El gobierno con el acuerdo que hizo con el FMI, legalizó la estafa de Macri. Esto lo habilitó para que esté jugando en condicionar la campaña electoral del 2023. Para eso lanza su libro. Como dijimos, Macri concentra en este libro los conceptos del programa de gobierno de Juntos por el Cambio: reformar el sistema legal laboral, previsional y fiscal de la Argentina, para un déficit cero, su lema “somos el cambio o no somos nada”. Respecto de la interna que está planteada en Juntos por el Cambio, agrega por fuera del libro, que él va a jugar con quien garantice el cambio. O sea, condiciona el contenido de la campaña y del que pretende el futuro gobierno, por otro lado se ubica como árbitro de los candidatos, y en definitiva está dispuesto a entrar a la cancha.
Esto ya lo dijimos, lo que quiero desocultar hoy es una forma en la que está escrito este libro, que hace a la psicología y a un objetivo de preparación de cuadros con la que trabaja Macri. Está en una clave muy intimista y un método que él utilizó desde la creación del PRO, con esa fundación Ser y Pensar, que dirige Francisco Cabrera, hecha a imagen de la Fundación para el Análisis de los Estudio Sociales (FAES), que usa el Partido Popular español. Con esta fundación armaba reuniones, seminarios tipo retiros espirituales, los que giraban alrededor de personajes que hubieran vivido situaciones límites y sacado conclusiones útiles a sus objetivos políticos y de modelo social. Por ejemplo, llevó a los ex rugbiers uruguayos que sobrevivieron en Los Andes, les hacía contar sus experiencias de vida e iban influyendo en los cuadros jóvenes del PRO, llevándolos a una militancia semi fanática.
En este libro ese rol lo cumple él mismo, partiendo del secuestro que vivió por ser hijo de Franco Macri, así señala: “uno nunca sabe cuándo va a encontrar su verdadera pasión, aprendí a no aceptar lo heredado… la vocación es como el amor, es una vibración interna. Yo encontré por qué ser presidente de un club, por qué cambiar una ciudad y ahora por qué cambiar un país… Es el misterioso camino hacia la felicidad”.
Quiero decir que este hombre es peligroso no solo por las ideas y por lo que manifiesta sino porque se propone concentrar un núcleo de cuadros en el PRO imbuidos de este fanatismo. El dice que las piedras van a venir –se refiere a lo que sucedió en el Congreso en 2017 y pensando que van a retomar el gobierno-, pero hay que estar claros de nuestro para qué. El prepara a este grupo de cuadros en la forma dura del para qué. Así como tienen a los copitos largados en la calle y otros grupos fascistas de choque, él prepara al grupo duro de cuadros dentro del PRO como el núcleo de la alianza que nuclee la derecha en un arco amplio.
De Renzis: No es el único sino que Rodríguez Larreta acordó con el radicalimo, en un trabajo de Coti Nosiglia donde aparece Lousteau haciéndose cargo de la candidatura en la ciudad, que le permiten ser a Larreta el candidato de un espacio más fuerte políticamente que es la estructura del Partido Radical. Por el otro lado, se viene complicando a pasos agigantados porque quedan también en este acuerdo, Santilli como candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires con un radical de segundo y entonces aparecen todas las discusiones internas porque la fórmula sería Rodríguez Larreta-Morales y el colorado Santilli con alguien más del radicalismo que está en discusión. Algunos quieren poner a Manes, otros dicen que no y por el otro lado aparece Patricia Bullrich, que está a la pesca de ver que puede ser. Está el primo Jorge Macri, que tampoco tiene lugar definido, está la ex gobernadora de la Provincia María Eugenia Vidal, tienen unos líos bárbaros. Además, están temblando que las PASO se volteen porque saben que se pelean todos contra todos. Ahora, aunque las PASO se hagan porque el Presidente está decidido a hacerlo y en todo caso tendría que debatirse en el Congreso y no estarían los votos, en el mientras tanto lo que estás marcando es que Macri se quiere diferenciar diciendo que es el más malo y que lo voten a él.
Arnoldo Gómez: Macri no va a aceptar jamás que se le entregue la Capital a un radical, que fue el centro de su construcción política durante 20 años.
De Renzis: Además se lo dijo. Fijate que el que hizo causa común con Macri es Cornejo, y ahora está siendo repudiado por todo el radicalismo por apoyar a Macri.
Arnoldo Gómez: Claro, pero Cornejo es el hombre que dice “nosotros nos quedamos con los flecos” que son las provincias, pero no le cuestionen la Capital porque ahí cuestionan el origen del PRO. Este es un tema muy de fondo porque además Macri no es bobo. Calculá un Larreta presidente sin la Capital, ¿que tiene Larreta propio?
De Renzis: Acá el negocio es este, la tercera caja del país es la Ciudad de Buenos Aires, la primera es la Nación, la segunda la provincia. Entonces, el negocio es así, yo te entrego la caja de la provincia y la caja de la Nación, entonces déjame la caja de la ciudad.
Arnoldo Gómez: Si ganas la provincia…
De Renzis: Ahora lo que decis es cierto, la ciudad la tienen segura, el resto no.
Arnoldo Gómez: La ciudad ha sido la base de su construcción política y los tesoros propios nunca se entregan.
De Renzis: En el fondo lo que Larreta está pensando es “si no es para mí, no es para nadie”. Y apareció Carrió diciendo “si no me convencen voy a ser candidata”, y López Murphy…
Arnoldo Gómez: Ahí es cuando Macri manda a Bullrich a dinamitar todo. Y ahora convoca al desayuno de la unidad.
De Renzis: No se Bullrich cuantas chances tiene porque se acaba de detectar un faltante de 29 millones de dólares en la compra de cuatro lanchas a Israel cuando era secretaria de Seguridad con Macri, pero ahora eso se va a trasformar en una causa penal.
Arnoldo Gómez: Macri tiró todo para que se agudice la interna y él quedó como el árbitro, donde condiciona el contenido de la campaña con esto que dice en su libro, arma el núcleo fuerte de sus cuadros históricos y a partir de ahí juega, como mínimo de árbitro, y ahí verá si entra a la cancha o no.
De Renzis: Vamos a repetir el nombre del libro, Para qué. Para qué hace todo esto.
Arnoldo Gómez: Para colocarse como árbitro de la fuerza que él fundó. Y para destruir el país.
