El otro día una compañera en un barrio preguntó ¿dolarizar es que vamos a cobrar lo mismo que cobramos en pesos, pero en dólares? Eso es lo que nos quieren hacer creer Milei, Macri y otros representantes de la derecha.
Para dolarizar, lo que se hace es cambiar todos los pesos argentinos (los que están circulando y los que están depositados en plazos fijos, bonos, títulos, etc.) por dólares, a un tipo de cambio concreto. Acá está la gran trampa.
Un primer paso de esta “dolarización” es unificar los diferentes tipos de cambio que hay hoy en nuestro país, provocando una gran devaluación. Porque hoy (27 de abril) para comprar un dólar en el mercado oficial, al que accede una minoría, hacen falta 227 pesos. En el “mercado paralelo”, blue o como se lo quiera llamar, hacen falta 475 pesos. También tenemos el “dólar agro” (para los grandes exportadores de granos), el “dólar turista”, el “contado con liqui”, el “MEP”. Entonces ¿a cuánto se haría esa conversión?
Un informe del Centro de Economía Política de Argentina (CEPA), calculó que “de mínima se requeriría reemplazar la base monetaria, que es de $5,15 billones, por las reservas netas que tiene el BCRA, que rondan los USD 1.800 millones. De ahí surge un tipo de cambio en torno a los $2.860 por dólar”. A eso habría que sumar otros títulos en pesos del BCRA y los depósitos bancarios en pesos. “Las Leliq, Notaliq y los pases pasivos suman $12,64 billones. Sumando estos otros pesos, el tipo de cambio de conversión sería de alrededor de $9.880″, amplía el informe de CEPA.
Esto quiere decir que una persona que tiene un sueldo de 100 mil pesos, por ejemplo, tendría que cambiarlos por dólares, en el mejor de los casos a $2.860 por dólar, y en el escenario más realista, a $9.880 por dólar. Es decir que en el primer caso esta persona obtendría 37 dólares, y en el segundo 10.1 dólares.
Siguiendo el mismo ejemplo, un beneficiario del plan Potenciar Trabajo, pasaría de cobrar $34 mil a, en el mejor de los casos, 11,88 dólares, y si tomamos la segunda cifra que da el CEPA, le quedarían 3,44 dólares.
Y para las jubiladas y jubilados de la mínima, que con el bono cobraron en abril $73.665, les quedaría, si se llegara a cumplir el nefasto plan de dolarizar que empuja la derecha, les quedarían 25.7 dólares en el mejor de los casos, o 7,4 dólares con el segundo tipo de cambio.
Es decir, con la propuesta de dolarización de Milei y compañía, tendríamos una gigantesca pérdida del poder adquisitivo, que el mismo informe de CEPA dice que “se ubicaría entre el 68% y el 98%”.
A esta inmensa licuación salarial para la mayoría de las y los trabajadores, hay que sumarle la total pérdida de soberanía monetaria, que nos dejaría aún más atados que ahora a los vaivenes de la disputa interimperialista y los designios de las grandes potencias.