El próximo presidente de Chile se definirá en la segunda vuelta electoral, el próximo 19 de diciembre. En las elecciones del pasado 21, el candidato José Kast, de ultraderecha, pinochetista, se impuso por un margen estrecho a Gabriel Boric, de la alianza Apruebo Dignidad, de izquierda. Kast sacó el 27,91 por ciento de los votos y Boric el 25,82.
Boric, siendo estudiante de la Universidad de Chile, fue uno de los principales dirigentes de las movilizaciones estudiantiles del 2011, en las que participaron estudiantes secundarios y universitarios contra la enseñanza universitaria paga. Actualmente es diputado.
Kast es hijo de un militar nazi que logró escapar de las tropas aliadas. El padre del candidato fue cómplice, como se demostró muchos años después, de una matanza de campesinos en el Paine.
Kast plantea en su programa un “renovado estado de emergencia”, con amplias atribuciones presidenciales para allanar hogares, interceptar comunicaciones y el cierre del Instituto Nacional de Derechos Humanos. Quiere suprimir el derecho al aborto. Es padre de 9 hijos. Propone hacer zanjas para impedir el paso de inmigrantes por pasos ilegales. Quiere reafirmar el sistema de pensiones privadas que ha llevado a la miseria a miles de jubilados. Propone crear una ” Coordinación Internacional Anti Radicales de Izquierda”.
Desde el 2012 el voto en Chile no es obligatorio y la abstención es muy alta. En las presidenciales del 2017 votó el 46,7% del padrón. Para la Constituyente se superó por primera vez el 50 por ciento, con el 50,9, y para estas presidenciales votó el 47,6 por ciento.
Conocido el resultado de las primarias, Sebastian Sichel, candidato oficialista, dijo que conversaría con Kast a pesar de las grandes diferencias. Por otro lado, Yasna Provoste, de la Democracia Cristiana y candidata de Nuevo Pacto Social (con partidos de lo que fuera la Concertación), dijo que respaldará a Boric. También lo hizo el Partido Socialista, planteando “no desmerecer la amenaza que representa una opción de extrema derecha como eventual mandatario en nuestro país”.
Por otro lado, causaron revuelo las declaraciones del embajador argentino en Chile,
Rafael Bielsa, quien calificó de pinochetista y “antiargentino” a Kast, lo que provocó no sólo la reacción oficial del gobierno chileno, sino que obligó también a Boric a repudiarlas. Habrá que ver hasta dónde llega este posicionamiento de Bielsa, del que la Cancillería argentina se despegó.
Hoy N° 1892 01/12/2021