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08 de November de 2024

Las elecciones en Estados Unidos y el triunfo de Trump

La vuelta de Donald Trump a la presidencia de EEUU va a tener consecuencias en la situación internacional, porque los yanquis siguen siendo la principal potencia económica y militar del mundo.

Donald Trump, candidato del Partido Republicano, ganó ampliamente las elecciones. Obtuvo 295 electores contra 226 de la actual vicepresidenta del Partido Demócrata, Kamala Harris, superando los 270 necesarios para tener mayoría en el Colegio Electoral.

En esta elección, a diferencia de 2016, Trump también se impuso por la cantidad de votos obtenidos 50,7% contra 47,7% de Harris.

Hay que tener en cuenta que el sistema electoral yanqui es indirecto, y al contrario de lo que proclaman, sumamente antidemocrático, raleando a los partidos minoritarios y favoreciendo los negociados entre los sectores más poderosos de la burguesía imperialista yanqui.

Trump será uno de los presidentes con más poder de las últimas décadas, ya que tendría mayoría tanto en la Cámara de Senadores como en la de Representantes (Diputados) y con la Corte Suprema de su lado.

Aunque el análisis de los resultados electorales aún está en curso, el deterioro de la situación social de la mayoría de la población estadounidense debido a la inflación y el miedo a la pérdida de empleos fue un tema importante para los votantes.

Bernie Sanders, senador por el Estado de Vermont y del ala más de izquierda del Partido Demócrata lo dijo así: “No debería sorprendernos demasiado que un Partido Demócrata que ha abandonado a la clase trabajadora descubra que la clase trabajadora lo ha abandonado a él”. También señaló que “mientras los líderes demócratas defienden el status quo, el pueblo estadounidense está enojado y quiere un cambio. Y tiene razón”. Y añade “mientras a los muy ricos les va fenomenalmente bien, el 60 por ciento de la población vive al día y hay más inequidad que nunca antes”. También plantea que “seguimos enviando billones de dólares para el gobierno extremista de Netanyahu en su guerra contra el pueblo palestino” y subrayó “el desastre humanitario” por la desnutrición y el hambre de miles de niños”.

Si bien muchas de las políticas de Trump se van a definir después de que asuma la presidencia el 20 de enero de 2025 y anuncie las medidas de su gobierno, ha hecho anuncios importantes en la campaña electoral.

Trump es parte de un sector de la burguesía imperialista yanqui que tiene diferencias con la política bélica del gobierno Biden-Harris. Ha planteado su desacuerdo con seguir financiando a las potencias europeas de la OTAN y para el rearme masivo en Ucrania. Planteó poner fin a la guerra en Ucrania “un día después de asumir el cargo”, lo que es celebrado por el jefe imperialista de Rusia, Putin, porque implica reconocerle los territorios ucranianos anexados por el invasor en estos más de dos años de guerra.

Lo principal a ver es cómo va a influir en la creciente disputa entre las potencias imperialistas, en particular con China y los peligros de una tercera guerra mundial.

El centro de la disputa entre Estados Unidos y China está en el Pacífico, en particular en el Mar de la China y sobre Taiwán.

Los imperialistas chinos avanzan en su carrera armamentista y han fortalecido su alianza militar con el imperialismo ruso.

En Medio Oriente se está al borde de una guerra total. El Estado fascista de Israel, además de intensificar el genocidio contra el pueblo palestino, bombardeó instalaciones militares en Irán, a las que el gobierno iraní promete “una respuesta implacable”.

En Ucrania, donde la invasión imperialista rusa ya lleva más de dos años y medio el país está devastado, Rusia está incorporando soldados de Corea del Norte para sumarlos a las tropas invasoras.

Otro tema sobre lo que se conoce sus posiciones es sobre el cambio climático. Quiere reducir radicalmente las medidas de protección del medio ambiente.

Al mismo tiempo, en la campaña electoral se pronunció contra la inmigración, difundiendo imágenes fascistas contra los migrantes y amenazando con deportaciones masivas.

Por otro lado, Trump ya anunció en la campaña electoral un aumento del proteccionismo de EEUU, eso va a agravar las contradicciones, no solo con China, sino también con Canadá y los países de la Unión Europea. Inclusive ha planteado subir los aranceles a México, con quien mantiene un Tratado de Libre Comercio y que es hoy el principal socio comercial de los yanquis.

En nuestro país, Milei está contento con el triunfo de Trump porque se ilusiona con que el FMI le volverá a hacer préstamos a la Argentina como en la época de Macri. Más allá de que eso está por verse, al pueblo argentino un nuevo préstamo del FMI, lejos de beneficiarnos nos hunde aún más en la dependencia y opresión imperialista.

El proteccionismo de Trump, para nuestro país significa que va a ser más difícil venderle productos argentinos a EEUU y que va a aumentar el déficit comercial que ya tenemos con ellos.

El triunfo de Trump fortalece a las corrientes de ultraderecha fascistas en el mundo, que expresa Milei en nuestro país.

Escribe Elena H. Ríos