Gustavo Petro y Francia Márquez encabezan la disputa a la presidencia y vicepresidencia de Colombia en segunda vuelta, después de un gran triunfo en primera vuelta consiguiendo el mejor resultado de la izquierda y progresista en toda su historia.
Petro y Márquez obtuvieron 8. 527.768 votos, o el 40.3% superando a su contendor en 12 puntos o más o menos 2.500.000 de votos. Se suponía que el candidato del gobierno Duque y del fascismo uribista Federico Gutiérrez iría a segunda vuelta y no fue así, apareció otro contendor, Rodolfo Hernández, y logró la votación a segunda vuelta con 5.953.209, el 28.1% mientras que Gutiérrez obtuvo 5.058.010, el 23.9%. Mientras que la coalición llamada Centro Esperanza con Sergio Fajardo obtuvo 888.585, el 4.2% fue el gran quemado, donde se encuentra el partido Dignidad antes Moir.
La lucha sigue siendo entre el fascismo y la democracia, pues en un país gobernado por una camarilla criminal encabezada por el presidente Iván Duque, con presencia del narco paramilitarismo en las instituciones del Estado, con unas fuerzas armadas que llamaron a golpe de Estado, con un país en guerra y con frágil proceso de paz torpedeado por este gobierno, con asesinatos de líderes y lideresas sociales y masacres de poblaciones por defender sus derechos, con complot para asesinar al candidato Petro y Márquez, con intentonas de suspender las elecciones, con fraude electoral detectado y denunciado en las elecciones de marzo, lograr ese nivel de votación es un triunfo muy importante pues demuestra que el pueblo colombiano no se quiere someter a sus verdugos.
El levantamiento popular del 28 de abril de 2021 o el Paro nacional, puso en tensión todas las fuerzas sociales, que con crisis multidimensional, incluyendo la pandemia por el covid19 llevo a el pueblo colombiano con hambre, miseria, desempleo y desesperación por un necesario cambio, a esa tremenda lucha contra los poderes establecidos que de una u otra manera se reflejaron en las votaciones a favor del Pacto Histórico de Gustavo Petro y Francia Márquez.
Pero esto también ha llevado a que amplios sectores de la sociedad se atrincheren en las posiciones conservadoras, atrasadas y tradicionales socialmente que les están sirviendo al uribismo fascista y a la campaña de Rodolfo Hernández, que es también la expresión de nuevos maneras del fascismo con la xenofobia, machismo, misoginia y patriarcalismo de sus opiniones y unas convicciones de las instituciones de tipo patriarcal-paternalista. Hay quienes creen que Hernández es el cambio, cuando en realidad es un intento de controlar la sociedad colombiana con conservadurismo ante el avance de las luchas de las mujeres y de los jóvenes por una nueva sociedad de democracia popular. Hoy esgrimen lo que llaman los veinte puntos de diferencia entre el uribismo y Rodolfo Hernández como una manera de tranquilizar a los votantes debido al gran apoyo que está recibiendo del uribismo derrotado en las votaciones del domingo pasado. Con optimismo, y a pesar de los rumores de fraude en las pasas elecciones, sigue la campaña para que por primera vez en la historia de Colombia una posición progresista llegue a la presidencia de Colombia y el pueblo colombiano avance en sus demandas fundamentales.
Escribe, desde Colombia, Alejandro Tapia
Hoy N° 1916 08/06/2022