1. Avanzar en el balance electoral para seguir la lucha
Dijimos la semana pasada que “Este gobierno vendepatria y hambreador logró imponer en muchos sectores populares el temor a un salto al vacío; a qué podía pasar a partir del lunes si ellos no ganaban y que ‘íbamos a estar peor’.
A medida que vamos avanzando en conocer más las opiniones de los sectores que votaron a La Libertad Avanza el pasado 26 de octubre, este es uno de los argumentos que más aparece y que llevaron al gobierno a obtener algo más de 9 millones de votos nacionalmente.
Tenemos que decir que el resultado nos sorprendió, lo que exige que, como también dijimos en el número anterior, vayamos a los debates con nuestras propuestas, y “pegando la oreja en el suelo”, porque muchos volcaron su voto en los últimos días, sin expresarlo abiertamente.
Días antes de las elecciones el gobierno estuvo al borde del precipicio, como reconocen incluso sectores aliados como Mauricio Macri, y como lo expresó el propio presidente de Estados Unidos, Donald Trump cuando dijo: “Argentina está luchando por su vida, se están muriendo”, justificando su abierta intromisión en la política argentina.
Previamente a las elecciones, el gobierno venía sufriendo derrotas en el Congreso, y se destaparon varios casos de corrupción (fentanilo, Spagnuolo, el 3% de Karina, Fred Machado-Espert, etc.).
Quedó demostrada la importancia que le dio el gobierno yanqui a sostener a Milei en momentos que viene a la ofensiva por el control de nuestro país y todo nuestro continente, desplegando tropas en el Mar Caribe amenazando a los gobiernos de Venezuela y Colombia. En esto se inscribe también la horrorosa masacre en las favelas de Río de Janeiro impulsada por el gobernador bolsonarista. Todo con la excusa de atacar el narcotráfico.
Esto en medio de una cada vez más abierta pelea con las otras potencias imperialistas, especialmente con China, que ha pasado a ser el principal socio comercial de la Argentina.
En estos últimos meses viene creciendo el odio popular frente a la política antinacional y fascista que pretende imponernos el gobierno. Una parte de esta bronca se expresó en el voto a Fuerza Patria y frentes semejantes, que obtuvieron cerca de 8 millones de votos nacionalmente.
También son expresión electoral de la oposición al gobierno de Milei los cerca de 850 mil votos al FIT y otras expresiones opositoras provinciales. Esto suma cerca de 9 millones de votos de activa oposición.
La abstención, del 32%, es la más alta desde 1983. Son cerca de 12 millones de personas las que no fueron a votar el 26 de octubre. Aún si tomamos al padrón total y le descontáramos el 15% de lo que podríamos llamar “abstención estructural” (muertos, etc.), la suma de no voto consciente, voto en blanco y voto nulo suma alrededor de 7 millones y medio de personas. Como venimos recogiendo, muchos no votaron por bronca, “porque son todos iguales” o “porque estas elecciones no resuelven los problemas”.
El triunfo electoral de Milei fue sobre la base de 9 millones de votos. Si sumamos los 8 millones de Fuerza Patria y frentes semejantes a los votos del FIT son también cerca de 9 millones de votos.
Arriba de la abstención histórica hubo unos 7,5 millones que no votaron por disconformidad con todos, también con el gobierno. Otros 6 millones votaron fuerzas provinciales e intermedias.
No se trata de minimizar este triunfo porque nos sorprendió, golpeó al movimiento popular y a la expectativa que teníamos millones de luchadores en que la derrota del gobierno allanara el camino para otra política y otro gobierno, pero Milei está lejos de recibir el apoyo de la mayoría de nuestro pueblo y también de los 14,5 millones obtenidos en el balotaje del 2023.
Sobre la base de las luchas que vinieron creciendo de menor a mayor en estos dos años de gobierno de Milei, y de los millones que votaron abiertamente contra esta política, vamos a trabajar para avanzar en acuerdos para la más amplia unidad en la lucha popular, en las multisectoriales y en todas las formas de coordinación posibles, para unir a quienes votamos activamente en contra, a los que no votaron y a los que lo votaron con la expectativa de que resuelva sus sufrimientos, para enfrentar los planes del gobierno de avanzar con el ajuste, la entrega de nuestro patrimonio y en las “reformas”: laboral, previsional y tributaria que pretenden eliminar conquistas históricas de la clase obrera y el pueblo.
Como se vio luego de las elecciones, en las marchas reclamando la emergencia en discapacidad, en las luchas de docentes y estatales o en la Marcha del Orgullo del sábado en CABA, somos millones dispuestos a profundizar la pelea en las calles. Se equivocan los que piensan que Milei obtuvo un “cheque en blanco” para avanzar con su plan de ajuste y entrega.
2. Más ajuste y entrega
El plan económico con eje en la timba financiera está agotado. Por eso requirió de la abierta intervención del gobierno de Trump con más de 2 mil millones de dólares en el mercado de cambios en pocos días, ante la posibilidad de que se dispare la inflación, y para asegurar que la Argentina no caiga en cesación de pagos de la deuda externa.
Luego de las elecciones Milei reafirmó este rumbo, esperanzado en lo que algunos economistas denominan un nuevo “Plan Brady”, en referencia al plan lanzado por el secretario del Tesoro de Estados Unidos Nicholas Brady a comienzos de la década de 1990. Este plan se aplicó en la Argentina durante el gobierno menemista y se basó en la recompra de bonos por parte del Tesoro yanqui, que alargó plazos de deuda, pero la agravó, usando los viejos bonos comprados por centavos para hacerse de nuestras empresas públicas. Las consecuencias fueron más deuda externa, privatizaciones de empresas estatales, hambre y desocupación.
En esta semana, el gobierno va por la concesión de cuatro centrales hidroeléctricas en la zona del Comahue y larga los pliegos de licitación del Belgrano Cargas. La lista sigue con la nueva privatización de la mal llamada Hidrovía del Paraná y más rutas nacionales. Están en la mira de grandes monopolios imperialistas también Aysa, Nucleoeléctrica Argentina (NASA, gestiona las centrales nucleares) y el Correo Argentino.
A comienzos de noviembre el gobierno volvió a autorizar aumentos de tarifas de transporte, combustibles, gas y electricidad y prepagas. En el caso del AMBA, los colectivos subieron un 4,1% respecto al mes pasado, el doble de la inflación “oficial”.
Estos tarifazos no harán más que agravar la recesión que viene atravesando la economía. Todos los días se conocen más despidos, cierres de fábricas e incluso algunos grandes monopolios de la alimentación como Mondelez anuncian suspensión de actividades hacia fin de diciembre.
El gobierno se reunió con gobernadores de 20 provincias, con el objetivo de conseguir aval parlamentario para sus “reformas”: laboral, previsional, fiscal, y también para el presupuesto del 2026. No fueron “invitados” los gobernadores de Buenos Aires, Formosa, Tierra del Fuego y La Rioja, del peronismo.
La base de la “reforma laboral” que está negociando el Ejecutivo con gobernadores, legisladores y también con algunos dirigentes sindicales, es sacarles derechos a los trabajadores formales, aumentando la superexplotación (ver artículo en página 8), para beneficio de los grandes empresarios, haciendo crecer la precarización laboral de millones. Desde las dos CTA y también de dirigentes de gremios de la CGT ya plantearon su oposición a esta reforma laboral.
El gobierno y las clases dominantes que tiene atrás quieren que la gran mayoría de las y los trabajadores trabajen más y cobren menos. Ese es el “modelo” de Milei, la Argentina de comienzos del siglo 20, cuando la oligarquía tiraba manteca al techo y las grandes masas pasaban hambre, no existían vacaciones pagas, ni aguinaldo, ni las ocho horas de trabajo, ni las indemnizaciones por despido.
Debería recordar el gobierno que por esos años creció la organización sindical, el clasismo y hubo grandes puebladas que conquistaron derechos que perduran hasta hoy.
3. Siguen las internas en el gobierno
El triunfo electoral aceleró las internas en el gobierno, expresando los distintos intereses de los sectores de las clases dominantes que lo sostienen. La designación de Adorni como jefe de Gabinete en lugar de Francos fue el fin -por ahora- de una interna con Santiago Caputo, sumado al hecho de que Francos fue vetado por el gobierno yanqui por su relación con los chinos, con los que mantuvo 70 reuniones institucionales en el último año.
La designación de Adorni desató la furia de Mauricio Macri, que pretendía alguien más afín al Pro para ese cargo. Luego, el nombramiento de Santilli, cabeza de lista de los legisladores bonaerenses, como ministro del Interior parece una mojada de oreja más a Macri, ya que el “Colo” Santilli encabezó las negociaciones para sumar al Pro a las listas de La Libertad Avanza en provincia de Buenos Aires.
Milei busca sumar votos en el Congreso a cambio de darle a las provincias algunas migajas de las grandes sumas de la coparticipación que se viene robando el gobierno nacional en estos dos años. También, como ocurrió con la Ley Bases, se negocian las “valijas” con el dinero de la SIDE para comprar votos en Diputados y Senadores.
4. Acuerdos precarios entre los jerarcas de EEUU y China
Donald Trump y Xi Jinping, presidente de la China socialimperialista, llegaron a acuerdos para que Estados Unidos disminuya los aranceles a productos chinos, y que China vuelva a comprar soja en Estados Unidos, cuestión que le creó inconvenientes a Trump con sectores agrarios yanquis. El acuerdo también incluye que el gobierno de Xi Jinping ponga fin al bloqueo de venta de “tierras raras”, imprescindibles para la producción desde celulares hasta aviones de combate. A su vez Trump permitiría que el gigante Nvidia le venda chips de última generación a China.
El acuerdo es precario y por un año. Trump lo consideró un gran logro, tras el alto el fuego en Gaza. El diario New York Times tituló, contradiciendo al presidente yanqui “China y el arte de dejar que Trump se atribuya una victoria”.
Estos acuerdos alcanzados entre los jerarcas de las dos mayores potencias imperialistas no detienen la disputa ni los peligros de guerra que llevan como la sombra al cuerpo.
El mismo Trump reconoció su fracaso en negociar con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, un acuerdo para detener la guerra en Ucrania, donde siguen los sangrientos combates a tres años y nueve meses del comienzo de la invasión imperialista rusa.
Las tropas norteamericanas establecidas en el Caribe, frente a las costas de Venezuela, volvieron a bombardear barcos con la excusa de que transportaban drogas hacia EEUU. Trump, después de decir que había autorizado operaciones de la CIA contra el presidente venezolano Nicolás Maduro, desmintió un ataque yanqui sobre territorio de Venezuela.
En nuestro continente siguieron las repercusiones de la masacre policial en las favelas de Río de Janeiro, ordenada por el gobernador de este estado de Brasil, alineado con Bolsonaro. Familiares de las víctimas se movilizaron para denunciar que la mayoría de los asesinados, torturados y descuartizados, no tenían nada que ver con el narcotráfico y que la policía no “logró atrapar” a los principales jefes de las bandas narco.
5. Hay una salida popular
Como afirmamos en el número anterior de nuestro semanario, la lucha sigue. A los paros y marchas ocurridos en la última semana, hay que agregar distintas iniciativas para los próximos días.
Organizaciones de desocupados y precarizados, entre ellas la CCC, anuncian una nueva jornada de ollas populares en todo el país para el jueves 6, reafirmando que “Sin trabajo sólo hay hambre”.
Las y los docentes universitarios de Conadu Histórica convocaron a un paro nacional de 72 horas el miércoles 12, jueves 13 y viernes 14 de noviembre, en el marco de la continuidad del plan de lucha en todas las universidades del país. Hay protestas de estatales en varias provincias.
Las naciones y pueblos originarios están en lucha contra amenazas de desalojo por parte de empresas petroleras y terratenientes en varias provincias.
Miles de compañeras en todo el país avanzan en la realización de preencuentros y actividades para garantizar una masiva presencia en el 38° Encuentro Plurinacional de Mujeres y Disidencias a realizarse en Corrientes entre el 22 y el 24 de este mes.
En las nuevas condiciones tras las elecciones de octubre, reafirmamos que vamos a profundizar la lucha contra esta política de ajuste, entrega y represión.
Para este objetivo vamos a fortalecer nuestro PCR y la JCR, hacia un gran picnic de nuestra prensa revolucionaria el 14 de diciembre en el Parque Pereyra Iraola, coronando un año de grandes luchas.
Trabajamos con más fuerza que nunca para, junto con hacer el balance de las elecciones en los lugares de trabajo, estudio y vivienda en los que estamos en la ciudad y las zonas agrarias, impulsar un paro nacional activo que unifique las luchas, y defenderemos la patria que nos legaron nuestros próceres, frente a los imperialistas yanquis que respaldan a Milei y frente a toda dominación extranjera.
Escriben Ricardo Fierro y Germán Vidal
Foto de portada: Vamos a ampliar la unidad para avanzar en la lucha contra la entrega de nuestro patrimonio y contra las “reformas”: laboral, previsional y tributaria
Los presidentes de Estados Unidos y de China lograron precarios acuerdos comerciales que
no detienen la disputa interimperialista

