1. La lucha popular contra la inflación
La inflación de abril fue 6%. La carne subió 8%. Este mes ya sufrimos la suba del 12% en combustibles y se viene el tarifazo en gas y electricidad. Los alimentos acumulan una suba del 30% este año y siguen subiendo. La inflación acumulada en los últimos doce meses es de 58%. La más alta en 30 años.
Crece el hambre y la pobreza. El salario mínimo, vital y móvil no llega al bolsillo de la mayoría de trabajadores precarizados o en negro, los planes sociales cobran la mitad de ese mínimo. La mayoría de los jubilados y pensionados están por debajo de la canasta alimentaria.
Las medidas tomadas, fruto del reclamo popular, son positivas pero insuficientes. El bono de 18 mil pesos (en dos pagos de 9 mil pesos), no llega a todos y no resuelve la situación. Los 12 mil pesos a los jubilados que cobran la mínima son por única vez y no alcanzan a cubrir sus necesidades.
Ante el reclamo de amplios sectores populares y de las organizaciones sociales, entre ellas la CCC, el Gobierno anunció que se adelantarán los aumentos del Salario Mínimo, Vital y Móvil, que estaban planificados para enero de 2023. Así, a partir del 1° de junio pasará de $45.540, a $48.850 a partir del 1° de agosto. Estos aumentos arrastran los salarios del Potenciar Trabajo y otras asignaciones.
También a partir de junio la jubilación mínima pasa a $37.521,96 pesos y la Asignación Universal por Hijo (AUH) pasará a $7.332.
Se parte de un piso tan bajo que aún con este aumento, que se cobrará recién a principios de agosto, no se cubre la canasta básica de alimentos.
La inflación pasó a estar en el centro de la pelea de los sectores populares, que luchan porque sus magros ingresos no se sigan achicando.
En los masivos actos del 1° de Mayo estuvo en el centro del reclamo la situación de las masas desocupadas y precarizadas, que se une a la pelea por paritarias que recorre el movimiento obrero ocupado.
La Conadu “Histórica” realizó el viernes 13 un paro en reclamo de reapertura de su paritaria. Los docentes de Chubut continúan su lucha con un nuevo paro de 48 hs. el 19 y 20 de mayo. Los docentes de Río Negro ya realizaron 8 paros este año y les pusieron una conciliación obligatoria, que no logró aplacar la lucha.
Las y los compañeros de la FNC, junto a otras organizaciones, marcharon al Ministerio de Desarrollo Social en Tucumán, exigiendo respuestas para los cupos caídos de Potenciar Trabajo, recuperar los cupos caídos de los Módulos Alimentarios que la nación adeuda hace más de 5 meses.
El ATE convocó a un paro nacional el próximo 24 de mayo. Este fin de semana se realizó el plenario de la corriente nacional de estatales René Salamanca. Se va afirmando una fuerza en todo el país de la CCC en el ATE.
El próximo 26 de mayo, la Corriente Clasista y Combativa y la Federación Nacional Campesina marchan a una jornada nacional de lucha.
Desde la CCC, el clasismo está a la cabeza de la lucha en los tres torrentes del movimiento obrero. Por una paritaria democrática, discutida e impulsada desde los lugares de trabajo, para que los salarios de los ocupados no sigan perdiendo frente a la inflación. Por trabajo genuino y aumento de las asignaciones para precarizados y desocupados, por jubilaciones dignas para nuestros mayores.
Peleamos para que esas luchas se vayan uniendo y que la crisis no la siga pagando el pueblo.
2. La invasión imperialista rusa enfrenta la heroica resistencia ucraniana
Esta semana pasó a la historia una imagen satelital mostrando 36 tanquetas rusas T-90, apiladas como chatarra a orillas de un río, al que no pudieron cruzar, y fueron destruidas en la emboscada de combatientes ucranianos. La recuperación de Kharkiv (o Jarkov), segunda ciudad de Ucrania, muestra las dificultades de la ofensiva del imperialismo ruso en la región del Donbáss.
En Rusia crece el descontento popular con la guerra y también crece la furia de los comandantes de tropas: sus soldados no quieren ir a combatir en Ucrania.
Como dijo Vo Nguyen Giap, el gran estratega de la guerra revolucionaria en Vietnam enfrentando al imperialismo yanqui: “En la guerra el factor decisivo es y será siempre el hombre; las masas populares son y seguirán siendo las forjadoras de la historia”.
Frente a las dificultades de la ofensiva rusa, Putin decide seguir a fondo. Si no alcanza con los destructivos misiles hipersónicos con los que destruyeron criminalmente ciudades, amenazan con usar armas atómicas. Y Lavrov, jefe del Consejo de Política de Defensa ruso afirmó: “Es difícil predecir cuánto durará la guerra híbrida total que ha declarado Occidente colectivamente contra nosotros, pero está claro que las consecuencias las sentirán todos, sin excepción”. Crecen los factores de guerra y la amenaza de una tercera guerra mundial.
¡Viva la lucha del pueblo ucraniano! Fuera el imperialismo ruso de Ucrania. Fuera Estados Unidos y la OTAN ¡No a una tercera guerra mundial!
3. El imperialismo y los “patios traseros”
Se profundiza la disputa imperialista y amenazan con una nueva guerra mundial.
Tanto Estados Unidos como Europa aumentan la ayuda militar a Ucrania y se discute dejar de comprar petróleo a Rusia.
Suecia y Finlandia se disponen a pedir su ingreso a la OTAN, lo que motivó las amenazas de represalias por parte de Putin.
El imperialismo chino no quiere precipitar hoy un enfrentamiento con los yanquis, necesita desarrollarse como potencia militar mientras sigue penetrando comercialmente en todo el mundo. Pero se prepara por si la situación se precipita y refuerza militarmente su “patio trasero”, centrando en una eventual recuperación de Taiwán y defendiendo su influencia en Asia y el Mar de la China.
Con su política de “Covid 0” tiene confinadas a más de 100 millones de personas. Así su economía sufrió un nuevo freno que afecta toda la economía global, lo que sumado a la suba de los alimentos, los combustibles y los minerales profundiza la crisis económica que los imperialismos descargan en los países oprimidos del mundo. En ese contexto cada imperialismo trata de hacerse fuerte en lo que considera su “patio trasero” y desde ahí disputar y ganar zonas de influencia en el reparto mundial.
Los yanquis convocaron a la “Cumbre de las Américas” el 6 de junio, a la que no invitan a los gobiernos de Cuba, Nicaragua y Venezuela. El presidente de México, López Obrador, anunció que no concurriría si se excluyen países del continente. En el mismo sentido se pronunciaron la presidenta de Honduras, Xiomara Castro y Luis Arce de Bolivia, entre otros. El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, no concurriría por otras razones: su identificación con Donald Trump y su enfrentamiento con Biden en su relación con los yanquis.
El presidente Alberto Fernández, en su carácter de titular de la Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños) le pidió a EEUU que invite a todos los países de Latinoamérica. A su vez anunció que concurrirá a la cumbre.
Las dificultades de los yanquis para asegurar su “patio trasero”, son principalmente por la lucha de los pueblos latinoamericanos, en la que recibió golpes y en la que avanzaron gobiernos que no le son afines en Argentina, Chile, Perú, Bolivia, Honduras, México, entre otros y con la posibilidad de ampliarse esta lista si triunfa Petro en Colombia y Lula Da Silva en Brasil, en las próximas elecciones.
En ese contexto adquiere para ellos vital importancia la situación en la Argentina.
Durante el gobierno de Macri los yanquis avanzaron en la penetración de monopolios y bancos en nuestra economía. Ese avance se cristalizó no solo en lo económico sino en los acuerdos hechos por el gobierno macrista, subordinándose a la CIA, la DEA y otros organismos de control imperialista.
Para presionar y apretar aprovechan la gran estafa que realizaron en conjunto Macri y Trump, con el préstamo más grande de la historia del FMI, otorgado en forma ilegítima y fraudulenta y condicionando toda la economía argentina. Por eso la firma del acuerdo con el FMI no solo le da legitimidad a la estafa macrista y condena a un salvaje ajuste al pueblo argentino, sino que le da herramientas al imperialismo yanqui para profundizar su apriete imperialista.
Esto quedó en evidencia con la llegada de dos jefes del Comando Sur militar yanqui en pocos meses, reclamando cambios en la política argentina frente el avance del imperialismo chino en la pesca, la base en Neuquén, en la central nuclear, etc. Esto sumado al reforzamiento de los piratas ingleses en su base militar en Malvinas que pone a nuestro país en el centro de la disputa imperialista por el Atlántico Sur.
4. La disputa y las “grietas”
Los sectores que disputan Argentina no pueden dejar de tener en cuenta la lucha popular.
En Juntos por el Cambio Macri se coloca como dueño del espacio y pretende subordinar cuerpo a tierra a los demás sectores. En el encuentro de jefes de los monopolios en Bariloche afirmó que su afinidad seguía siendo con los yanquis, en particular con el sector de Trump, y con el imperialismo inglés. También que había que arrasar con las conquistas obreras y populares en 90 días y para esos planes empalma con el fascista Milei. Intenta unir al PRO poniendo el blanco en la UCR, en particular en el gobernador jujeño Morales.
De esto se abrieron la Coalición Cívica de Elisa Carrió y también Rodríguez Larreta, que trabaja para ser el candidato y considera que hay que ir a ese ajuste que promueve Macri, pero se necesita generar consenso de amplios sectores de las clases dominantes. Esta semana se diferenció mostrándose con dirigentes radicales en Corrientes.
Los medios de las clases dominantes se alarmaron por estos enfrentamientos. “El temor a una ruptura en Juntos por el Cambio” tituló Infobae, mostrando su disgusto por la situación.
Por el lado del radicalismo hay distintas posiciones. Su presidente, Gerardo Morales es partidario de armar un frente que dispute las PASO de Juntos por el Cambio con el macrismo.
En JxC tienen diferencias y disputas que expresan a distintos sectores imperialistas y de las clases dominantes. Pero más allá de esas disputas, tienen en común que pelean por volver al gobierno para aplicar a fondo sus recetas de ajuste salvaje y entrega nacional.
En el Frente de Todos la mayoría de los que peleamos para derrotar a Macri en las calles y en las urnas seguimos creyendo que es necesario pelear por su unidad para enfrentar a esa derecha reaccionaria y seguir la pelea para que la crisis no la siga pagando el pueblo. Sin embargo sigue abierta la disputa entre los sectores que hegemonizan el gobierno.
El sector de Cristina Kirchner golpea al de Alberto Fernández, cuestiona la subordinación a este acuerdo con el FMI y plantea profundizar el amarre con China al que considera un ejemplo de “capitalismo eficiente.”
Alberto Fernández viajó esta semana a España, Alemania y Francia buscando respaldo. Se reunió con sus mandatarios y condenó la invasión rusa a Ucrania. La revista rusa Sputnik salió a decir que Alberto Fernández es un traidor que se olvida de las ayudas que le dieron con las vacunas. Por lo que trascendió, en su búsqueda de apoyo en estos países el presidente ofreció la exportación de alimentos y abrió las puertas para la exportación de energía con capitales de esos países. Trata desde allí atraer el apoyo de monopolios como Techint, que está disputando la construcción del gasoducto Néstor Kirchner y al que le ofrece incursionar en el negocio del gas natural licuado para exportar a Europa en reemplazo del gas ruso.
Los planes del sector más reaccionario de las clases dominantes, con el apoyo de yanquis e ingleses, no se van a desbaratar acordando con el FMI, ni ofreciendo negocios a los monopolios europeos o profundizando el avance del imperialismo chino.
El camino es seguir a la cabeza de la lucha de la clase obrera y el pueblo, peleando la unidad de todos los sectores que defiendan una salida nacional y popular, manteniendo el golpe principal en esa derecha reaccionaria que expresa el macrismo y sus socios.
Manteniendo ese rumbo golpeamos juntos y aprovechamos las contradicciones entre los distintos sectores dominantes, pero no para cambiar de amo sino para avanzar en la conquista de nuestra segunda independencia. Ni amo viejo, ni amo nuevo, ningún amo.
5. Apostamos al protagonismo popular
Los medios de difusión dominante, afines al macrismo, llenan páginas de diarios y horas de radio y televisión alimentando la división política, social y cultural que recorre nuestra sociedad. La mayoría embelleciendo al macrismo y ocultando sus lacras. De lo que no hablan es del protagonismo creciente del pueblo argentino en el escenario político. Sus pantallas repiten una y otra vez el “tractorazo” impulsado por dirigentes macristas y sectores de terratenientes y ocultan los 200 cortes de ruta contra el acuerdo con el FMI, los miles que se movilizaron el 2 de abril a 40 años de Malvinas y los más de 200 mil que reclamaron por las emergencias sociales el 1° de Mayo.
Pero las clases dominantes saben que la realidad no es lo que ellos difunden. Ya lo sufrieron en la historia Argentina cuando en la mañana del 17 de octubre de 1945 los diarios gorilas titulaban sobre la alegría popular por el encarcelamiento del entonces coronel Perón, “Perón ya no constituye un peligro para el país” tituló el diario Crítica. Mientras tanto se estaba gestando desde abajo una de las más grandes puebladas de la historia argentina.
Por eso trabajan para acentuar la división popular, evitar la unidad de las luchas y golpear a los movimientos populares.
Desde el PCR venimos dando una gran batalla para que avancen las luchas y con ellas el protagonismo popular. Para que avance la unidad entre las organizaciones sociales como los Cayetanos, las luchas obreras por paritarias, las organizaciones campesinas como la FNC, las multisectoriales en defensa de la soberanía, las luchas de las mujeres, estudiantiles, y populares.
En ese proceso, encabezados por nuestro Comité Central, tuvimos importantes aciertos políticos que nos permitieron crecer y avanzar en nuestro arraigo, influencia y prestigio.
En estos momentos que son difíciles para el pueblo argentino, donde millones debaten hacia dónde debemos ir, seguimos a la cabeza de la lucha, escuchando mucho y planteando nuestras propuestas para una salida popular.
Las clases dominantes son una minoría, pero tienen todo el poder.
Para que un frente de fuerzas obreras, populares, nacionales y democráticas pueda derrotarlas es necesario seguir a la cabeza de las luchas y acumulando fuerzas. No alcanza con tener una línea justa si no hay una correlación de fuerzas que permita que se abra paso una línea que golpee con contundencia al sector más peligroso que expresa el macrismo y avance en un sentido revolucionario.
Para eso es clave la recuperación de los cuerpos de delegados y comisiones internas en los centros de concentración decisivos obreros y campesinos. Y seguir avanzando en la construcción de un PCR y una JCR de masas que tengan como objetivo ser vanguardia reconocida acumulando fuerzas para que la clase obrera y el pueblo avancen en la lucha por la conquista del poder político.
Escriben Jacinto Roldán y Ricardo Fierro
Foto: Exitoso Plenario Nacional de la Corriente de Estatales René Salamanca – CCC
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La pandemia no terminó. Avanza la vacuna nacional
La pandemia sigue su curso. Con el avance del frío en las últimas dos semanas hubo un crecimiento del 182% de casos. La ministra de Salud Carla Vizzotti el 16/5 dijo: “Estamos empezando la cuarta ola de Covid-19 en Argentina”.
No han crecido en esa medida los casos graves gracias a la vacunación, con 107 millones de dosis distribuidas en todo el país. Con una dosis suman 41 millones de personas, con dos dosis 37 millones, y con el refuerzo 22 millones.
Es importante el avance de la vacuna nacional. Actualmente existen seis proyectos de vacunas contra Covid-19 diseñadas en Argentina, cinco de las cuales tienen financiamiento del Estado. La primera en realizar ensayos de Fase I es la vacuna “Arvac-Cecilia Grierson”, que comenzó su desarrollo en junio del 2020.
Es la primera vez que una vacuna diseñada en una universidad pública argentina llega a realizar ensayos de Fase I en la que serán vacunados 80 voluntarios. Es un gran avance del sistema público de ciencia y tecnología. Es un paso hacia la soberanía sanitaria, que acabe con los chantajes de las potencias imperialistas. Un paso de la Argentina y de América Latina.
