El 17 de mayo, más de 1.800 trabajadores de la planta de autopartes de la automotriz japonesa Honda en la ciudad de Foshan (distrito de Nanhai, en la provincia china sudoriental de Guangdong) se declararon en huelga por los bajos salarios y las duras condiciones de trabajo. El 27 de mayo las cuatro plantas de Honda en toda China detuvieron la producción. Los trabajadores formales de la planta de Foshan ganan en promedio 1.200 yuanes por mes (175 dólares) pero los “practicantes” -que constituyen el 80% de la fuerza laboral- ganan apenas 900 yuanes mensuales (131 dólares).
Los “practicantes” son estudiantes de escuelas técnicas que no son protegidos por la Ley de Contrato de Trabajo nacional, porque trabajan para Honda por “contrato de práctica”. Se les paga un salario más bajo que el mínimo local, y no están cubiertos por el seguro social.
Con sus bajísimos salarios se les hace imposible pagar el alquiler, la atención médica, criar a sus hijos o cuidar de sus padres. Debido a la alta inflación, apenas pueden sostenerse a sí mismos.
Todos los reclamos elevados a la dirección de la empresa fueron ignorados, y así se vieron forzados a ir a la huelga. Reclaman un aumento para llegar a 2.000 o 2.500 yuanes (291 a 365 dólares), aproximadamente el promedio que tenían los salarios en Foshan hace tres años. En respuesta sólo recibieron amenazas de despido y maniobras para dividir a los trabajadores. La empresa despidió a los dirigentes de la huelga y amenazó a los “practicantes” con no darles el certificado de graduación.
El 24 de mayo Honda anunció que daría un subsidio alimentario de 55 yuanes por obrero. Los trabajadores resolvieron seguir la huelga. Dos días después la gerencia intentó nuevamente dividir a los trabajadores ofreciendo un aumento de 477 yuanes a los “practicantes” y de sólo 355 yuanes a los obreros formales, intentando que los primeros volvieran al trabajo y quebraran el paro.
Pero, con notable unidad, los trabajadores hicieron una contrapropuesta: 800 yuanes para todos, sin discriminación. La empresa volvió a presionar a los “practicantes” exigiéndoles que firmaran antes del día 31/5 un compromiso de no ir a la huelga. Ese mismo día, un grupo de 40 obreros de Honda fue atacado por una banda de matones del sindicato local, lo que encendió la indignación de los obreros, que exigieron una disculpa del sindicato y una inmediata investigación. La seccional local del sindicato se vio obligada a hacer pública una “carta de disculpa”.
El martes 2 de junio, tras la mediación de miembros del Congreso Nacional del Pueblo y de Zeng Qinghong, vicedirector y gerente general de Guangzhou Automobile Group Co., los trabajadores decidieron en asamblea volver condicionalmente por tres días a sus puestos de trabajo, dando plazo a la empresa hasta el viernes 4 para satisfacer sus reclamos.
Al mismo tiempo los obreros eligieron -por fuera del sindicato oficial- una comisión de 16 delegados, que dio a conocer poco después una “carta abierta” a todos los trabajadores de la autopartista de Honda (ver recuadro).
02 de October de 2010