Comenzamos la charla preguntándole al "Vasco" Paillole cómo ve la nueva etapa del conflicto. Esto nos decía: "Esta nueva etapa se juega en otra cancha, que es el parlamento, por más que acá en el sur de la provincia de Santa Fe quedan los piquetes, no parando camiones cerealeros, sino haciendo jornadas de discusión y de inclusión de propuestas en los proyectos de ley, en asambleas, igual que cuando se tomaban decisiones en los piquetes.
"Se analizan los proyectos que presenta Federación Agraria, los proyectos que dicen que van a presentar partidos políticos, y ya empiezan a corregir, desde el fondo de los piquetes, un montón de cosas que no entienden de la resolución 125, por ejemplo el tema de las 150 has en la zona pampeana y 350 has en la zona extrapampeana. Como si el país estuviera dividido en pedacitos de 150 has., y aunque fuera así, a uno le cruza un arroyo, a otro le agarra un salitre, no vas a encontrar 150 has iguales en todos lados. Además, lo más probable es que encuentres campos de 148, 152, 168… Esto es un zapallazo de la resolución 125, que no tiene en cuenta la realidad.
"Y no es solo este problema, sino retrotraer la medida al 10 de marzo, cuando las retenciones estaban al 35%. Nosotros proponemos a partir de ahí la implementación de retenciones segmentadas. Primero hasta 600 toneladas, con la rebaja de 15 puntos porcentuales, esto sería para el productor que denominamos "clase A". El "clase B" sería de 600 a 1.500 toneladas, para el cual proponemos una reducción del 10%, y para el productor "clase C", de 1.500 a 3.000 toneladas, se le descontaría 5 puntos porcentuales a deducir del impuesto a las ganancias. Los productores presentarían un documento con la operación en el Banco Nación, a los 30 días y el Banco Nación le devolvería íntegramente ese porcentaje de las retenciones.
"Esta es una propuesta que se está consensuando en las asambleas que se están realizando, a la vera de las rutas en muchos casos".
-La presidenta en su último discurso, ha repetido que el gobierno hace lo que hace para la redistribución del ingreso.
-Que yo tenga noticias, no hay ninguna redistribución. Esto es un impuesto más. Un impuesto regresivo, porque paga menos el que más tiene, y paga más el que menos tiene. Son distintos el que tiene 30.000 has y 50.000 quintales de producción, que el que tiene 50 hectáreas y 200 quintales de producción. Porcentualmente paga más retenciones el productor chico que el grande.
El otro día hicimos una asamblea en la Avenida Circunvalación y Rouillon, con los compañeros de la CCC y los Pueblos Originarios en Lucha, y ahí se pudo ver cómo es seguir cobrando $ 150 por los planes sociales.
A mí me parece que todo esto, o es una torpeza, o es un gran negociado. Porque se dice que los exportadores han comprado dos cosechas y media, con el 22% de retenciones. Sabemos que el grupo Kirchner es un grupo intermediario. En el afán de cobrar lo que corresponde por su intermediación, ha agrandado la brecha de las retenciones para que los exportadores puedan cumplir con sus pagos. Ellos se anotaron para la venta, antes que las retenciones subieran al 44%, no pusieron un solo peso, y compensan con la diferencia, porque al productor sí le descuentan el 44%. Estamos hablando de 96 millones de toneladas. Sería uno de los negocios más repugnantes de la historia de la Argentina.
-El gobierno ha vuelto a insistir en que esta lucha es desestabilizadora y golpista.
-Yo creo que efectivamente se desestabilizó, pero nosotros no tuvimos la más mínima intención golpista. Y si llegara a aparecer un sector con estas intenciones, vamos a salir a defender el gobierno de Cristina, no con mucha alegría, pero somos democráticos. Esta es una lucha por las reivindicaciones del sector. No es golpista, como se vio en lo que montaron con el homenaje a los caídos en el ’55. Nosotros no tenemos nada que ver, lo que puede haber es alguna vieja que le quiera pegar un golpe con la cacerola al viejo…
Confunden una lucha reivindicativa llevada a fondo, con un bombardeo criminal y golpista. Esto no tiene nada que ver. Es una de las torpezas a que nos tiene acostumbrados este Poder Ejecutivo. Confunden el bombardeo del ’55 con los piquetes que paramos camiones con cereales. Es una barbaridad. Por eso nadie le cree. No necesitás ser un intelectual muy avezado para darte cuenta que es una puesta en escena mal intencionada y provocadora. Estamos ante la presencia, no de estadistas sino de tipos acorralados que no saben lo que hacer ante el primer inconveniente serio que tienen que resolver.
Veamos el tema del gasoil. No entiendo por qué falta. O lo están vendiendo todo. Nosotros no estamos parando camiones con gasoil, si tenemos todas las camionetas y tractores a gasoil. No nos vamos a suicidar. Ellos están vendiendo el petróleo a 138 dólares, lo que llegó la semana pasada. Ellos son los principales desabastecedores y nos acusan a nosotros.
-Hay circulando una declaración de intelectuales y dirigentes sociales que justifican su participación en el acto oficialista en Plaza de Mayo, entre otras cosas, por la participación de la Sociedad Rural en este conflicto.
-Son intelectuales antiguos, del siglo 19, porque se han producido grandes cambios. Que analicen primero los hechos. Hay grandes cambios en el campo argentino. Los grandes productores de soja, ese 2,8% que tiene el 80% de la soja, son los íntimos amigos del gobierno. El grupo Irsa, Elstain y Midlin, Eurnekian, etc., etc. Yo no encuentro en la Sociedad Rural Argentina gente de ese grupo, por más que tenemos profundas diferencias filosóficas, metodológicas y de escala con ellos, que tienen 2.000 hectáreas mientras nosotros tenemos 200. Es un grupo que no está con ese grupo sojero que dirige la República Argentina. Critican a la Sociedad Rural, que no tiene nada que ver con este grupo, y a los otros no los critican.
Estas son alianzas temporarias, unidad de acción en que no queremos que nos apliquen el 44% a las retenciones. Como dije en el acto del partido, esta es una lucha sin yegua madrina. Acá ni Miguens, ni Biolcatti, ni Gioino, ni Buzzi, dirigen la tropilla. Acá la tropilla se dirige de manera asamblearia, aunque se respetan ciertos lineamientos.
-¿Cuáles son las perspectivas de esta lucha?
-Soy muy optimista. Es como si en 90 días hubiera cambiado muchas ideas que tenía la sociedad argentina. Fundamentalmente ha calado muy hondo la cuestión del federalismo. Yo no me quiero hacer el intelectual, pero la última lucha que dieron federales contra unitarios fue hace 130 años cuando mataron al Chacho Peñaloza y a Felipe Varela, cuando estaban los telares en Catamarca, La Rioja y San Juan, y el gobierno central introdujo los telares que venían de Inglaterra destruyendo la producción de estas provincias. La actual es la lucha por el federalismo más importante desde esa época.
Por eso las perspectivas para los del interior son muy optimistas. Primero para el sector, porque ha demostrado que no es débil, que si se propone, con su lucha puede llegar a conseguir grandes cosas, porque tenemos poder de convocatoria y convicción para llevarlas adelante.
-¿Y para los revolucionarios qué importancia tiene esta lucha federal agraria?
-Para los revolucionarios tiene una importancia grandísima. Se pone al rojo vivo la unidad obrero-campesina, y se pone en evidencia la importancia estratégica que tiene la lucha campesina en nuestro país.
