1. Sigue la lucha contra la pandemia
La pandemia sigue castigando a los pueblos de todo el mundo. En Argentina el 15 de enero hubo 96.652 contagios y 88 muertos, después de un récord de casi 140.000 casos y la duplicación de personas en Unidades de Terapia Intensiva.
La Argentina tiene un importante nivel de vacunados. La semana pasada se aplicaron 2.600.000 dosis. Al 16 de enero hay 38.988.156 vacunados con la primera dosis (85 cada 100) y 33.984.344 con la segunda dosis (74 cada 100). Con la tercera dosis se vacunaron 9.296.139 (18 de cada 100).
La mayoría de los casos graves o fallecidos siguen siendo personas no vacunadas o con el esquema incompleto.
La principal medida para combatir la pandemia sigue siendo avanzar con la vacunación de todo el pueblo y seguir con el barbijo, la distancia, y la limitación de aglomeraciones.
La dirección empresarial de la UIA presionó para aflojar las medidas en las fábricas. La respuesta de los trabajadores de Mondelez Pacheco con su Comisión Interna a la cabeza, reclamando el cumplimiento estricto de las medidas sanitarias, es un ejemplo para el conjunto del movimiento obrero y popular.
Peleamos para que los jóvenes tengan dos dosis al ingresar a las aulas, y avance la vacunación en los niños. Hay 18 millones de vacunas disponibles.
El personal sanitario necesita una recomposición salarial, descanso y una mejora en sus condiciones de trabajo. Su presencia disminuye por la ausencia de los que se contagian, muchos de ellos por tener que trabajar en varios hospitales o clínicas. La respuesta a esa emergencia es la lucha que se viene llevando adelante para que se nombre más personal y conquistar salarios dignos, jerarquizar los comités de crisis en cada barrio, fábrica o zona rural e incorporar a los jóvenes voluntarios estudiantes de medicina.
Los diputados PTP/PCR en el Frente de Todos, Juan Carlos Alderete y Verónica Caliva, presentaron un proyecto de ley para establecer la incorporación de la Vacuna contra el Covid 19 al Calendario Nacional de Vacunación.
También reclamamos el financiamiento necesario para avanzar en la vacuna nacional.
2. La rebelión de los pueblos y la disputa imperialista
La disputa imperialista se profundiza y crecen los factores de guerra. Fracasó la reunión virtual de los mandatarios de Estados Unidos, Biden y Putin de Rusia.
El actual dirigente de la OTAN, Jons Stoltenberg, alertó que “es real el riesgo de un nuevo conflicto armado en Europa”. Y el canciller ruso afirmó que “toda la seguridad europea está en peligro”. La disputa es por Ucrania, país que tiene una de las grandes “pampas” para la agricultura y la ganadería. Rusia desplazó a la frontera con Ucrania 175.000 soldados y decenas de miles de tanques. Un ciberataque bloqueó sitios del gobierno ucraniano, quién apuntó a Rusia como responsable. Los yanquis amenazan con la OTAN y estacionan fuerzas en la región.
El gobierno de Kazajistán aplastó a sangre y fuego la revuelta popular con ayuda del ejército ruso, dejando al menos 225 muertos, 4.500 heridos y cerca de 10.000 detenidos. Pero sigue latente el enojo popular. Por ese motivo tuvieron que retirar las tropas rusas, cuya presencia provocó la indignación de todo el pueblo. El levantamiento del pueblo kazajo explotó por el aumento del gas al doble. Es un país sumamente rico, donde hay yacimientos de variados minerales, entre ellos se destaca el uranio, clave para la producción nuclear (es el principal productor mundial), así como el petróleo (12° en reservas mundiales) y el gas natural. Sin embargo es uno de los pueblos más pobres de Asia, sujeto al saqueo principalmente de monopolios rusos y chinos.
La situación se sigue tensando en todo el mundo. Los yanquis siguen concentrando fuerzas en el Indopacífico en su estrategia de contención sobre China.
En América Latina, China avanza en sus posiciones en la mayoría de los países. Rusia, que el año pasado puso en funcionamiento en Nicaragua una base similar a la que tiene el imperialismo chino en Neuquén, ahora anuncia que va a estacionar tropas y depósitos de armamento nuclear en Cuba y Venezuela. Así, China y Rusia acentúan su presencia en Latinoamérica como parte de la disputa imperialista en el Atlántico Sur.
El agravamiento de las tensiones entre los imperialismos yanqui-inglés y chino-ruso, en el Indopacífico y en América Latina, muestra el fracaso de las políticas de “coquetear” con los dos bandos que disputan el mundo, o ilusionarse con China como “imperialismo bueno”.
3. La horca financiera
Durante el año 2021 el gobierno pagó 13.500 millones de dólares por deudas como los intereses de las Leliq. Se pagaron vencimientos con el FMI y el Club de París. Las grandes empresas tienen “deudas” con sus casas matrices por 80.000 millones de dólares. Varias provincias tienen deudas en dólares que vienen del gobierno de Macri. Y la fuga de dólares con el macrismo fue brutal.
Pese a que hubo 32.000 millones de dólares por la exportación de soja y el maíz, el Banco Central quedó sin reservas para pagar deudas. Se demostró en los hechos que la deuda, no solo es ilegítima y fraudulenta, sino que en la práctica es impagable.
En el año 2021 se agravaron los sufrimientos del pueblo, lo que generó bronca, como se expresó en las calles y en las urnas. Con madurez política, el pueblo sigue las luchas y no quiere volver atrás. Pero tampoco quiere seguir siendo el que paga la crisis. Jubilaciones, planes sociales y salarios perdieron la carrera con la inflación.
El Financial Times, diario de la oligarquía usurera inglesa, nos amenaza con el derrumbe de la Argentina si no pagamos la deuda. El FMI señaló que “las economías emergentes deberían prepararse para posibles episodios de turbulencia económica”, porque Estados Unidos aumentó los intereses. Estornudan los yanquis en Nueva York y se derrumba la economía argentina: así es la dependencia.
El canciller Santiago Cafiero viaja a Estados Unidos, para conversar con el canciller yanqui buscando acuerdos en la negociación con el FMI. A su vez el presidente Alberto Fernández fue designado presidente de la Celac (Comunidad de Estados de América Latina), entidad que desafía la hegemonía yanqui. Junto con eso apoyaría la candidatura de México para presidir la OEA (Organización de Estados Americanos), encabezada hoy por el proyanqui Almagro.
Fernández viaja en dos semanas a Rusia, donde será recibido por Putin, el presidente ruso, quien ofrece apoyo en las negociaciones a cambio de negocios en Argentina. Y dos días después viaja a China, a la inauguración de las olimpíadas de invierno y a negociar con Xi Jinping, el presidente de China.
Los imperialismos nos endeudan, nos chantajean con la deuda, se roban nuestras riquezas y nos amenazan con la horca financiera.
Esta deuda que nos quieren hacer pagar, fue para la reelección de Macri y los dólares se fugaron a los paraísos fiscales.
4. Crece la lucha popular
Hubo millones de argentinos con la electricidad cortada en medio de una ola de calor. En la Capital Federal y muchas ciudades del Gran Buenos Aires y el interior, los vecinos salen a cortar la calle para hacer oír sus reclamos.
Las empresas fueron concesionadas por Menem por monedas. Con el macrismo subieron las tarifas hasta un 3.000% y no hicieron ni una obra. Ahora están pidiendo aumentos que van del 76% al 300%.
Juntos por el Cambio le reclama al gobierno que: “asuma el costo de actualizar las tarifas” y reivindican la gestión entreguista de Aranguren, el directivo de la Shell que Macri puso como ministro para agilizar el saqueo. El mismo que dejó el Día del Padre -16/6/2019- todo el país a oscuras.
Es necesario terminar con este fraude, estatizando las empresas de servicios, como se reclamó en muchísimos cortes de calles que se realizaron.
Con la ola de calor han brotado los incendios forestales, no todos son accidentales. Una parte es para quemar los árboles y usar esas tierras para la soja y otros cultivos. Quieren expulsar de esas tierras a campesinos y pueblos originarios, que se rebelan defendiendo sus tierras.
Ahora hay una gran sequía que afecta a toda la región (centralmente Brasil, Paraguay y Argentina). La deforestación de la Amazonia y otros núcleos selváticos que se ha producido en los últimos años por el avance de la sojización y el efecto climático de “La Niña” han producido un cambio en el clima. Ha caído drásticamente el nivel de lluvias. El Río Paraná sufre la bajante más grande en más de medio siglo, y está cada vez más limitado para la navegación. La falta de agua produce desequilibrios en la producción hidroeléctrica y sobre todo pérdidas en la producción agraria. Se estima que se perderían 13 millones de toneladas de granos. Eso castiga en primer lugar a los obreros rurales, los campesinos y los chacareros, por lo que el gobierno debe ayudarlos. Rápidamente la oligarquía de los agronegocios, que tiene los bolsillos llenos, trata de chantajear al gobierno para ser ellos los beneficiados y seguir descargando las pérdidas en los que trabajan la tierra.
En medio de la pandemia, siguen luchando las mujeres por la violencia que sufren. Crece la lucha de los jóvenes como quedó reflejado en los campamentos de la CEPA y el MUS, que se realizaron exitosamente, superando todas las adversidades, y buscando caminos para que este sea un año de avance de la lucha estudiantil secundaria y universitaria. Sigue la lucha contra el “gatillo fácil” institucional.
Al calor de las luchas que se multiplican, avanza la pelea por la defensa de la soberanía nacional, por la defensa de la soberanía fluvial y marítima, de nuestros fletes y nuestras vías navegables. La nacionalización de los recursos mineros y petroleros, y para que la rapiña imperialista no produzca daños ambientales, como se vio en Mar del Plata y en la pueblada de Chubut.
La lucha por tierra, techo y trabajo, por las emergencias populares, por trabajo genuino, por jubilaciones dignas, por paritarias justas, por tierra y condiciones para poder seguir produciendo para el campesinado pobre y medio, y la lucha de los pueblos originarios por sus tierras y territorios recorre el país y se enlaza con amplios movimientos por la recuperación de la soberanía nacional y la suspensión del pago de la deuda.
Encabezamos esas luchas para que el pueblo siga siendo el protagonista del combate. Por eso impulsamos una gran campaña para discutir entre las masas y que se pronuncien sobre la deuda las organizaciones gremiales, sociales, campesinas, originarias, de mujeres, de jóvenes, de la cultura, etc. Esa deuda fraudulenta que es imposible e injusto pagar. Peleamos para suspender el pago, investigarla, recuperar lo mal habido y encarcelar a los responsables. La deuda es con el pueblo.
5. ¿Cuál es el camino para una salida a favor del pueblo?
El pueblo no quiere seguir pagando la crisis y se rebela. Hay una gran discusión de masas sobre cómo salir de esta situación.
La derecha macrista en todas sus variantes ofrece una propuesta que ya conocemos: Seguir descargando la crisis sobre la clase obrera y el pueblo y profundizar el saqueo. Ahogar las protestas con represión. Usar el poder del Estado, los servicios de inteligencia, la policía y demás fuerzas para armar causas judiciales y mediáticas para meter presos dirigentes sindicales, políticos y sociales y hasta de su propia fuerza si no se disciplinan. Y si les hace falta, meter bala como ya hicieron una y otra vez. Juntos por el Cambio tiene muchas peleas internas, pero a la hora de la verdad tanto Bullrich-Macri, como Larreta-Vidal-Morales y demás, todos han demostrado que esa es su línea. Y en lo internacional plantean alinearnos con yanquis e ingleses poniendo el país a su servicio en todo sentido. Hacia ellos dirigimos el golpe principal de la lucha popular.
El instrumento político principal para enfrentarlo es el Frente de Todos del que formamos parte. Allí también golpeamos juntos con un sector de las clases dominantes que quiere recuperar la hegemonía y se recuesta en chinos, rusos y otros imperialismos.
Pero es más amplio el conjunto de fuerzas que piensan que esto es necesario para enfrentar a los yanquis y que hay que “luchar por lo posible”, hacerle concesiones a los distintos imperialismos, y no tocar de fondo el poder del latifundio ni terminar con la dependencia.
Consideran que hoy es imposible la liberación nacional y social del pueblo y de la patria, piensan que lo más que se puede hacer es conquistar posiciones en este Estado y hacerlo “más bueno”. Por eso ya ponen el centro en las elecciones de 2023.
Esa línea nos lleva a considerar las condiciones de hambre e injusticia social como normales, y, por ejemplo, las cooperativas, planes y demás conquistas logradas por los movimientos, en lugar de ser para organizar mejor la lucha, terminan siendo concebidos como un fin en sí mismo para corrernos de la lucha.
Entendemos que están equivocados. Ese camino no solo no resuelve ninguno de los problemas de fondo del pueblo argentino, sino que al agravarse la situación de las grandes masas, crece el descontento y la división, lo que permite que avance el enemigo principal. La lección que dio el pueblo, pateando el tablero en las PASO, es muestra de eso. Ese debate recorre el Frente de Todos.
El punto de partida de nuestra política sigue siendo encabezar las luchas obreras, campesinas y populares por sus necesidades y la defensa de la soberanía nacional. Pelear por la unidad y la confluencia de las luchas para que la crisis no la siga pagando el pueblo.
Por eso jerarquizamos el protagonismo que tienen las masas en cada lucha. Es en esa práctica que miles de mujeres y hombres sencillos aprenden a confiar en sus propias fuerzas como bocetó en diciembre en las calles de toda la provincia el pueblo de Chubut.
Por los aciertos de línea que tuvimos y por el trabajo incansable de miles de compañeras y compañeros en todo el país crecimos, avanzamos, somos más conocidos entre las masas y somos respetados por nuestros aliados.
Reafirmando ese camino, los comunistas revolucionarios trabajamos para que tanta lucha del pueblo argentino no termine siendo furgón de cola de ningún cambio de amo, sino que, basada en un amplio frente único, abra un cauce para terminar con la dependencia y el latifundio terrateniente.
Escriben Jacinto Roldán y Ricardo Fierro