Como ya ocurrió en años anteriores, fue en los talleres que abordan los temas de la anticoncepción y aborto en donde se concentró la disputa entre sectores de la iglesia (este año más numerosos y organizados) y fuerzas como el Partido Obrero y Las Rojas, que pretenden directamente echarlas y que no participen. Esto se vio agudizado cuando, por un lado sectores reaccionarios católicos tomaron algunas aulas y no dejaron entrar a nadie que piense diferente. El PO y Las Rojas persistiendo en el objetivo de cambiar el carácter de los encuentros lo que consiguen es correr el blanco del gobierno K, siendo funcionales a éste y a los sectores reaccionarios de la Iglesia.
En la forma que actúan, impiden la necesaria unidad de quienes están verdaderamente para desarrollar un gran movimiento que luche por lograr una consigna histórica, que hoy toma gran parte de las mujeres que concurren a los encuentros: educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir.
A su vez la conducta de los sectores católicos que ocupan las aulas y las cierran impidiéndole la entrada a los que tienen otra posición, ataca el objetivo del Encuentro que es el intercambio democrático entre distintas posiciones. Y facilita también la actitud no democrática de estos grupos trotskistas que quieren transformar el Encuentro en un plenario de activo político de la izquierda. Como sostienen insistentemente, transformarlo en un plenario de trabajadoras que discutan en asambleas, voten y decidan por mayoría y minoría.
En estos 24 años reafirmamos la identidad de los encuentros en su condición de autónomos, horizontales, plurales, federales y autofinanciados, sin condicionamientos, donde el consenso como práctica democrática nos permite debatir y encontrarnos en la diversidad, espacio abierto a todas las mujeres que valoran estos tres días del Encuentro como una forma de aprender sin maestros, de organizarnos sin patrones, de decidir sin padres. Y luchar por la libertad.
02 de October de 2010