación de las grandes masas es insufrible. Grandes masas oprimidas quieren liberarse. Y más tarde o más temprano van a encontrar el camino para liberarse.

 

Hoy N° 1891 24/11/2021