1. Guerra y crisis mundial. Crece la disputa imperialista.
En Ucrania sigue avanzando la invasión del imperialismo ruso. Entre Rusia y Ucrania comercializan el 30% del trigo del mundo, el 20% del maíz y el 70% del girasol. Esto produjo el aumento de los precios y el peligro de crisis alimentaria.
El 22 de julio, el ministro de Defensa de Rusia y el ministro de Infraestructura ucraniano firmaron en Turquía documentos separados ante el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, en presencia del presidente turco, Erdogan. El documento era un acuerdo para que se puedan sacar los cereales ucranianos por el puerto de Odessa y otros dos puertos cercanos.
Al día siguiente el ejército ruso bombardeó este puerto ucraniano. Los misiles destruyeron depósitos llenos de cereales.
Rusia, que había cerrado “por mantenimiento” el gasoducto Nord Stream que provee gas a Alemania, lo volvió a abrir pero solo a un 40% de su capacidad.
En medio del conflicto con el gobierno chino, en Taiwán se iniciaron ejercicios militares con municiones reales. Son simulacros ante una posible invasión china de la que participan todos los cuerpos y ramas de sus fuerzas armadas.
Un escándalo bancario complica los esfuerzos del gobierno imperialista chino por frenar la burbuja inmobiliaria y una deuda creciente, en una crisis financiera que afecta a la segunda economía del mundo. Cuatro bancos rurales en la provincia de Henan y uno en Anhui, en el centro de China, congelaron los retiros en efectivo. Fueron bloqueados miles de millones de yuanes en ahorros, lo cual provocó protestas masivas como en Zhengzhou, donde el pasado 10 de julio, una manifestación de ahorristas fue violentamente reprimida.
En Italia, ante la renuncia del primer ministro Mario Draghi y el llamado a nuevas elecciones crece el temor en la Unión Europea por la posibilidad del avance de las fuerzas de la derecha, con mejor relación con el gobierno de Vladimir Putin.
En Estados Unidos la inflación récord de 9% anual, es la más alta en 30 años; y se habla del peligro de entrar en recesión. La Reserva Federal ya aumentó 3 veces la tasa de interés este año y esta semana anunciará un nuevo aumento que oscilará entre 0,75% y 1%. La suba de las tasas yanquis afectará toda la economía global.
En ese contexto el presidente yanqui Biden inició una gira por Medio Oriente sellando una alianza con países petroleros árabes. Declaró que “No nos alejaremos ni dejaremos un vacío para que lo llenen Rusia, China o Irán”.
La crisis económica mundial y el crecimiento de la disputa imperialista acrecientan los peligros de guerra mundial.
Los imperialismos descargan la crisis en países dependientes como el nuestro y se agudiza su disputa a nivel mundial, incluida América Latina y la Argentina.
Es muy importante seguir la situación internacional ¿Quién y dónde se decide el futuro de un país dependiente como la Argentina, donde el latifundio terrateniente y los monopolios ligados a uno u otro imperialismo tienen la sartén por el mango?
La lucha contra una nueva guerra mundial está entrelazada con la lucha antiimperialista de cada uno de nuestros pueblos y países por su liberación.
2. La crisis se agrava
La situación que vive el pueblo se agrava. Crece la inflación y aumenta la pobreza extrema. Según el Indec, una familia tipo compuesta por dos adultos y dos menores necesitó percibir ingresos por $104.216,80 (sin contar alquiler), para no caer debajo de la línea de pobreza. Estos datos son para el mes de junio, por lo que ya quedaron atrasados por el salto inflacionario de las últimas semanas. Esa “canasta mínima de pobreza” está cada vez más lejos de lo que entra en la mayoría de los hogares populares, con salarios bajos, y con jubilaciones y asignaciones sociales de indigencia.
Según el índice de la Ley de Alquileres, los contratos que cumplen el año en agosto sufrirán un aumento del 61%. Esto sumado a los aumentos en los servicios profundiza cada vez más el problema del techo. También se agrava la situación de los campesinos pobres sin tierra a los que les aumentan los alquileres y que tienen que pagar sus insumos a precios atados al dólar, que se disparó, y vender su producción en pesos devaluados.
El gobierno insiste en mantener el acuerdo con el FMI. Ahora viajó la nueva ministra de Economía, Batakis, a entrevistarse con las autoridades del Fondo buscando “flexibilidad” en las condiciones impuestas que son imposibles de cumplir. En el mismo sentido está planteada la entrevista del presidente Fernández con el presidente yanqui Biden, ahora postergada porque éste contrajo coronavirus.
Hasta ahora frente a los que se la siguen llevando en pala no ha habido medidas profundas, más allá de los discursos. No se siguió el camino del impuesto a las grandes fortunas por ejemplo, ni se aplicaron retenciones segmentadas. Por ese camino, de mantener el acuerdo y no plantarse frente a los que se la llevan en pala la derecha macrista se envalentona y redobla la apuesta.
Frente a esta situación seguimos en las calles y vamos por más. Unidad en la lucha por tierra, techo y trabajo, por reabrir paritarias y en defensa de la soberanía nacional.
Las paritarias firmadas por los gremios estaban calculadas a una inflación anual del 60%, esto ya quedó atrás cuando ya se preanuncia que mínimamente va a superar el 90%.
Los monopolios que concentran la alimentación empujan para arriba la escalada de los precios y el desabastecimiento de los productos que tienen peso dólar para la exportación como aceites y harinas. Como dijo el oligarca Federico Braun, presidente de La Anónima, frente a la inflación “Remarcamos precios todos los días”.
Ante la gravedad de la situación seguimos peleando la confluencia de las luchas por medidas de emergencia como: Congelamiento de precios y ley de abastecimiento que ponga freno a las maniobras inflacionarias y de desabastecimiento de los monopolios formadores de precios.
Mantener abiertas las paritarias y demás medidas para que los salarios, las jubilaciones y pensiones, y los planes sociales no paguen la inflación. Es necesario rediscutir las paritarias acordadas y aumentar el salario mínimo y las jubilaciones para que millones salgan de la indigencia.
Salario universal como fue el IFE para millones en Argentina que no reciben nada.
Mantener los planes sociales, reabrir las altas y ampliar los cupos de las organizaciones sociales.
Son medidas de emergencia que debemos conquistar peleando la confluencia de la lucha popular.
3. El macrismo acelera sus planes para volver
Los poderosos sectores de las clases dominantes que expresa el macrismo aceleran sus planes de volver al gobierno. Se aprovechan del callejón sin salida que es el acuerdo infame con el FMI, y la falta de medidas que toquen a fondo y concentradamente a esa minoría oligárquica que se la sigue llevando en pala.
No es cierto que en Argentina la crisis sea para todos. Hay una minoría que está ganando plata como nunca. Ese puñado de terratenientes, monopolios de los agronegocios y exportadores de granos, monopolios petroleros y mineros que se roban nuestras riquezas, Bancos que se llenan los bolsillos con el festival de bonos y coordinan corridas bancarias. A estos sectores les va mejor que nunca.
Es una minoría poderosa que tiene los principales medios de difusión haciendo campaña permanentemente y que tiene un programa de gobierno que enunció Mauricio Macri en Bariloche: reforma laboral que le quite conquistas a los trabajadores, reforma previsional que castigue aún más a los jubilados, entrega nacional frente al imperialismo y represión para el que se oponga.
Este operativo destituyente está en marcha. Las fórmulas son conocidas en la Argentina: inflación, desabastecimiento, y una campaña mediática que justifique sus planes.
Y si no lo logran, van madurando la pera para comérsela en las elecciones de 2023.
Nunca un golpe en la Argentina fue a favor del pueblo, siempre nos trajo más sufrimientos.
No es posible unir al pueblo frente a enemigos tan poderosos sin resolver la grave crisis económica y social que se ha profundizado. Para resolver las emergencias, defender nuestra soberanía y derrotar a esa derecha destituyente es necesario conquistar medidas como impuestos extraordinarios al patrimonio de los grandes terratenientes y a los monopolios exportadores, y romper el acuerdo con el FMI y los acuerdos antinacionales con todos los imperialismos.
4. Los ataques a las organizaciones sociales y la confluencia de las luchas
Para esa derecha reaccionaria que expresa el macrismo las organizaciones sociales son un enemigo declarado. Sobre todo los Cayetanos, que fueron la principal oposición en las calles durante su gobierno, y le arrancaron con la lucha la emergencia social.
Para avanzar con sus planes y su programa el macrismo quiere destruir los movimientos sociales, para eso empuja una gran campaña mediática demonizando las organizaciones y usa sectores que controla en la Justicia y la Policía Federal. Por eso la jueza Alicia Vence actuó en una causa trucha en función de los intereses del macrismo.
La rosca judicial macrista lanzó un desproporcionado operativo con la Policía Federal con escuchas telefónicas, allanamientos a comedores y domicilios de dirigentes de la CCC y una gran campaña mediática.
Para que no queden dudas que era un operativo coordinado, cuando todavía no habían terminado los allanamientos, y en esos domicilios solo estaban los ocupantes y la Policía Federal, ya en los medios del grupo Clarín se anunciaba lo que se había encontrado.
En consonancia con eso, en Jujuy, el fascista gobernador Morales lanzó a través de su justicia adicta una cacería sobre los movimientos sociales de esta provincia. Esta vez ni siquiera se tomaron la molestia de hacer una denuncia trucha. Actuó un fiscal “de oficio”. Morales, mantiene en la cárcel a Milagro Sala como rehén, mientras tiene estrecha relación con el grupo Blaquier del Ingenio Ledesma, responsable de crímenes de lesa humanidad en lo que se llamó “La noche del apagón” y que están hasta hoy impunes.
En esa campaña mediática cuestionan también el aporte de las y los compañeros a sus propias organizaciones. Los carteles en la marcha de los Cayetanos a tribunales este jueves 21 con leyendas como “Yo aporto voluntariamente para que los pibes coman” demuestran el grado de conciencia de esas masas que se movilizan.
La matriz oligárquica del macrismo le impide comprender que los trabajadores defiendan y aporten voluntariamente a su organización, y los atacan con los mismos argumentos que hace 150 años los oligarcas de entonces condenaban los aportes de los trabajadores a los primeros sindicatos.
Fue unánime en todo el país la respuesta de la CCC y el resto de las organizaciones sociales. Y fue extraordinaria la gran solidaridad recibida de todas las organizaciones sociales, sindicales, de derechos humanos, legisladores, partidos políticos, de sectores de la Iglesia, del presidente de la Nación y de otros funcionarios, y de amplios sectores del campo nacional y popular.
Esto es muy importante para desenmascarar la maniobra del macrismo y otros, aunque estos ataques no se van a terminar, porque necesitan destruir a las organizaciones sociales para imponer su política de hambre, entrega y represión.
La conferencia de prensa en respuesta a los allanamientos a la CCC realizada el jueves 7 en el Congreso de la Nación fue un hecho muy importante, que expresó no solo una respuesta política, sino que es posible avanzar en la confluencia de la lucha por las necesidades populares.
La feria de las organizaciones populares y el acto de cierre del 14/7, y la marcha de los Cayetanos a los tribunales de todo el país el 21/7 contribuyen en la pelea para avanzar en la confluencia de las luchas. Están en curso los preparativos para una nueva marcha desde San Cayetano el 7 de agosto, que será un hito en la pelea por tierra, techo y trabajo.
La CGT ha convocado una marcha del Obelisco al Congreso el 17 de agosto. Anunció que será sin acto ni oradores.
Pablo Moyano declaró que “No es una marcha en contra del gobierno, pero si decirle a Alberto, a nuestro gobierno; Es el momento de frenar a estos tipos de AEA (Asociación Empresaria Argentina) de sentarlos en una mesa y decirles ¡viejo hasta acá se llegó! no se puede seguir jugando con las necesidades de la Argentina”.
Varios gremios, entre ellos la UOM, están reclamando reapertura de paritarias.
Crecen las condiciones para la confluencia de las luchas y avanzar en las conquistas populares.
5. Abrir un rumbo liberador
En las masas va creciendo la bronca y la rebeldía. El hambre no espera, los niños que mueren por desnutrición tampoco.
No nos quedamos esperando, desde las calles seguimos peleando la confluencia de las luchas para conquistar medidas a favor del pueblo y de la patria.
Seguimos a la cabeza de la lucha por las emergencias y en defensa de la soberanía nacional y las libertades democráticas.
Lo hacemos dirigiendo el golpe principal a esa derecha reaccionaria que expresan el macrismo y sus socios.
Desde el PCR, su JCR, y las organizaciones de las que formamos parte venimos a la cabeza del combate popular en todo el país y peleando la unidad con todas las fuerzas nacionales y populares.
En esas luchas trabajamos para que avance el protagonismo que han ido conquistando amplios sectores del pueblo. Que se recuperen cuerpos de delegados, que se designen en donde no existen, para avanzar en ese camino.
Al calor de esas luchas peleamos por unirnos estrechamente con las masas obreras, campesinas y populares. Porque todo lo que lleve al PCR y su JCR a separarse de las organizaciones ligadas a los procesos de masas genera una desviación peligrosa.
Defendiendo este principio de no perder contacto con las masas peleamos la acumulación de fuerzas revolucionarias. Un Partido grande que sea vanguardia reconocida de las masas en la lucha por su liberación.
Los ecos del gran acto por los 50 años de la JCR, que tanto alarmaron a los voceros de las clases dominantes por la televisión, son señal de que es posible seguir avanzando por ese camino.
Escriben Jacinto Roldán y Ricardo Fierro
Foto: Jornada de lucha contra la persecución a la CCC y las organizaciones sociales. Acto frente a Tribunales en CABA