La compañera Valeria comienza enmarcando la situación en el Astillero, donde “Tenemos una situación bastante complicada. Estamos prácticamente parados, esperando si podemos firmar algún contrato de trabajo para este año”, lo que considera complicado teniendo en cuenta que “tenemos las elecciones presidenciales, y que el Frente de Todos no está muy consolidado. Hay descontento. Se entiende que todo esto viene de arrastre. Este gobierno, después de que luchamos tanto para que ganen, para cerrar a la derecha, no tuvo tiempo de gobernar que ya les cayó una pandemia”. La compañera afirma que “no estamos en muy buen momento general en la fábrica. No por ganas de los trabajadores, sino que lamentablemente, no hay decisiones políticas a favor del Astillero. Ahora salen a decir desde el Inidep (Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero) que quieren comprar los barcos afuera, cuando tenemos los astilleros parados. Por eso es complicada la situación. Nosotros haremos lo posible para no volver atrás. Pero si esto sucede, todos los compañeros del Astillero la tenemos clara de que somos el centro principal porque se quedaron con las ganas de dinamitarlo”.
Sobre la situación de las trabajadoras, lo primero que cuenta Valeria es que “si bien entraron algunas trabajadoras, durante la pandemia y después, incluso egresadas de la escuela técnica del Astillero, como se jubilaron otras, seguimos siendo entre 350 y 400 las mujeres que trabajamos en el Astillero. Seguimos luchando para que las compañeras que entren, o las que ya están, se sigan pasando a producción.
“Hemos avanzado en pasitos muy pequeños para que compañeras se sumen a producción directa. Es decir trabajando arriba del barco, en los talleres, no como apuntadoras, no haciendo trabajos administrativos dentro del taller. Tenemos compañeras en soldadura, en reparación en dique, mecánica, alistamiento, bobinaje, mantenimiento mecánico. Todavía son mínimas las compañeras que están en producción. El grueso está en la parte administrativa y servicios, en el jardín, la escuela, la enfermería, etc.
“También fuimos avanzando en la pelea por poner en funcionamiento, el año pasado, el protocolo contra la violencia dentro del Astillero, junto con un equipo interdisciplinario.
Venimos trabajando con ese equipo, se empezó a aceptar la ley Micaela, comenzamos por el personal superior, todo lo que es gerencia, jefes y demás, después seguimos con supervisión, esto es como terminamos el año. Y este año llegamos -esta semana es la tercera clase- para la parte de la escuela técnica, para los profesores, instructores. Y después de esto, una vez que termine el área de servicio, vamos a empezar con el resto del personal. Hasta ahora pudimos llegar a 600 compañeros y compañeras. La idea es seguir con todas esas áreas y el resto de los compañeros y compañeras para poder terminar con la Ley Micaela y a la vez tratar de hacer un seguimiento de lo que ya se fue dando”.
Condiciones de trabajo
Sobre las condiciones de trabajo, la compañera nos relata que “El sueldo es igual al de los compañeros, pero hay diferencia al momento de llegar a una categoría, a un puesto de gerencia, de jefe de área, o de supervisor. Durante el año pasado, casi finalizando el año, dos compañeras de 18 años y la otra con 19 en la empresa lograron tener la categoría de supervisión. Esto fue por una lucha de los compañeros. Los mismos compañeros del área hicieron paro en el sector para que les otorguen la categoría y no traigan un supervisor de afuera.
“El reclamo de las compañeras, más que nada, es el acceso a las categorías, que sea igual para los varones y las mujeres. Peleamos contra las desigualdades.
Sobre si tienen algún tipo de organización específica de las trabajadoras, Valeria dice que “Nosotras tenemos las delegadas de género, que elegimos como cualquier otro compañero, como cualquier otro sector del astillero. Esto lo tenemos implementado desde el 2006, y la cantidad de delegadas es según la cantidad de compañeras que estén en la fábrica. Por eso tenemos cuatro delegadas de género en el Cuerpo de Delegados”.
Sobre el próximo 8 de Marzo, Valeria dice que están en los preparativos, de lo que se encargan principalmente las delegadas. “Nosotros lo que hacemos todos los años es adherirnos al paro, y además nos sumamos a la marcha que hacen todos los años acá en La Plata”. Finalmente, cuenta la compañera que están preparándose para una actividad que se hace todos los años por iniciativa del Ministerio de la Mujer de la provincia de Buenos Aires. Se hace el 11 de marzo en Plaza San Martín, y las mujeres del Astillero ponemos un stand. Ahí mostramos el manual que armamos en la fábrica para dictar lo que hace a la Ley Micaela, y entregamos también ejemplares de “Mujeres que hacen barcos”, el libro que hicimos las mujeres del Astillero. Esto es parte de lo que hacemos todos los días para poder seguir intentando cambiar la realidad de las mujeres dentro de la fábrica”.
Hoy N° 1952 01/03/2023
