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19 de January de 2022

Un cambio de protocolo que no ayuda a los trabajadores

La pandemia en las grandes empresas

Un nuevo protocolo a partir del 11 de enero elimina el aislamiento preventivo para las trabajadoras y trabajadores considerados “contacto estrecho” si tienen la vacunación completa.

El aumento exponencial de contagios de Covid 19 por la variante Ómicron, como no podía ser de otra manera se está sintiendo en los lugares de trabajo. Frente a esto, sectores empresarios presionaron al gobierno para que cambie los protocolos sanitarios, argumentando un “ausentismo laboral”. Primero hablaron de un 25% del personal afectado, y luego la Unión Industrial Argentina (UIA) dijo que el ausentismo era del 7% (ámbito.com, 11 de enero).

Con distintos argumentos, el gobierno nacional, en acuerdo con las provincias, modificó dos veces en un mes los protocolos sanitarios. Mientras el 17 de diciembre plantearon que los contactos estrechos de una persona con Covid positivo debían cumplir 12 días de aislamiento, a partir del 11 de enero, luego de las presiones de los empresarios, para los contactos estrechos con vacunación completa la recomendación pasó a ser “flexibilizar el aislamiento”.

 

Ola de contagios muy grande

Consultamos a compañeros de distintos lugares de trabajo, para conocer cómo es la realidad de este cambio en las grandes empresas.

Silvio Acosta, integrante de la Comisión Interna de los trabajadores de Acindar Villa Constitución, nos decía “Acá hay una ola de contagios muy grande. Con muchas discusiones con el servicio médico, estábamos sacando de la fábrica a los compañeros con síntomas y a los contactos estrechos, pero ahora con el nuevo decreto a los asintomáticos no podríamos hacer que dejen la empresa. Le estamos buscando la vuelta, pero esta nueva disposición no ayuda a los trabajadores. Tenemos a cerca del 90% de los compañeros vacunados. Como estamos en época de vacaciones del personal, un problema adicional es que a los que se contagian fuera de la fábrica la ART no se los quiere reconocer como enfermedad profesional, por lo tanto le siguen corriendo las vacaciones. Si el compañero no demuestra que se contagió en la fábrica, la ART no te lo reconoce.

Agrega Silvio que “esto se da en un contexto en que la empresa tiene producción, al igual que otras. Por eso los empresarios presionaron para este cambio de protocolos,  para no tomar personal  en reemplazo de los enfermos. Esto está pasando en todas las empresas, y obviamente donde no hay una representación gremial que pelee por los trabajadores todo es más difícil. Esto en medio de que sube la producción, pero no se ve reflejado en aumento de salarios, y con un gran aumento de la inflación. Esto es lo que se discute entre los trabajadores”.

Continuando la recorrida por las grandes empresas, el compañero Jorge Enrique Smith, trabajador del Astillero Río Santiago y dirigente de la Agrupación Celeste CCC en la Blanca Unidad, conducción ATE Ensenada, nos decía que “está complicado el tema en la fábrica con los cambios de protocolos. Parece como que van probando. Hay mucha gente contagiada. Ahora nos redujeron una hora de trabajo, y se suspendió por ahora la hora del mate, que era un momento para cortar a media mañana, para que la gente no se junte. Tenés que entrar desayunado, y te dan una vianda para que comas en tu casa.

“Estuvo en debate si volvían a las burbujas o no dentro de la empresa, y decidieron que no, porque hay mucha gente de vacaciones. Y otra medida que van a implementar es que los distintos sectores entren a horarios diferentes, lo mismo a la salida. También dijeron que van a implementar el control del pase sanitario en la entrada, para ver si tenés las vacunas. Pero está complicado para hacer el control. Estamos conversando con las compañeras y compañeros para ver el impacto de estas nuevas medidas, que recién se están implementando”.

Por su parte, el compañero Jorge Penayo, miembro de la Comisión Interna de las trabajadoras y trabajadores de Mondelez Pacheco nos comentaba cómo cambiaron los protocolos, de los que hubo dos en 10 días. Y que son distintos a los que hubo durante un año y medio de la pandemia. Por un lado se reduce el tiempo de aislamiento para los contagiados con vacunación completa, y los contactos estrechos asintomáticos con vacunación completa no precisan aislamiento preventivo. Aclara Penayo que “en la reunión con el comité de crisis en la fábrica las autoridades de salud dicen que esto puede cambiar, de acuerdo a si aumenta la letalidad. En lo personal, pienso que el gobierno quiere ir a lo que se llama “inmunidad de rebaño”, por eso en vez de tomar medidas de restricción, flexibiliza las medidas.

Agrega Penayo que el cambio de protocolo vino después que “Funes de Rioja, al que conocemos mucho porque es el presidente de la Copal (Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios) y hoy es titular de la UIA salió a marcarle la cancha al gobierno y amenazó que si no se cambiaba el protocolo, el gran ausentismo iba a provocar desabastecimiento. Así juega un sector del empresariado vinculado al macrismo”. Informa el compañero que, al momento de la entrevista (13 de enero), había en la planta 80 compañeras y compañeros cursando la enfermedad, 56 esperando el resultado de los test, y 82 contactos estrechos, se mantenían aislados fuera de la fábrica porque la Comisión Interna logró que se respete el protocolo anterior al 11 de enero.

 

 ¿El fin de la pandemia?

Este cambio de protocolos para los lugares de trabajo se da en medio de un gran debate acerca de si podemos dar por terminada la emergencia sanitaria por la pandemia de Covid, y pasar a considerarla una endemia, es decir una enfermedad que permanecerá en la sociedad, pero mucho menos grave que la pandemia actual.

Es cierto que el alto índice de vacunación, logrado por el gobierno y por el gran protagonismo de nuestro pueblo en la batalla contra la pandemia, nos pone en mejores condiciones frente a esta nueva ola de contagios. Pero es sumamente peligroso tomar a esta variante Ómicron como una gripe, que habilitó a algunos empresarios a decir “Si tu pareja tiene angina, vos tenés que ir a trabajar igual”, como dijo un empresario textil al sitio La Política Online el 10 de enero, para justificar que los contactos estrechos asintomáticos vacunados concurran igual a los lugares de trabajo.

Con relación a esto, tomamos algunos conceptos del compañero Horacio Micucci, doctor en Farmacia y Bioquímica y magíster en Epidemiología, quien escribió recientemente, en el Boletín N° 77 del Instituto de Estudios Nacionales: “Debe quedar claro que todavía estamos frente a una pandemia. Hay una enorme cantidad de contagiados en el mundo y en nuestro país, hay internados y muertos (aunque hasta ahora menos que en picos anteriores). Y no está absolutamente definido cómo se comportará en el futuro la variante Ómicron. Y peor aún, el aumento de contagios pronostica la probabilidad importante del surgimiento de nuevas variantes, que tal vez sean más agresivas. O no. No lo sabemos”.

Y con relación a la categoría de endemia y su peligrosidad, agrega Micucci “es equivocado igualar endemia a enfermedad no grave de mucha menor peligrosidad. El Chagas es la mayor endemia argentina. Pero no es por ello intrascendente”.

Con respecto al personal sanitario, varios gobernadores, entre ellos el de Buenos Aires, también flexibilizaron los protocolos, en un reconocimiento implícito de cómo se ha tensionado el sistema de salud. A partir del 10 de enero el o la trabajadora de salud que sea contacto estrecho “estará exceptuado de hacer la cuarentena en el caso de que no presente síntomas y tenga el esquema de vacunación completo”. La misma norma rige para quienes se han recuperado del Covid y tengan la vacunación completa

Es decir, que en vez de reforzar el sistema de salud con nuevas contrataciones y buenos salarios, para impedir el pluriempleo que facilita los contagios como ha señalado la Cicop, se fuerza al personal sanitario a una sobrecarga de trabajo.

 

Hoy N° 1897 19/01/2022