El 14 de agosto se cumplieron 68 años del fallecimiento de Bertolt Brecht, nacido en Alemania en 1898. Dice Jorge Brega, en su Poesía social y revolucionaria del Siglo XX: “es uno de los más destacados escritores comunistas del Siglo 20, no sólo como poeta, novelista y dramaturgo, con obras que integran el patrimonio universal como Madre Coraje, Galileo Galilei, El alma buena de Sechuan, La ópera de dos centavos, etc., sino también como autor de formulaciones teóricas que constituyen aportes insoslayables a la estética marxista.
Brecht fue un intelectual entregado a la lucha ideológica y práctica por el comunismo, y en contra del nazismo, que asoló a su patria durante sus años de plenitud creadora. Sufrió persecución y exilio pero se mantuvo fiel a sus ideas. Toda su obra está orientada a la denuncia de la explotación, la injusticia y a la reflexión filosófica desde las concepciones del materialismo dialéctico e histórico.
Preguntas de un obrero que lee
¿Quién edificó Tebas, la de las siete puertas?
En los libros figuran los nombres de los reyes.
¿Acaso arrastraron ellos los grandes bloques de piedra?
Y a Babilonia, destruida tantas veces,
¿quién la volvió a construir? Quienes construyeron
la dorada Lima ¿en qué casas vivían?
¿A dónde fueron los albañiles la noche que fue terminada
la Muralla China? Roma la Grande
está llena de arcos de triunfo. ¿Quién los erigió?
¿Sobre quienes triunfaron sus Césares? ¿Es que Bizancio,
la tan cantada, tenía sólo palacios para sus habitantes? Hasta
en la legendaria Atlántida, la noche que el mar se la tragaba,
los que se ahogaban clamaban llamando a sus esclavos.
El joven Alejandro conquistó la India
¿El sólo?
César venció a los galos.
¿No llevaba siquiera un cocinero?
Felipe de España lloró cuando su flota
Fue hundida. ¿No lloró nadie más?
Federico de Prusia venció en la Guerra de los Siete Años.
¿Quién venció además de él?
En cada página una victoria.
¿Quién cocinaba los festines del triunfo?
Cada diez años un gran hombre.
¿Quién pagó sus gastos?
Para cada historia, una pregunta.
Loa a la clandestinidad
Es hermoso
tomar la palabra en la lucha de clases.
Llamar a las masas bien alto a la lucha
para que aplasten a los opresores y liberen a los oprimidos.
Y es difícil y útil el trabajo diario, imperceptible,
el tenaz y secreto tejer
la red del Partido
ante el cañón de los patrones:
hablar, pero
esconder al orador.
Vencer, pero
esconder al vencedor.
Morir, pero
esconder la muerte.
¿Quién no haría mucho por la fama, pero quién
lo hará por el silencio?
Pues la fama pregunta en vano
por los que realizaron la hazaña.
¡Aparezcan
por un momento,
desconocidos de rostros cubiertos, y reciban
nuestra gratitud!
hoy N° 2024 28/08/2024