Un exiguo aumento a las jubilaciones puso a la defensiva al Gobierno. Su veto, avalado por una ajustada minoría, conlleva algunas monedas de ahorro y un elevadísimo costo político para Milei y los suyos. Nada más económico que comprar diputados. Muchísimo más oneroso el mayoritario repudio al ajuste previsional. Agravado por sobre los operativos de “seguridad”. Meros tapujos para la provocación y represión. No les arrendamos la ganancia. Ahora, a asegurarnos que el enemigo mileista pague por el desenfreno ajustador y sus consecuencias.
El hábito de vetar
Sobre llovido mojado. Tras meses de indefinición, el Senado (por una contundente mayoría) sancionó la Ley de presupuesto universitario. La “lógica” Milei es vetarla. Ya dio señales en tal dirección. A reeditar entonces los chantajes y sobornos para arañar ese lastimero tercio que les permita blindar dicho veto. Contra la compraventa de votos se elevan los millones que AVISAMOS en las Marchas del 23 de abril.
Pese a la intimidación va despuntando la respuesta del campo popular. Si creyeron que nuestra combatividad estaba bajo control se equivocaron.
Los Protocolos de Bullrich
Nos avisa Adorni: “no hay que tenerle miedo a la represión”. Un mensaje cifrado. A vos que titubeas: “Si te portás ‘bien’, si te quedas en tu casa, no te vamos a moler a palos”. Y una advertencia a los timoratos propios, “toda vez que haga falta no escatimaremos el gas pimienta”. Las salvajadas contra viejos y chicos están a la vista. Patas cortas de las mentiras. Tras un video trucho las imágenes reales. Aún así, a vuelta de correo, la ratificación de confianza para una Ministra “ejemplar”. Para ir sabiendo: Patricia Bullrich y asociados están dispuestos, “a bancarse nuevos Rafael Nahuel y Santiago Maldonado”.
Estamos cortos de plata, pero que lindo ver a gendarmes equipados como para viajar a las estrellas. ¿La SIDE necesita plata? Encontramos plata para la SIDE. Estas son las prioridades.
El primer Protocolo no siempre funciona. Esta vez, quienes cortaron el tránsito en el Congreso fueron ELLOS. Y una vez más reprimieron cuando se habían retirado casi todos los manifestantes. Pero Patricia persevera. Se vienen nuevos Protocolos. Uno para defender a los monopolios ante la lucha de los trabajadores. Otros para militarizar Vaca Muerta, Bahía Blanca, los Puertos sobre el Paraná, las minas de litio, si el Gobierno determinara su “necesidad”. Mejor prevenir que curar.
“No hay plata”
Vulgar pretexto. Una banalidad para vender el ficcional superávit fiscal. La economía de Milei tiene déficit fiscal. La motosierra, el brutal ajuste sobre la Patria y los de abajo tienen como única “virtud” pagar los intereses de la Deuda.
No hay plata pero disminuyen Bienes Personales para los más poderosos y bajan el Impuesto País. Habilitan así la libre importación de todo lo que se les ocurra. Un golpe brutal a lo que aún queda del tejido industrial. Principales castigadas, las Pequeñas y Medianas Industrias. Tales las iniciativas de Milei quien sostiene que la virtuosa política de sustitución de importaciones fue veneno.
Castillo de naipes
Afectados por Milei: la Patria y el Pueblo. Pero no todos advierten la gravedad del momento. “¿Será que estamos mal, pero vamos bien?” Los Medios dominantes propalan “buenas noticias”, que día a día convencen menos.
Las luchas enfrentan todo el abanico de las políticas en curso. La Pueblada misionera; docentes en distintas Provincias; aceiteros en Santa Fe; Marcha y acampe de originarios y criollos en El Impenetrable chaqueño; movidas contra las privatizaciones en Banco Nación y Aerolíneas; el millón que manifestamos por el presupuesto Universitario; el apoyo a los Comedores; los repudios a la aprobación de la Ley Bases; la defensa de nuestra Soberanía (Deuda, Paraná, canal Magdalena, puerto de Quequén; lago Escondido y tantas más).
Y hoy por hoy la irrupción en la calle de los jubilados contra el veto de Milei. La dignidad y bravura ante la represión contrastan con el doblez de aquellos que cambian su voto por peniques.
Jamás naturalizar…
… la Dependencia, las injusticias, las desigualdades. La prepotencia de los poderosos. El posibilismo que nos lleva a luchar en los límites que nos autorizan ELLOS.
Pero, y sobre todo, no aceptar nuestra desunión como algo inevitable. Nos espera una tenida dura. Deberemos superar muchas trabas y cambiar la correlación de fuerzas respecto del enemigo. No solo atajar penales. Necesitamos encaminarnos hacia la contraofensiva.
Escribe Sebastián Ramírez