Así anda la economía. Una situación más que difícil para las grandes mayorías. La contracara, un Viva la Pepa para la ínfima minoría de siempre.
Nada nuevo bajo el sol
El clima da para todo. Y hoy nos castiga con sequías y heladas tempranas. Sufren los cultivos. Algunos productores perderán todo. La oligarquía terrateniente buscará (y encontrará) sobre quienes descargar la tempesta.
El Mundo emergió de la Pandemia mostrando, descarnada, la peor (y auténtica) cara de los poderosos. Un desenfreno de injusticias y desigualdades. Que crece y crece, superándose a sí misma.
Los Precios
¿Cuál es el límite de la voracidad? Para “nuestros” voraces su angurria es ilimitada. Depende de nosotros ponerle freno. Cuánta tinta derramada para explicar (y justificar) las causas de la inflación. Y buscar los remedios para domarla. Cualquier cosa, menos ponerle nombre y apellido a sus responsables.
Burlas y trastadas
Todos los colchones, de todas las marcas, todos los días del año están en promoción y se venden al 45% de su precio de lista. Una verdadera pichincha. Interrumpo esta redacción para correr a comprarme dos.
2X1. Así venden de jueves a domingo las cadenas de supermercados los pañales para bebes. Si lunes, martes o miércoles te surge una urgencia tendrás que pagarlo el doble.
El celular y el cable cuestan según la cara que ponés. Tan solo con la amenaza de mandarlos al Diablo te ofrecen descuentos y más descuentos con tal de retenerte. Eso sí. La oferta arranca el mes que viene. Este mes a pagarlo al 100%. “Nuestra” Justicia jamás se equivoca. Por tanto aceptó la cautelar de Telefónica y suspendió el DNU 690/20 que declaraba Servicio Público Esencial al Internet y la Telefonía. Amparo para los prestadores. Desamparó a los millones de usuarios. El club de los monopolios acaba de difundir el Manifiesto Industrial TIC reclamando la derogación lisa y llana del DNU y exigiendo la libertad para fijar los precios. Como si no la estuvieran ejerciendo…
En estos tres casos los precios de lista son delirantes. Los grandes jugadores, que de ellos se trata, se manejan según sus pretensiones. Sin vincularlos con los costos reales. Ofertas engañosas. Y, lo más perverso: 20 precios diferentes para el mismo producto.
Si pasa, pasa
Algunos bolicheros pícaros festejan su pillería. La sintetizan así: silavaVa. Si no te das cuenta, te ensartan. Una inocentada si la comparamos con las sistemáticas artimañas de los monopolios para hacerse de una libra de nuestra carne.
TELECOM (asociada a Clarín), para que mantenga mi abono, me premia con el 85% de descuento. Con el nuevo precio del Servicio aún así sigue ganando. ¿Cómo admitir que mientras no me queje me está cobrando un 566% más y no reciba siquiera un tirón de orejas?
¿Nadie registra estas prácticas? ¿A cuánto ascenderán su incidencia sobre la inflación?
Sorpresas te da la vida
Si alguna vez supusiste que el Precio tiene alguna relación con los costos, estos ejemplos desnudan que casi nunca es así. En la reciente lucha salarial del neumático se comprobó que la incidencia de la mano de obra en el precio final del rodado era de apenas el 2%. Pero las tres patronales resistían a brazo partido el aumento a sus operarios.
El desenfreno por el lucro está en la esencia del capitalismo. Y se desorbita en la actual fase imperialista. Para alcanzar la justicia social es imperioso confrontar con esa maquinaria para la eterna inequidad.
Rodeados como estamos de tantos republicanos tuertos no estaría demás recordarles a estos hipócritas el Art. 14 bis de la Constitución vigente. En particular el párrafo que determina que los trabajadores tendrán “…participación en las ganancias de las empresas, con control de la producción y colaboración en la dirección…” ¿Quién sino ellos podrán constatar los abusos de los formadores de precios? Obviamente, de esto nadie habla.
Funes, el memorioso
De un cuento de Borges. “Gracias” a un fuerte porrazo el paisano Irineo Funes lo recuerda todo. Hasta sus ínfimos detalles. Tanta cantidad de información le satura la razón. Por tanto no puede aprender nada nuevo. Y mucho menos pensar.
Algo parecido le pasa a Daniel Funes de Rioja. El Presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA) está tan compenetrado en su papel de correveidile del Poder real que, ni siquiera, procura una argumentación “creativa” para justificar la andanada antipopular y antinacional. Secuaz del macrismo, para Daniel, las grandes alimentarias de la COPAL son víctimas de las circunstancias. Sobre las que nada tienen que ver. Ni nada pueden hacer.
Los “reformadores”
Van por más. Macri avisa. Su autocrítica, no haber sido peor. Amenaza con descargar en los primeros 90 días de un pretendido segundo Gobierno las diez plagas de Egipto.
Las Reformas reaccionarias que pregonan resultarán en un brutal aumento de las injusticias. Siendo que muchas de estas “novedades” vienen ejecutándose de hecho. Y socavando viejas conquistas.
Los trabajadores bajo convenio pierden cotidianamente contra el extravío inflacionario. En diciembre los jubilados recibirán un aumento trimestral del 15,6 % a pesar que la inflación de estos últimos meses fue muy superior. Otro tanto ocurrirá con los planes sociales. ¡Y qué de quienes sufren en la informalidad!
La flexibilización laboral implica retrocesos de todo tipo. Para muchos, la jornada de 8 horas es cosa del pasado. Se ha generalizado la inestabilidad. Cuántos van a trabajar aún enfermos. El despido es sinónimo de desocupación. O de un nuevo empleo con menor salario y peores condiciones contractuales.
Por todos lados la misma receta. Los sectores dominantes imponen sus “Reformas” de hecho o derecho. Se han pintado la cara contra los “abusos” de los de abajo. ELLOS, benevolentemente, nos protegen de nuestra desmesura. Y recitan la gastada promesa del derrame. Que a ellos les vaya bien para que quizá goteen.
No hay solución gremial Sin solución política
Sabias palabras que le dieron marco al Acto de la UOM en Pilar. ¿Existe acaso una sola de las afrentas que nos castigan que no se deriven de la Dependencia y del latifundio? En consecuencia, no tenemos otra que enfrentar a pié firme a los enemigos del Pueblo y de la Patria.
No hay solución política sin denunciar la Deuda odiosa y por tanto repudiar el Acuerdo con el FMI. Acuerdo que implica ajustes, devaluación e inflación. Con más múltiples concesiones a los sectores exportadores. Pagar esa Deuda nos condena a una matriz primarista y de desindustrialización.
Un título a varias columnas del Clarín: “Por las trabas a la importación faltarán útiles escolares en marzo”. Por la boca muere el pez. En el afán de castigar al Gobierno el escriba suelta una confesión. Naturaliza que la Argentina deba importar útiles escolares sin preguntarse “cómo puede ser que nos los fabriquemos en el país”. Un industrial PyME recorre los canales de TV. Cuenta que debió licenciar al personal ya que no consigue el insumo para fabricar clavos. ¿La razón? ¡¡¡Su proveedor ACINDAR, no logra importar alambre!!!
Competencia en la época de los monopolios
Nos quieren hacer creer que gracias al Mercado la vida es más sabrosa. Una virtuosa panacea que todo lo encamina. A pesar de ese bálsamo se suceden las crisis. Ahora estamos sumergidos en una morrocotuda crisis. Pídanle al Mercado que nos la quite de encima.
Hete aquí estos dos rasgos característicos de la época del Imperialismo. Uno, los barones de las finanzas son los bastoneros entre los sectores dominantes globales. ¿Mayor irracionalidad de que el humo prevalezca sobre los fierros?
El otro, desaparecida la libre concurrencia, las Potencias y los Monopolios disputan entre sí a sangre y fuego. Lo que no excluye los múltiples acuerdos subterráneos para arruinarle la vida a las alegres criaturitas de Dios.
Los impunes
Algunos sectores son expertos en lastimarnos al paso, operando por debajo de la línea de detección del radar. Mencionemos dos.
El despliegue especulativo y usurario de los Bancos no debe ser consentido un día más. Negociados con plata ajena que impactan en el conjunto de la situación económica.
Los monopolios farmacéuticos disfrutan de su condición de intocables. Supimos contar con la fábrica nacional de medicamentos que creara Ramón Carrillo. Tuvimos un parque industrial que investigaba y sintetizaba fármacos. Actualmente nada de eso subsiste. La inmensa mayoría de los remedios se importan. Llegan de China en tachos de 5 kg. Una vez fraccionado ese envase puede rendir hasta 500.000 dosis. Los demenciales márgenes de ganancia pueden ser determinados con inapelable precisión. Mientras tanto estos Laboratorios destruyen la economía del PAMI y las Obras Sociales. Y vía el aumento de las cuotas la de los afiliados a las Prepagas.
Agenda contra Agenda
ELLOS, el enemigo, aplica su Agenda a como dé lugar. Disponen de poder de fuego y lo emplean. El Poder real pone en juego sus poleas en el Estado con la mira puesta en recuperar el Gobierno el próximo año. Una Corte Suprema desatando provocaciones. Y el accionar de sus Medios recalentando el ambiente. Van de operación en operación. Así hasta que consigan lo que buscan.
No debiéramos quejarnos porque ELLOS hagan la suya. Debiéramos preocuparnos si NOSOTROS no hacemos la nuestra. Porque en nuestra Patria también contamos los sectores nacionales y populares. Que expresamos los intereses de las grandes mayorías.
Agenda contra Agenda. Pasemos en limpio Nuestra Agenda y pongámosla sobre la Mesa. Ante la crisis y el accionar de ELLOS son tiempos de contraofensivas.
Unidad alrededor de las Banderas de la Soberanía, la Independencia y la Justicia Social en el camino de la Libración Nacional y social. No al Ajuste del FMI. Desconocimiento de la Deuda fraudulenta. Soberanía en el Paraná, el Río de la Plata y el Mar Argentino. Defensa del patrimonio minero e hidrocarburífero. Protección de nuestro Ambiente. Aplicar todo el rigor de las leyes a los agiotistas y acaparadores. Y una respuesta inmediata frente al Hambre de alimentos, de techo, de tierra que padece nuestro Pueblo.
Quizá no nos conformen algunas candidaturas hacia el 2023. Pero no nos caben dudas de que debemos derrotar el operativo retorno de Macri y los suyos. La única garantía de la que SÍ disponemos es conformar y fortificar el “Bloque Agenda”. Y así continuar la batalla, cualquiera sean las circunstancias que se nos presenten.
Escribe Sebastián Ramírez