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26 de June de 2024

El PCR: su misión histórica

La campaña financiera es una necesidad

Reproducimos extractos de una charla brindada por el querido camarada Otto Vargas, primer secretario general de nuestro Partido, fallecido el 14 de febrero de 2019. La charla fue en ocasión de la Campaña Financiera, en la Capital Federal, el 30 de julio de 2010. Se publicó originalmente en el hoy 1334, del 8 de septiembre de 2010.

El nuestro no es un partido sostenido por ningún monopolio, ni por ningún país. Porque hay algunos partidos, incluso de izquierda, que aparecen como independientes, pero, en realidad, son subvencionados fuertemente por centrales que tienen sus sedes en los países imperialistas. Como se dice vulgarmente, los imperialismos ponen huevos en muchas canastas. Y nosotros somos un partido que no tenemos ningún monopolio ni ningún país, nadie, que nos sostenga. Algunos que nos llaman “los chinos” viajan todos los años a Pekín, y vuelven de allí con los bolsillos forrados. Nosotros somos maoístas, no “chinos”…

Yo quiero simplemente explicar por qué les pedimos un aporte para el Partido Comunista Revolucionario, que es un partido; no es un grupo “testimonial”. No es un grupo “testimonial” que anda por ahí levantando banderas pasadas de moda. Como decía Gramsci, la historia de un partido político está vinculada a la historia de una determinada clase social a la que ese partido pretende representar.

Porque nosotros surgimos de una ruptura con el Partido Comunista de la Argentina; la más grande de la historia de ese partido. Todavía hoy, en el Partido Comunista, hay algunos que se siguen preguntando “¿Qué pasó con aquellos muchachos?” –éramos muchachos, hoy somos viejitos-. “Con aquellos muchachos que se fueron en el ‘67, ¿qué pasó?” “Eran fraccionistas”, les contestan. Sí, sí, pero nos fuimos porque ellos habían dejado abandonado al Che Guevara en Bolivia. Fue el resultado de una larga historia. Porque algunos de nosotros ya sabíamos, entonces, que la Unión Soviética estaba podrida. Lo que después llamaron “socialismo real” estaba podrido.

Pero el problema que nosotros nos planteábamos era la posibilidad de construir otra vanguardia para la clase obrera aquí, en la Argentina. Y surgió una corriente en la Juventud y en el Partido, que, con ese objetivo, dio origen al Partido Comunista Revolucionario: nuestro Partido.

 

Levantamos las banderas del clasismo

Hay muchos compañeros que a veces se consideran como San Antonio “en un prostíbulo”, y cuidan no tocarse con nadie para no caer en pecado, o como ese cura, Gil, que ni siquiera miraba al espejo para no caer en pecado. Pero cuando vos estás verdaderamente en la lucha por la revolución, tenés que golpear con muchos, como hizo Mao Tsetung, con los que a veces no te gusta ni codearte, pero tenés que hacerlo. Tenés que unirte con los aliados en un frente único, y diferenciar el frente único de golpear juntos.

Nosotros levantamos las banderas del clasismo. En el Cordobazo hubo tres columnas fundamentales. Una de ellas fue la de Santa Isabel que empalmó con los compañeros de Pedriel. Ahí ya venía mezclado en la masa, ese compañero que es una figura legendaria del movimiento obrero argentino, René Salamanca. Ahí venía la columna de Dinfia encabezada por los compañeros de la 1°de Mayo, que habíamos creado en Dinfia, y que dirigió una de las tres grandes columnas que hizo posible el Cordobazo.

Y ahí estaban también los estudiantes, desde ya, que jugaron un gran papel -ya lo habían jugado antes en Córdoba-, y que hicieron estallar ese gran polvorín.

Y entonces levantamos las banderas del clasismo revolucionario, que vuelvo a repetir, implica no que la clase obrera se autoconsidera como una clase sectaria, cerrada, sino que tiene una política para hegemonizar el proceso revolucionario, y por eso tiene en cuenta los matices. Por eso René Salamanca fue el compañero que encabezó en Córdoba la lucha contra el golpe de Estado cuando en el año 74, nosotros comprendimos que, inevitablemente, la Argentina iba a un golpe de Estado…

 

Somos comunistas

Claro, muchos dirán: ¿y qué quiere decir eso de comunista, si el comunismo ya no existe más? Porque lo que se dice ahora es que el comunismo no existe más. Da lo mismo Stalin que Hitler. Fue la bandera roja la que se clavó en el Reichtag y que aplastó a esas bestias del nazismo. Fue la bandera roja. Pero resulta que ahora algunos dicen que los crímenes del nazismo “sirven para cubrir los crímenes que hizo el stalinismo”. Y hay una ofensiva anticomunista feroz. Mao habría sido un simple asesino, no el liberador de la China feudal, de la China entregada al imperialismo, de la China donde morían de tres a cuatro millones de personas por año de hambre, de peste, de inundaciones. Y el comunismo “no existe más”.

Entonces ¿cómo nosotros somos comunistas? Esa es la historia, compañeros, de la clase obrera. Dijo Mao, que la dialéctica de los obreros y de los explotados es luchar, fracasar, para volver a luchar y volver a fracasar y así hasta triunfar. Y cuando uno estudia la historia de la Humanidad, eso no es una muletilla; porque el primer intento del proletariado de tomar el poder fue con la Comuna de París. Duró unas pocas semanas. Se unieron los alemanes con los franceses, los aplastaron. Y como dice la canción que se llama “el tiempo de cerezas”, florecían los cerezos cuando la burguesía francesa fusiló a 70 mil obreros en lo que se llama el Muro de los Fusilados en París.

Y los burgueses se quedaron tranquilos: habían terminado con el comunismo. Habían matado a 70 mil obreros y luchadores que estuvieron en las barricadas exigiendo un gobierno de los obreros, e implantando un principio que hasta hoy rige para nosotros: que ningún funcionario va a ganar más que un obrero calificado, y que son renovables. Esos principios que implantó la Comuna, sirven hasta hoy.

De la Comuna de París se escapó una mujer, Luisa Michel, que dirigió los piquetes femeninos. Fue a La Polinesia y de La Polinesia se fue a Chiapas, porque las ideas socialistas llegaron a Chiapas con Luisa Michel. Y muchos años después, uno que había sido estafeta de Luisa Michel entre los batallones femeninos, que tenía 13 años cuando La Comuna, Andrés Dupont, ya viejito, con su mujer ciega, llegó al pueblo de Casilda, creó los sindicatos anarquistas, después creó la filial del Partido Comunista de Casilda, donde afilió a Florindo Moretti, un ferroviario, que sería secretario del Partido Comunista de Santa Fe.

Es decir que no mueren las ideas del comunismo. 70 mil fusilados, pero no terminaron con las ideas del comunismo. Porque estas ideas son ideas que tienen los oprimidos desde que la sociedad de clases se instauró. Algún día vamos a acabar con la explotación del hombre por el hombre. Algún día todos los hombres van a ser iguales, y se va a terminar con esta situación actual que tenemos. Y entonces ¿por qué vamos a dejar de ser comunistas? Vamos a seguir luchando por el comunismo, hasta que el comunismo triunfe, no tengo ninguna duda de que va a triunfar…

Entonces nosotros seguimos creyendo que el comunismo, compañeros, va a triunfar, y que vale la pena dedicarle la vida al comunismo. No es una vida perdida. Perdida es la vida de los que creyeron que estaban luchando por el comunismo y en realidad estaban luchando por el revisionismo, por la restauración capitalista como pasó en la Unión Soviética, y como pasó con los militantes de esos partidos comunistas que a la hora de la verdad terminaron siendo, como el Partido Comunista de acá en la Argentina, como dijo el Che Guevara, un partido que creó un banco y ahora es un banco que tiene un partido.

Entonces, seguimos siendo comunistas y por eso les pedimos el aporte para este partido, para el Partido Comunista Revolucionario. Es decir, no les pedimos el aporte simplemente para una coyuntura, les pedimos el aporte para algo que estamos tratando de construir con visión de futuro y que tenemos la seguridad de que va a triunfar más tarde o más temprano. No sabemos el camino. Así como ni Marx ni Engels se imaginaron que el camino de la revolución iba a ser el que fue, ni Lenin tampoco se imaginó que iba a ser el que fue, nosotros no podemos imaginarnos cómo va a ser el camino. Pero que la clase obrera y los oprimidos se van a abrir camino y van a triunfar más tarde o más temprano sobre sus explotadores, no me cabe ninguna duda. Tenemos plena confianza en eso.

 

hoy N° 2015 26/06/2024