En la extensa nota a Hugo Yasky publicada por el semanario Nuestra Propuesta del 29 de mayo pasado, que comentamos en nuestra edición anterior, el "reporteado" se extiende en sus explicaciones del apoyo a la política kirchnerista, con las que quiere "orientar" a la CTA.
Yasky parte de afirmar que "la actual etapa es cualitativamente distinta" a la de "los 90", "porque en América Latina se empieza a dar un rechazo al neoliberalismo". Lo cual es cierto, como también es cierto que eso es producto de la lucha obrera y popular en cada uno de nuestros países. Pero de ahí a afirmar que los "emergentes" de las "expresiones populares que se han construido en esta etapa… son Lula, Chávez, Tabaré, Ortega, Correa, Morales, Bachelet y el propio Kirchner", hay una gran distancia.
Para Yasky todo da lo mismo: "desde el socialismo del siglo 21, hasta el neodesarrollismo que expresa el Gobierno Nacional". Lo importante para definirlos como "expresiones populares", sería "un denominador común: no hay subordinación automática a los dictados del imperialismo yanqui". Es decir que no importa si se subordinan a otros imperialismos y hasta al mismo imperialismo yanqui, si esta subordinación no es "automática".
Yasky no diferencia entre quienes pueden ser una expresión genuina del antiimperialismo, aunque sea limitadamente, de quienes expresan a sectores del bloque dominante opuestos al imperialismo yanqui, limitadamente por eso mismo. Así, metiendo a todos en la misma bolsa (desde Chávez y Morales a Lula y Bachelet), Yasky quiere justificar su apoyo al kirchnerismo. Es más, en nombre de la lucha contra el neoliberalismo Yasky va a terminar defendiendo el gatopardismo neodesarrollista: "Son bienvenidas todas las iniciativas que aporten a avanzar en la construcción de la base material… para… dejar de ser el patio trasero de EE.UU." ¡Ni Brezhnev ni Teng Siaoping pudieron haberlo dicho mejor!
Es cierto que podemos golpear juntos incluso con sectores del bloque dominante en acciones como la que protagonizamos contra Bush y el ALCA en Mar del Plata, o para defender a Bolivia o Venezuela contra el golpismo proimperialista. Pero de allí a apoyar a esos sectores o a embellecer sus políticas proimperialistas, aunque no sean "automáticamente" proyanquis, hay una distancia enorme que Yasky no tiene empacho en recorrer. Y, sin sonrojarse, después va a decir por separado que: "Agustín Tosco afirmó que la clase obrera no nació para ser furgón de la burguesía, eso impregnó y guía nuestro accionar." ¡Si Tosco se levantara de la tumba!
Errata
Por un problema técnico en la nota del número anterior apareció truncado el último párrafo, que dice:
"El retrotraer la situación al 10 de marzo es una consigna justa porque las retenciones perjudican principalmente a los pequeños y medianos productores, más aun a los que tienen que trabajar en tierra de otros pagando un arriendo o quedándoles solo un porcentaje del rinde, y a los que producen en las tierras de menor fertilidad. Por supuesto que es una consigna en la cual acuerdan los terratenientes y pools, pero no por eso los explotados y oprimidos del campo deben dejarla de lado, porque sobre sus espaldas es en definitiva donde se descarga el principal peso de las retenciones. Retrotraer la situación al 10 de marzo es hoy la consigna clave en la lucha porque las retenciones sean segmentadas y coparticipables, uniendo este reclamo chacarero y federal a la pelea por la estatización de los monopolios imperialistas (Cargill, Nidera, Monsanto, Danone, etc.), una reforma agraria integral, y salarios y condiciones dignas para los obreros rurales."
