Graciela comienza contándonos que “En Misiones hubo un poco de reactivación, porque la provincia hizo mucha plata en la pandemia. Acá se siguió laburando la madera, también los obreros rurales, en las condiciones que fuera, pero siguieron laburando; nunca se dejó de producir”. Por eso, cuenta la compañera, reclaman trabajo para las compañeras y compañeros “Hemos firmado este año un nuevo contrato para limpieza, casi 100 millones de pesos anuales. Y hemos avanzado con otras propuestas, para armar proyectos productivos que le echen plata a un núcleo pequeño de personas.
La pobreza abunda por donde vos le mires. El hambre no es un discurso barato que repetimos algunos dirigentes, como dijeron estos días en los medios. Existe, hay pobreza. En Posadas, antes del gobierno macrista se hicieron miles de viviendas, y hoy
hay muchísima gente metida en esa jungla de cemento, que no tiene para comer. Yo siempre les digo a los funcionarios que muestran lindos números: hagan territorio, vayan a los barrios, hablen con la gente y vean cómo se vive ahí, es el mejor Indec que puede haber”.
La compañera dice que el centro del empleo es la producción yerbatera, el té y la madera, y que en Posadas “se vive de la construcción o del comercio. La obra pública está parada; lo poco que se hace es con grandes empresas que toman muy poca gente, a los que superexplotan. En el comercio, en Posadas cerraron más de 500 comercios, y sólo unos pocos reabrieron. Inclusive los profesionales andan golpeando puertas.
Esta situación dejó miles de personas sin trabajo, y esos son los que se encolumnan en las organizaciones sociales, que los pueden tildar de ‘planeros’ pero vienen con tarjeta de la obra de oficial especializado, llenos de títulos, pero no tienen laburo.
“La Corriente viene en Misiones en una lucha histórica por trabajo formal. En algunos sectores, más vinculados a lo agrario, tratamos de fortalecer la economía popular, para la producción de alimentos para consumo y que los compañeros puedan vender. En la gran ciudad la economía popular cuesta muchísimo más. Las compañeras terminan vendiéndose los almohadones que hacen entre ellas y no recuperan ni los costos,
Dice Graciela que una pelea importante es por un plan de viviendas populares, porque “en Misiones hay más de 100,000 familias que no tienen un techo digno”. El planteo es que pague el gobierno provincial, o que consiga fondos del gobierno nacional. “Nuestra propuesta es que sea con insumos locales. Para reactivar y generar más mano de obra a través de los aserraderos. La propuesta es escalonada de acuerdo al tamaño del municipio, y en ese camino estamos avanzando, teniendo reuniones. Si queremos hablar de que queremos reducir la pobreza, la salida es el trabajo.
Elecciones
La compañera De Melo nos cuenta que en la provincia las elecciones son en mayo, y “tenemos que presentar las listas en febrero, así que estamos casi todos los días con reuniones del Frente, charlando con todo el espacio, a ver cómo nos posicionamos también con el PTP y el PCR dentro de ese armado. Estamos abogando para que realmente no quede un frente meramente electoral. Principalmente nuestra propuesta es que haya un frente político, que debata, que diseñe estrategias para proponer políticas profundas, porque está fea la cosa.
“La gente no se conforma más con el discurso de que vamos con todo contra la derecha y te preguntan, ¿para qué? Porque tengo tres años del gobierno, pero nosotros no podemos llegar a 15 días al mes, que la inflación todos los días y el ajuste viene por los de abajo. Seguimos ratificando, que estamos adentro del Frente de Todos y que vamos seguir estando ahí, pero tenemos que decir lo que pensamos. Queremos un Frente en el que los que salgan elegidos lleven el mandato de la mayoría. Esa es la propuesta que tenemos. Nos está yendo bien, porque el Frente de Todos va a estar y van a estar todos los espacios que lo veníamos conformando.
El trabajo de la CCC se extiende por toda la provincia
Graciela dice que “estamos en el 90% de los municipios, también hemos entrado en muchísimas comunidades originarias, y en el sector estatal. Estamos donde tenemos que estar. Porque donde hay una necesidad, donde hay una lucha, ahí tenemos que estar. Después se va organizando al calor de la lucha, incluso los frentes que veníamos conformando en la provincia, porque ha servido para organizar a nuestro pueblo que lucha por sus derechos.
“Una gran magnitud de compañeros y compañeras se van sumando a nuestras filas con alguna esperanza, la están pasando muy mal y encuentran un espacio donde estar, plantear, debatir y decir lo que piensan, eso ya es importante para cualquier grupo de personas en cualquier rincón de la provincia. Porque la provincia no es lo que pintan. Si bien tuvo algo de reactivación sigue habiendo pobreza y necesidades por donde la mires y hay que seguir organizándose para ir conquistando derechos”.
Semanario Hoy N° 1949
