En este día quiero recordar a todos los compañeros que dejaron su huella en los distintos sectores de la empresa, en especial a los que perdieran la vida en ese 14 de junio del 2004, producto de la desidia y la corrupción, al cumplirse 4 años de esa trágica noche, una de las más largas de nuestra historia dado que ese turno no ha terminado su jornada laboral y hay 14 compañeros que siguen esperando que la justicia señale a los verdaderos responsables políticos y operativos que aún siguen impunes.
Lo hago del fondo del socavón desde donde compartíamos día a día el trabajo y la amistad, en especial la lucha por recuperar nuestra empresa, mientras que algunos que hoy se llenan la boca hablando de los mineros, en aquel entonces apoyaban políticas de entrega dentro de la misma.
Como es mi costumbre digo lo que pienso. Aunque esto suene duro lo hago con la intención que hoy estamos -mañana y pasado también- gritando bien fuerte ¡justicia compañeros!
Que nuestra voz rompa el silencio como las lámparas rompen la oscuridad de la mina, porque no hay peor oscuridad que el olvido, porque no me resigno a su justicia arreglada, porque la espera se hace larga y el silencio aturde, porque ellos quieren que me calle, porque mi silencio les ayuda a golpear al indefenso.
Es por eso que debemos permanecer, ya que esto lo vamos a lograr si los trabajadores participamos -organizada y masivamente- en esto que es un desafío, porque pidiendo justicia golpeamos al poder, el mismo poder que mira hacia otro lado cuando se trata de hacer justicia a los humildes. Solamente con el juicio y castigo a todos los responsables políticos y operativos habrá terminado esa noche más larga de la historia.
Un abrazo para todos.
02 de October de 2010