Jornada de lucha en toda América de las naciones y pueblos originarios, preexistentes al Estado opresor, nos movilizamos en todo el país y nos concentramos a las 9 hs en el Congreso Nacional, para marchar a Plaza de Mayo.
No lo hacemos solos, sino en unidad profunda, con el apoyo de organizaciones sociales, sindicales y políticas que han estado desde hace mucho tiempo en las calles luchando contra la dominación imperialista, los grupos monopólicos, terratenientes usurpadores.
Venimos a exigir la reparación histórica que nos merecemos, por haber sufrido un genocidio de lesa humanidad, una masacre estatal con la llamada Campaña al Desierto y al desierto verde, de Julio A. Roca y Victorica, que usurpó nuestros territorios, nuestras tierras, desmembró nuestras familias, llenaron de dolor, muerte y padecimientos nuestras vidas, pretendieron borrar nuestra identidad con campos de concentración, migración forzada, desaparecernos.
Hasta los cadáveres de nuestros ancestros los hicieron trofeos de guerra. Como ha quedado demostrado en el histórico juicio de la masacre de Napalpí, que, gracias a nuestra lucha, la sentencia condenatoria declaró crimen de lesa humanidad los hechos cometidos, y deja al descubierto la usurpación de nuestros territorios por los terratenientes.
Pero sobrevivimos, porque todos somos gente de la madre tierra, resistimos luchando y acá estamos exigiendo reparación histórica en todos los aspectos. Política, económica, cultural, identitaria, sanitaria, educacional, esencialmente territorial en el campo y la ciudad, a donde hemos sido empujados por hambre, desalojos, pobreza, falta de trabajo.
Este nuevo genocidio silencioso que hace muchos años se está llevando adelante, llegamos aquí con la legalidad en nuestras manos, que es el fruto de nuestra lucha: el artículo 75 inciso 17 de la Constitución del país, el convenio 169 de la OIT incorporado a la misma, la resolución de Naciones Unidas sobre la Autonomía de los Pueblos indígenas, la ley 23302, la ley de 26160 de relevamiento territorial y de prohibición de desalojos.
El mandato constitucional es contundente y preciso, se nos debe reparar con tierras “aptas y suficientes” y serán inembargables y enajenables. Nos usurparon los territorios de 8 actuales provincias argentinas, y solo conseguimos, con largas luchas, represión, inclusive muertos, mantener tierras de posesión ancestral, unas pocas hectáreas nuevas, mucho menos en las ciudades, donde necesitamos la tierra, las viviendas, para salir del hacinamiento y la pobreza estructural. nada se cumple. Por eso exigimos tierras aptas y suficientes para producir y vivir, los elementos para esa producción y construir las viviendas.
Las nuevas usurpaciones avanzan como la liebre por los negocios petroleros, de gas, litio, oro, plata, cobre, agua pura, inmobiliarios, turísticos agronegocios, narcotráfico, forestales, etc., y el relevamiento territorial va más despacio que las tortugas.
Pero en nuestra legalidad tenemos la consulta libre, previa e informada, porque la Constitución obliga a consultarnos previamente sobre cualquier propuesta o decisión política del Estado nacional, provincial o municipal, que nos afecte, hacen caso omiso y violan todos los días. Esto solo con enormes luchas se avienen a aceptarla, como lo están logrando las comunidades mapuches en Neuquén, y debemos lograrlo en todo el país, por esto estamos aquí exigiéndolo. Es imprescindible cumplir para parar las arbitrariedades, que tienen el apoyo de sectores mayoritarios de las policías, jueces, fiscales y políticos ligados a monopolios extranjeros, terratenientes; ejemplo clarísimo es Lewis en Río Negro.
Nuestra resistencia, nuestra acción decidida en defensa de territorios ancestrales, la defensa y aplicación de la 26160, nuestra lucha en las ciudades por trabajo, tierra y vivienda, educación, salud, ha hecho que se levante una derecha reaccionaria, brutal, que gobernó 4 años, que endeudó al país, profundizó ese genocidio silencioso, salió a matar, a reprimir con un discurso de odio, racismo y falseamiento de la verdadera historia, un negacionismo fruto del asimilacionismo ultrareaccionario que levanta a Julio Roca como ejemplo y prócer. Macri, Pichetto, Bullrich, Milei , Espert, un sector de radicales como Suares y Cornejo en Mendoza, que piden que las Fuerzas Armadas participen en la seguridad interior, sus propuestas se levantan en sedición contra la Constitución, contra nosotros, defienden a Lewis, se ubican junto a todos los usurpadores y depredadores gritando contra el peligro indígena que sería extranjero.
Por esto estamos aquí, y en todo el país, porque a esa derecha hay que derrotarla en las calles y en las urnas, porque pretenden ganar la voluntad del pueblo argentino. En momentos de hartazgo, incertidumbre y confusión, y vienen por todos, debemos, sin resentimiento, con tolerancia y muchas razones, unir la más amplia mayoría.
El gobierno nacional está cediendo ante el FMI, profundizando en consecuencia la pobreza, la desesperanza de nuestro pueblo. Entre ellos las de nuestros pueblos originarios, que más que nunca constituimos el subsuelo de la patria.
Urge cambiar esta tendencia
Seremos los primeros en acompañarlo si la decisión fuera en una dirección contraria, porque de ello dependen nuestras propias vidas y la de nuestros hijos.
Continuar por este rumbo no será solo una frustración más, sino la señal de que solo dependeremos en el futuro inmediato de nuestras propias fuerzas.
También ha facilitado, en algunos casos a través de gobernadores afines, el andar de tortuga de la reparación de nuestros derechos, facilita que esa derecha se agrande, hoy en estas condiciones políticas donde hay ajuste, más pobreza, sufrimiento y entrega de los recursos naturales, como los ríos y su navegación. Produce en nosotros el deseo más profundo de unidad y practicamos las naciones y pueblos originarios, ese camino junto al pueblo argentino con el que compartimos los mismos enemigos y sufrimos la opresión y explotación.
Estamos aquí para exigir que se pare con la judicialización de nuestras luchas, la represión, intentos de asesinato, encarcelamientos y muertes, como ha venido ocurriendo en Río Negro, La Pampa, Rosario, Chaco, Jujuy, etc.
Hoy tenemos a nuestro lado a los campesinos pobres y medios, a los trabajadores rurales de todo el país, que en su composición hay centenares de miles de originarios, que tienen reclamos inmediatos que vamos a exigir a este gobierno, en la emergencia.
Subsidio de emergencia a las comunidades originarias campesinas, una política de estado para que se aplique la Ley de trabajo agrario vigente, que se eliminen las incompatibilidades de los planes sociales con el trabajo formal, que se modifique la ley de corresponsabilidad gremial para que sea obligatoria y solidaria, como reclaman el Movimiento de Obreros Rurales 8 de octubre y la Federación Nacional Campesina.
Firman: Confederación Mapuche de Neuquén. Movimiento de Naciones y Pueblos Originarios en Lucha. Frente Indígena Plurinacional Argentina. Mirian Liempe, secretaria de Relaciones con los pueblos indígenas – CTA A. ONPIA. Matria. Enotpo. Mov. Nacional Campesino Indígena. Malón. Federación Nacional Campesina. Movimiento de Obreros Rurales 8 de Octubre. Consejo llankaj Maki. Comunidades: Ava Guaraní Iwi Imembey (La Plata), Pillán Pullu We Eglentina Machado (La Pampa), Diaguita Solco Yampa (Tucumán), Qom Imac Na Alhua (Rosario), Toba barrio Francisco Moreno (Santa Fe), Mbya Guaraní Tekoha Peruti (Misiones), Cacique Martínez (Rosario), Moel Qom Chaco (Resistencia-Chaco), Nahuel Awka – Yanquetruz – Realicó – mapuche ranquel Toay y Choique Newen de La Pampa; quechua Yanapanacuna Tucuy Ninchis (Chubut), Mapuche Newn Ko Ka Mapu (Neuquén).
Adhieren: Movimiento Evita, CCC, Somos Barrios de Pie, CTA Autónoma, Ni Un Pibe Menos por la Droga, PCR-PTP
Hoy N° 1958 19/04/2023
