La semana pasada, las fuerzas armadas de Azerbaiyán atacaron el enclave separatista pro armenio, Nagorno Karabaj, y tomaron el control del territorio, imponiendo su superioridad militar.
Después de eso, se decretó la disolución de Nagorno Karabaj. La república “deja de existir” desde el 1 de enero de 2024, con un decreto firmado por su presidente, Samvel Shajramanián.
Este documento señala que los habitantes de Nagorno Karabaj, incluidos los que se encuentran fuera de su territorio, deben tomar nota de las condiciones presentadas por Azerbaiyán para la reintegración para luego “decidir individualmente” si permanecen en Nagorno Karabaj o regresan a él.
Esta capitulación ha provocado el éxodo de karabajíes hacia Armenia. Cerca de 100 mil personas han abandonado sus hogares y se ha trasladado a Armenia. Según el Ejecutivo armenio, la mayoría de los desplazados tienen vivienda en Armenia o familiares que les acogen. El resto son instalados en albergues, hoteles, centros de acogida y otros edificios en la ciudad de Goris, que se encuentra cerca de la frontera con Azerbaiyán. En Ereván, el primer ministro armenio, Nikol Pashinián, ha denunciado que tiene lugar una “limpieza étnica” del territorio, llamado Artsaj por los armenios.
Un conflicto con historia
En los años que precedieron a la disolución de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), y después de la misma, a fines de 1991, recrudecieron los enfrentamientos entre algunos de los países que se independizaron entonces. Es el caso de Armenia y Azerbaiyán.
Dentro de Azerbaiyán surgió un territorio, Nagorno Karabaj, con mayoría de población armenia, que con apoyo de este país proclamó su independencia. Los enfrentamientos armados entre Armenia y Azerbaiyán tuvieron una primera etapa entre 1988 y 1994,
cuando las fuerzas azerbaiyanas y los separatistas armenios protagonizaron una sangrienta guerra en la que murieron entre 20.000 y 30.000 personas luego de que el Parlamento regional de Nagorno Karabaj votara a favor de formar parte de Armenia. Azerbaiyán intentó entonces reprimir el movimiento separatista, mientras que los armenios lo respaldaron.
Esto provocó, primero, enfrentamientos étnicos y, después de que Armenia y Azerbaiyán declararan su independencia de Moscú, una guerra a gran escala. La primera guerra terminó con un alto el fuego mediado por Rusia en 1994, después de que las fuerzas armenias se hicieran con el control de la región y las zonas adyacentes. En virtud del acuerdo, el territorio siguió formando parte de Azerbaiyán, pero desde entonces ha estado gobernado en su mayor parte por una república separatista autoproclamada, dirigida por armenios étnicos y respaldada por el gobierno armenio.
Ya a fines del año pasado, el Corredor de Lachín, la única conexión terrestre entre la región de Nagorno-Karabaj y Armenia estaba bloqueado. Los armenios denunciaron una catástrofe humanitaria por parte de Azerbaiyán, quien lo negó, aludiendo a razones medioambientales. Organizaciones no gubernamentales y activistas sociales azeríes la bloquearon bajo el supuesto de una actividad ilegal en la región, que estaba destruyendo recursos naturales e impulsando un daño ambiental. Este fue el antecedente inmediato de la última ofensiva de Azerbaiyán
El papel del imperialismo ruso y Turquía
Estas potencias regionales han estado muy implicadas en el conflicto a lo largo de los años.
Turquía, miembro de la OTAN, fue la primera nación en reconocer la independencia de Azerbaiyán en 1991 y ha seguido siendo un firme defensor del país.
Armenia, por su parte, ha mantenido tradicionalmente buenas relaciones con Rusia. Hay una base militar rusa en Armenia, y ambos son miembros de la alianza militar Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC) de seis antiguos estados soviéticos.
Pero las relaciones entre Armenia y Rusia se han tensado desde que Nikol Pashinyan, que lideró enormes protestas antigubernamentales en 2018, se convirtió en primer ministro de Armenia. Recientemente dijo que la dependencia de Armenia de Rusia como única fuente de seguridad era un “error estratégico”.
Escribe Alicia Sourges
Hoy N° 1981 04/10/2023