El gobierno K se “ufana” en pagar la deuda externa en lugar de resolver las necesidades de salud, educación, alimentación, asistencia social, vivienda y trabajo del pueblo argentino.
Se repiten situaciones de los últimos años en los que los conflictos estallan provincia por provincia en contra de los acuerdos por arriba y dando por tierra con las supuestas bondades de las leyes educativas del kirchnerismo, en particular la de financiamiento educativo, que en lo fundamental conservan los núcleos duros de la ley Federal menemista: privatización y provincialización de los conflictos.
Esto no se hubiera podido llevar a cabo sin la complacencia y colaboración de la dirección celeste de Ctera. El 15 de marzo, quince días después, “realizó una conferencia de prensa para manifestar su enérgico repudio a la represión contra los docentes jujeños y para exigir a los gobiernos la solución a los conflictos que aún siguen abiertos en las provincias de Santa Fe, Tierra del Fuego, Neuquén, San Luis y Jujuy”, dijo un comunicado de prensa de la Junta Ejecutiva.
Debemos aclarar que los docentes jujeños fueron tres veces reprimidos por el gobierno kirchnerista de Barrionuevo, no sólo los nucleados en ADEP sino también los compañeros secundarios de Cedems que no pertenecen a Ctera.
¿Para cuándo el paro nacional en repudio a la represión y en solidaridad con las luchas? ¿O vamos a seguir con declaraciones? ¿Tres represiones con balas de goma, gases y palos no ameritan el paro nacional?
Muy diferente fue la posición en octubre del 2008 cuando “docentes que pretendían instalar una carpa frente a la sede del gobierno porteño fueron desalojados por la Policía Federal del ingreso al edificio en Avenida de Mayo 525. Hubo corridas, tensión y al menos tres personas resultaron heridas.” Se convocó inmediatamente a paro nacional de Ctera, como corresponde, que se llevó a cabo con un 95% de adhesión, según la propia Ctera.
En esa oportunidad el Sec. general de la CTA Hugo Yasky justificó la medida de fuerza expresando que “un paro nacional se justifica porque el límite no sólo es la muerte, como en el caso del compañero Carlos Fuentealba, sino por la represión a los trabajadores que se manifiestan en reclamo de sus justas demandas”.
¿Cuál es la diferencia entre ese hecho de represión que motivó la declaración de paro nacional y tantos otros que ocurrieron en Salta, Santa Cruz, Tierra del Fuego, y ahora en Jujuy por los cuales sólo se emiten declaraciones?
Todos los docentes del país tienen los mismos derechos a no ser reprimidos. Si valía para los docentes de la ciudad de Buenos Aires vale para todos.
Seguimos exigiendo una Ctera independiente de los gobiernos de turno, verdaderamente democrática y al servicio de los docentes y el pueblo. Repudiamos la sujeción y el alineamiento con el gobierno de muchos de los dirigentes celestes, no compartimos la postura de aceptar el doble discurso K como el “mal menor” y nos oponemos a las derechas opositoras que piden más ajuste y represión. En el camino de avanzar con las luchas y la unidad popular para lograr las conquistas e imponer un programa de independencia nacional y satisfacción inmediata a las urgentes necesidades populares.
Condenamos esta política gremial de evitar y frenar la lucha nacional unificada y condenar a las docentes a provincializar los conflictos como le conviene a los K. Por un paro nacional inmediato de repudio a la represión en Jujuy y en solidaridad con las provincias, que dé comienzo a un plan de lucha.
02 de October de 2010