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17 de December de 2025

Celebrada en Utrecht, Países Bajos, el 28 y 29 de noviembre

Conferencia Internacional sobre el fascismo del siglo 21

Reproducimos extractos de las conclusiones de la Conferencia convocada por el Frente Democrático Nacional de Filipinas.

El 28 y 29 de noviembre se celebró en Utrecht, Países Bajos, la Quinta Conferencia Teórica Internacional del Frente Democrático Nacional de Filipinas (NDFP) sobre el Fascismo en el Siglo 21 en los Centros Imperialistas. Participaron 125 camaradas de 71 partidos y organizaciones comunistas y obreras de 26 países. Los participantes contribuyeron con 20 documentos de trabajo, que analizan cómo el avance de las fuerzas de extrema derecha y fascistas en todo el mundo es producto de la profunda crisis por la que atraviesa el sistema capitalista-imperialista. Desde el PCR de la Argentina, ante la imposibilidad de concurrir de manera presencial, participamos con una ponencia y un video.

La Conferencia reafirmó la definición de Dimitrov según la cual el fascismo es la “dictadura abierta de los elementos más reaccionarios, más chovinistas y más imperialistas del capital financiero”.

En las conclusiones se planteó que las décadas transcurridas desde el inicio del siglo 21 han estado marcadas por crisis económicas crónicas del sistema capitalista mundial y su intensificación desde el colapso financiero de 2008-2009, lo que ha creado las condiciones que han dado lugar al resurgimiento y desarrollo del fascismo en el siglo 21… Los derechos de los trabajadores están siendo atacados en muchos países imperialistas. Las medidas de austeridad y la reducción del gasto social han intensificado la explotación laboral, donde los monopolios aplican la fascistización en el trabajo, con nuevas leyes y tecnologías para intensificar la opresión de los trabajadores y la represión de la clase obrera.

Varios Estados-nación en los centros imperialistas muestran distintos niveles de fascistización, lo que puede entenderse como el proceso de eliminar el velo de la democracia liberal burguesa para revelar medidas más autoritarias y represivas… Por ejemplo, la adopción de leyes «antiterroristas», antiobreras, anti inmigrantes, de “ley y orden” y de seguridad nacional, así como los poderes de emergencia, erosionan sistemáticamente la democracia liberal burguesa, criminalizan la disidencia y amplían las capacidades policiales y de vigilancia.

Se planteó que los avances tecnológicos y las redes sociales facilitan la difusión de ideas fascistas y reaccionarias. En manos de los capitalistas monopolistas, los nuevos medios de comunicación de masas son herramientas para la desinformación, vigilancia y censura. lo que permite el engaño y la coacción a una escala mayor que nunca.

En la Conferencia se afirmó que la política exterior impulsada por la guerra está motivada por intereses imperialistas, un patriotismo estrecho e ideas de “limpieza racial” y supremacía blanca. Estas doctrinas bélicas y arquitecturas de seguridad global son promovidas activamente por: 1) think tanks (laboratorios de ideas) que venden la narrativa de “defender la democracia”; 2) contratistas de defensa que se benefician de la venta de armas y equipos de vigilancia; 3) organismos internacionales que incorporan a las élites locales a la red de seguridad global, a menudo con el pretexto de la “buena gobernanza” o la lucha contra el “terrorismo”.

En consonancia con su papel de principal agresor imperialista, Estados Unidos fue un punto de especial atención, tanto por sus políticas internas cada vez más brutales como por su influencia en otros Estados imperialistas en el impulso de su propia agenda geopolítica.

El declive de la hegemonía estadounidense, el auge de superpotencias competidoras y la intensificación de las contradicciones interimperialistas están acelerando los preparativos para una posible Tercera Guerra Mundial, impulsada por las grandes rivalidades interimperialistas entre Estados Unidos, los países europeos, China y Rusia.

En respuesta al resurgimiento de las luchas populares y los movimientos de masas contra la corrupción de los regímenes títeres, se ha producido una intensificación simultánea de la represión política hacia todas las formas de activismo y disidencia. En las neocolonias, la resistencia al fascismo toma un camino claro en forma de avance de la revolución democrática nacional.

Irlanda, como semicolonia capitalista industrial, y Palestina, como país ocupado bajo condiciones extremas de control colonial sionista, tienen experiencias particulares del fascismo que proporcionan ejemplos distintivos de cómo las luchas de liberación nacional fusionan el antifascismo y el antiimperialismo.

La Conferencia remarcó que la única salida para la liberación de los pueblos, y la lucha contra el fascismo, es una unidad internacional aún mayor, forjando el Frente Único antiimperialista y antifascista mundial.

 

hoy N° 2090 17/12/2025