Noticias

02 de October de 2010

La crisis mundial va tiñendo el planeta, donde nada será igual. Los jóvenes deben aprender de la historia. La clase obrera puede avanzar, partiendo de sus propias fuerzas, buscando el más amplio reagrupamiento.

El movimiento obrero y la crisis

Hoy 1240 / Aprovechar las contradicciones de los enemigos

Si queremos tomar como referencia la crisis del ‘30, las burguesías imperialistas han tenido como receta la desocupación, hambruna, fascismo y nazismo. El nazismo en Alemania, el fascismo italiano, el franquismo en España, etc., llevaron a la Segunda Guerra Mundial. Pero también trajo grandes enseñanzas para la clase obrera, pueblos y naciones oprimidas.
El socialismo demostró su superioridad, mientras el mundo vivía las consecuencias de la crisis, la guerra y el hambre: la Unión Soviética con la clase obrera en el poder, desarrollaba por primera vez un proceso de colectivización de la tierra nunca visto en la humanidad. Resolviendo el hambre, la desocupación, millones accedieron a la tierra, la vivienda, la educación.
Fue esa nación y ese pueblo junto a los aliados quien salvó al mundo del holocausto del fascismo, derrotándolo.
En China, millones sufrían el hambre, se comían hasta la corteza de los árboles de las hambrunas que padecían por el dominio semicolonial, y luego la invasión japonesa. Pero la clase obrera junto al campesinado abrieron un proceso de liberación que llevó al triunfo de la revolución en 1949, conquistando los derechos elementales: tierra, trabajo, salud, educación, etc.
Varios países del este de Europa conquistaron el poder, en Africa muchos países abrieron el camino para romper las cadenas con la dominación colonial.
En la Argentina, las clases dominantes impusieron el golpe de Uriburu, destituyendo a Irigoyen, inaugurando la década infame. En un largo proceso las masas confluyeron en esa maravillosa pueblada que fue el 17 de octubre de 1945, abriendo el camino para imponer a Perón en el gobierno.
Los jóvenes debemos aprender de las grandes enseñanzas que atesoran la clase obrera y los pueblos de aquellas generaciones que nos precedieron, para hacerle pagar la crisis a quienes la provocaron y abrir camino en la liberación y la conquista del poder por la clase obrera.

El movimiento obrero y la crisis mundial
Aterrizaje suave y desacople, hoy son imágenes del pasado. Venimos en picada. Cómo vamos a estar desacoplados, si el 63% de lo que produce nuestro país está atado a la exportación, y la economía está concentrada, centralizada y extranjerizada (acero, petróleo, carne, alimentación, automotriz, pesca, minería, etc.). De las 500 empresas más grandes, 2/3 son extranjeras.
El modelo K, que de fondo no se diferencia del neoliberal de los ´90, es de exportación, libre mercado, desregulación de la economía, y nos ha atado al mundo como nunca.
De a poco vamos entrando en el ojo del huracán, los precios de las materias primas están en caída libre, y todos los pronósticos indican que van a seguir cayendo. Soja, maíz, trigo: sus valores cayeron un 50%, mientras sus insumos aumentaron el 300% con respecto al 2002. La cuota Hilton de carne pasó de u$s 21.000 a u$s 11.000 la tonelada. La leche en polvo pasó de u$s 5.000 a u$s 2.500 la tonelada. El petróleo de u$s 157 a u$s 65 el barril, etc.
En la industria, se cierran los mercados del exterior para poder colocar nuestros productos; y al mismo tiempo nos inundan las mercancías desde China y Brasil, favorecidos por la devaluación de sus monedas. De las empresas, para hablar de las Pymes, el 30% trabaja a pérdida, el 45% no tiene rentabilidad, el 25% tiene rentabilidad con tendencia a la baja. Pasamos de viento de cola a vientos huracanados de frente…
La mayoría de las empresas están en un proceso de eliminación de horas extras, vacaciones adelantadas, anulación de los contratos con las terciarizadas, no renovación de los contratos por vencer, suspensiones y despidos.
Ya son varias las automotrices que están aplicando esto: Iveco 1.000, General Motors 500, Renault 300, bancarios 1.600, en Uocra 60.000, Easy 800 (que con la lucha los pararon), etc. En otras ramas tratan de llegar a fin de año, como no está claro hasta dónde llega el fondo del barril, ven de tomar decisiones de achicamiento más adelante.

Cristina: garante de los monopolios
Los banqueros, los monopolios imperialistas, los terratenientes que ganaron fortunas en la fiesta K a costa de los sufrimientos del pueblo, afilan los cuchillos para descargar la crisis en la espalda de la clase obrera y el pueblo.
Desde ahí el gobierno convoca al pacto social, el segundo del año, ya que el primero fracasó a principios de año tratando de poner un tope a los aumentos salariales y taponar la apertura en el segundo semestre. Ahora el contenido del nuevo pacto social que pretende acordar con la CGT y los monopolios tiene 3 puntos: 1) cerrar la reapertura de paritarias; 2) no dar asignaciones especiales, vía bono o doble aguinaldo; 3) a cambio de no permitir despidos.
La realidad desnuda su mentira, los 60.000 obreros de la Uocra quedaron sin trabajo, en su mayoría, a causa de la decisión del gobierno de congelar los fondos de la obras públicas.

Ir ajustando nuestra táctica a los cambios
Ahora se ha abierto un proceso de cambio, donde la iniciativa la pasan a tener las patronales con el chantaje de los despedidos y suspensiones, en el marco de la crisis mundial. Por lo tanto el movimiento obrero debe ir fijando su táctica en otras condiciones: Se requiere estudiar dónde golpear, cómo golpear y en qué momento. Es necesario precisar bien el blanco, mantenernos unidos y trabajar para agrupar alrededor nuestro a amplios sectores del movimiento obrero y popular, ocasionándole al enemigo golpes que nos permitan hacerlos retroceder y no perder las conquistas obtenidas estos años.

Aprovechar las divisiones por arriba
La crisis económica mundial del capitalismo agudiza la disputa interimperialista por el control del mundo y se traslada a los países dependientes como el nuestro, donde reinan los monopolios de casi todos los imperialismos. La lucha por la hegemonía en el gobierno de turno va unida a quién la paga y quiénes ganan y salen favorecidos de esta crisis.
Se abre una disputa: cuáles son los monopolios que se van a favorecer. La disputa se expresa en los agrupamientos políticos y sociales, el camino al 2009-2011, y las distintas fisuras dentro de la CGT de Moyano y la otra CGT Celeste y Blanca de Barrionuevo, y la CTA de Yasky y otros sectores como el de Micheli en ATE. Varias federaciones están fracturadas con sectores que están en la oposición al gobierno.
Desde luchar y ganar las calles la clase obrera puede avanzar partiendo de nuestras propias fuerzas, buscar el más amplio reagrupamiento e ir golpeando junto a otros sectores, aprovechando las contradicciones del enemigo y golpeando al más peligroso en cada momento.

Prepararse para enfrentar
Debemos tener confianza infinita en nuestros compañeros, en nuestra propia fuerza basada en los combates que protagonizamos en los últimos años.
Nos hemos ido templando al calor de luchas heroicas, duras, prolongadas, con varias idas y vueltas, con triunfos parciales, de las experiencias de las recuperadas, las huelgas petroleras, el paro arrancado a la CGT y a la CTA por el asesinato del docente Fuentealba, la pueblada de Santa Cruz, la lucha de los marplatenses de la pesca, del Indec contra el vaciamiento y los índices truchos, la experiencia de Terrabusi, Astillero Río Santiago, subterráneos, los obreros rurales de Río Negro; la rebelión agraria, donde hubo sectores del movimiento obrero que participaron, la práctica de la democracia directa, de no delegar, que todo se resuelva en asamblea.
Hemos sabido desbordar a las direcciones traidoras y conciliadoras e ir imponiendo en distintos sectores nuevas direcciones donde hemos obtenido triunfos, también algunas derrotas; en varias de ellas hemos enfrentado la represión de las fuerzas de seguridad y la persecución.
Las nuevas generaciones han sido protagonistas de lo nuevo que fue emergiendo, de la rebeldía, las ideas clasistas y antiimperialistas, abriendo nuevas perspectivas.
Si bien vienen momentos difíciles y la lucha se va a dirimir en quién va a pagar la crisis, también se abre una posibilidad de avanzar hacia la liberación nacional y social. O la pagan los que la provocaron, los banqueros, los monopolios, los terratenientes o la descargan sobre el pueblo, agravando la situación que existe hoy.
Es posible otra política, que contenga un verdadero proyecto nacional y popular para enfrentar la crisis: ley de emergencia ocupacional que garantice la estabilidad laboral, salario mínimo de acuerdo a la canasta familiar, eliminación del impuesto a las ganancias a los trabajadores, blanqueo y efectivización de los contratados, entre otras medidas de defensa del mercado interno y la industria nacional.
Para avanzar en estos objetivos, unir ampliamente a los trabajadores ocupados y desocupados con el resto del pueblo, campesinos pobres, medios, estudiantes, profesionales de las capas medias, docentes, jubilados e ir pensando en formas de unidad bien amplias como comités de emergencia social, o comités de crisis (como ya conocimos en muchos pueblos durante el 2001).
También las multisectoriales en las ciudades y provincias, con centro en los cuerpos de delegados y comisiones internas de fábrica, pero ampliándolas mucho más, apoyándonos en las experiencias que van haciendo las masas. Delegados por pueblo, por curso, por barrio por manzana, en las que tengan programas para enfrentar la crisis; y así en ese marco de unidad ir construyendo el paro nacional activo de obreros, campesino, estudiantil y popular.