Al cierre de esta edición, la mayoría de los trabajadores metalúrgicos de la empresa multinacional alemana Robert Bosch tomaron la planta ubicada en la localidad de San Martín, al noroeste del Gran Buenos Aires, rechazando los despidos y el cierre de la fábrica.
Pese a que fueron recibidos a balazos por personal de seguridad de la empresa, lograron entrar a la planta, y desde allí denunciaron esta agresión, están convocando a la solidaridad de todos los sectores populares, y reclaman la intervención de las autoridades para garantizar la permanencia de las fuentes de trabajo.
Al día siguiente de los despidos, el compañero Gerardo Robiano, de la Comisión Interna de los trabajadores de Robert Bosch, nos describía la situación: “Ya desde el año pasado, con el tema de la crisis habíamos tenido suspensiones, luego este año en dos oportunidades; además estuvo el intento de levantar el turno noche y despedir 30 compañeros. Sabíamos que el grupo Bosch había anunciado el despido de 10.000 trabajadores en el mundo y que se había iniciado un proceso de transferencia de la producción a Brasil, lo que implicaba que esta planta tenía un futuro incierto.
“Empezaron a circular versiones de cierre hacia agosto, y de que había interesados en comprar a planta. La empresa decía que buscaba una asociación pero a nosotros nos parecía que quería vender, y asegurarse cierta continuidad de la producción que no habían trasladado a Brasil.
“Se siguió con la versión del posible negocio. Después de frenar el cierre del turno noche, recrudecieron los rumores de compra. A nosotros nos preocupó mucho que el posible comprador, dueño de Argelite, tenga esta planta en convocatoria de acreedores, y le debe a sus trabajadores aguinaldo y parte de las vacaciones.
“Se hicieron varias asambleas. En todas se manifestó la preocupación por el futuro de la empresa. Habíamos hecho una denuncia a la secretaría de Trabajo de San Martín, y luego la trasladamos a La Plata. La semana pasada nos citan, junto con la empresa, al Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires.
“El Ministerio plantea que le interesa preservar la fuente de trabajo. Nosotros planteamos que también y sobre todo que queríamos preservar las condiciones de trabajo, o sea las conquistas que obtuvimos todos estos años con diversas luchas. La empresa dijo que su intención también era preservar la fuente de trabajo, pero que todavía no se había concretado la venta de la planta y que no tenían fecha de la operación.
“En la planta crecieron los rumores, hicimos varias asambleas más, y ayer sábado 19, los compañeros del turno noche, cuando fueron a cobrar la quincena, vieron que tenían en sus cuentas grandes sumas de dinero. La empresa depositó el monto correspondiente a las indemnizaciones, vacaciones, aguinaldo, etc.
“A media mañana los compañeros empiezan a recibir telegramas donde la empresa anuncia que cesa las actividades.
“Es decir que nos enteramos que estábamos despedidos cuando fuimos a cobrar la quincena. Está despedido todo el personal metalúrgico, también los de Asimra, y de los empleados conocemos que algunos fueron despedidos, pero no sabemos de la totalidad”.
“Nuestra bandera es contra los despidos. Nosotros queremos seguir trabajando y mantener las condiciones de trabajo que tenemos, porque esto no es más que hacernos pagar la crisis a los trabajadores.
Lo ocurrido confirma lo que veníamos denunciando, que el grupo Bosch pretende dejar de producir en la Argentina. Estos despidos se suman a la situación que hay en toda la industria autopartista: Mahle, Paraná Metal, Autolit, Cive, empresas que están cerrando. En el sector ya hubo casi 5.000 despidos este año, y se habla de que peligran otros tantos puestos de trabajo. Por eso el único camino es el de la lucha”.
02 de October de 2010