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19 de January de 2022

La Federación Nacional Campesina tiene presencia en 16 provincias

Reclamos del campesinado pobre y los pequeños productores

Entrevistamos al compañero Santiago Almada, de la Federación Nacional Campesina y dirigente nacional del PCR.

El compañero Santiago comienza contándonos cómo cerró el 2021 para el campesinado pobre y los pequeños productores agrarios: “El cierre del año hay que verlo en distintos aspectos. Después de los cuatro años de macrismo, que castigó duramente al campesinado pobre, inclusive desarmando los entes que tienen que atenderlos, como la Secretaría de Agricultura Familiar, el INTA, el Senasa y la pandemia pegó muy duro. Por eso cientos de compañeras y compañeros de nuestra FNC han dejado de producir.

“Si bien ha habido algunos triunfos y medidas de ayuda económica y social y proyectos productivos en el último año, incluso una parte de los ATP fueron al campo, esto ha sido insuficiente, por la magnitud de la crisis que dejó el macrismo y por la crisis actual.

“El sector del campesinado pobre y pequeños productores que están produciendo, lo hace con precios dolarizados y vende en pesos para el mercado interno. Un mercado interno que se achica, porque las clases populares, afectadas por el ajuste, compran menos productos como verdura, leche o huevos.

“La cadena de comercialización está totalmente distorsionada. El productor recibe entre cinco y siete veces menos de lo que se paga ese producto en la verdulería o comercio. Este año, en los principales cinturones frutihortícolas del país la verdura de hoja quedó en el campo. Se han tirado toneladas en La Plata, Mar del Plata, Rosario y Córdoba. La mitad del ajo quedó sin cosechar en Mendoza. Las grandes empresas que concentran la comercialización directamente no compran, porque dicen que no lo venden. Y lo que compran es a precios muy bajos. Un cajón de tomate de 18 kilos se pagó entre $200 y $250, no más de $5 por kilo para el productor. La zanahoria $2 el kilo, $50 la bolsa de cebolla, $70 la de papas.

“Además, hay que tener en cuenta que desde mediados del año pasado estamos sufriendo todo tipo de inclemencias climáticas, principalmente una sequía que castiga duramente a los pequeños ganaderos y a los pequeños productores de cereales. El maíz se está secando en varias provincias. Los compañeros correntinos te cuentan de las serias dificultades para darle agua a los animales.

“La bajante del Río Paraná es histórica y ha dejado muy mal a 15 mil familias que viven del río.  Hubo una pedrada enorme en Jujuy, con 5.000 hectáreas de tomate afectadas, y los compañeros de la FNC están encabezando la lucha por subsidios. En Mendoza, otra gran pedrada afectó 10 mil hectáreas de cultivos, pequeñas viñas, fruticultores y horticultores. Hubo otras en el sur de Córdoba y en San Luis. Están los incendios forestales en varios lugares”.

 

La lucha contra la pandemia

“En medio de esta situación hubo conquistas importantes, asegura Santiago. Desde la FNC y otras organizaciones campesinas nos pusimos a la cabeza de la pelea contra la pandemia, que nos sigue afectando. Fuimos a la discusión de entrada, sobre si esperábamos que el Estado resolviera, o protagonizábamos. En casi todas las provincias se desplegó una lucha muy grande, primero para que se vacunen a todos los compañeros y compañeras del campo, a las compañeras esenciales que venían manteniendo los comedores y merenderos, y a nuestras agentes sanitarias.

“Con los agentes sanitarios se recorrió quinta por quinta, y hoy estamos pidiendo que se acelere la vacunación. Creemos que la mejor forma es apoyarnos en los agentes sanitarios populares, en las organizaciones sociales y en las del campo. Así hemos avanzado con la vacunación en parajes de Jujuy y en La Plata”.

 

Reclamos principales

El compañero desarrolla que “Nosotros seguimos levantando cinco puntos: por supuesto la vacunación contra el Covid. Es urgente un subsidio de emergencia de $50 mil por seis meses para los pequeños productores y los campesinos pobres, que atienda al que ha dejado de producir y le permita volver a hacerlo, y para que el que está produciendo y está endeudado pueda saldar sus deudas.

“Entendemos que tiene haber también subsidios indirectos, porque las tarifas que dejó el macrismo son impagables. Por ejemplo, un floricultor paga entre 25 y 30 mil pesos de electricidad. El derecho de riego en Mendoza está a $25 mil. Tiene que haber tarifas diferenciadas en electricidad y en gasoil.

“Sabemos que la mitad de nuestro pueblo es pobre y necesita alimentos. Por eso planteamos que el Estado tiene que comprar la producción a los pobres del campo, para atender las necesidades populares, no comprarles a las grandes empresas.

“Si bien sabemos que las cuestiones de fondo se van a resolver con una reforma agraria integral, reclamamos, en el marco de esta emergencia, la entrega de tierras fiscales y mal habidas para aquellos productores y productoras que necesitan un pedazo de tierra. Esto fue un compromiso del presidente, que aún no ha cumplido.

“Reclamamos también la entrega de maquinarias, herramientas e insumos para potenciar la producción. Se ha conquistado la entrega de insumos este año que pasó, pero son insuficientes.

“Para un sector de los pequeños productores, es importante el acceso a créditos con tasas subsidiadas. Hoy, un pequeño productor o un campesino pobre no puede ni pasar frente a un Banco”.

 

Desarrollo de la FNC

“Hoy la Federación Nacional Campesina tiene presencia en 16 provincias, con más de 15 mil familias integrándola. Entiendo que hemos crecido por tres cuestiones. En primer lugar, porque la FNC ha tomado los problemas y la lucha por las emergencias de lo más sufrido del campo. Además, en mayo de 2019, en el último congreso presencial que pudimos hacer de la FNC, se acordó unir la lucha en las calles contra el macrismo con una posición electoral, y apoyar al Frente de Todos. Esto ha sido uno de los grandes aciertos de los últimos años, dando el debate democrático dentro de la organización. En las últimas elecciones, desde la FNC se jugó un papel importante para ponerle freno al macrismo, haciendo campaña por el Frente de Todos, para crear mejores condiciones para seguir la lucha por los puntos que mencioné.”

“La tercera cuestión es que en medio de la pandemia del Covid 19, tiempo en el que la FNC casi se duplicó, hemos impulsado que las compañeras y compañeros sean protagonistas de la lucha contra la pandemia y por las necesidades campesinas. Esto permitió que la FNC pegue un salto y sea un poco más conocida entre las masas campesinas y también entre las organizaciones del sector y los sectores políticos en el país. En distintos lugares, campesinos llaman a nuestros dirigentes ante determinados problemas, para usar a la FNC como su herramienta.

“Se han dado pasos muy importantes en la organización específica de los y las jóvenes del campo, dentro de la Juventud de la FNC, al calor de la pelea por no abandonar la producción, por la educación, recreación y articulando con el movimiento Ni un Pibe Menos por la Droga en la pelea contra las adicciones.

“Ha tenido un gran desarrollo en la pandemia el área de la mujer campesina dentro de la organización. Por un lado tomando cuestiones de la prevención de violencia, y además las compañeras han sido las primeras que se pusieron a la cabeza en la lucha contra la pandemia, en el armado de los comedores y merenderos, que aunque cueste creer, se han armado muchos en las zonas campesinas.

“Venimos coordinando con nuestra organización hermana la CCC, y por eso más de 500 campesinas participaron en el Primer Congreso de Promotoras en Violencia de Género, que se hizo de forma virtual. Y seguimos la pelea por la declaración nacional de la emergencia en violencia por motivos de género hacia las mujeres”.

 

El rol del PCR

Finalmente, Santiago nos dice; “Nuestro Partido, respetando las distintas corrientes que hay en la FNC, ha motorizado la discusión política en la organización. Esto es una de las cuestiones principales. Planteamos siempre que la política no está en las oficinas ni en las grandes ciudades, sino que hasta el último compañero o compañera tiene opinión política y tiene derecho a expresarla. En castellano o en el idioma o dialecto que sea: en guaraní, en quechua, en qom, su opinión es importante para la organización.

“El PCR siempre da la pelea por la unidad en la FNC, y así llegamos a que tenga una posición electoral. Y la pelea por la unidad de los campesinos con distintos sectores gremiales, sociales y políticos. En el último período, aún de manera insuficiente para las batallas que vienen, se han sumado al Partido compañeras y compañeros que fortalecen el debate y la línea de que tiene que decidir hasta el último, de atar la lucha por las reivindicaciones más urgentes a la pelea por la Reforma Agraria Integral en el camino de la revolución como única manera posible de resolver de fondo todos los problemas que padecemos.

“Hoy ese camino es alumbrado por las enormes luchas que recorren América Latina y en las cuales los campesinos pobres y los pueblos originarios son parte importante y es imposible analizar la situación política sin tenerlas en cuenta.  Por eso valoramos la incorporación de camaradas campesinas y campesinos en todo el país, y necesitamos dar un salto, por eso invitamos a cientos de campesinos y campesinas a que se incorporen al PCR, el Partido que en 54 años no ha traicionado. Un Partido que tiene historia, y que ha crecido y se ha fortalecido”.

 

Hoy N° 1897 19/01/2022