El viernes 3 de septiembre, día de la marcha a la Gobernación, los funcionarios de la OPDS y del Ministerio de Asuntos Agrarios se comprometieron de palabra a la firma de un acta que apuntaba a resolver el problema de tierras para las familias en estado de riesgo. Así lo reflejó también la prensa.
Estas promesas si bien significaban un cambio en la actitud del gobierno, no paralizaron a los compañeros y compañeras del acampe, por el contrario, dijeron. “Este paso adelante es por nuestra lucha” y les dio más fuerza para continuar.
Tal como se había aprobado en la asamblea del 28/8 se redoblaron los esfuerzos para mejorar la organización del acampe, aumentar la difusión y la búsqueda de solidaridad. En especial se necesitaban donaciones para resolver problemas de alimentación, viajes, etc.
Un camino de unidad que
fue abonado durante años
Un compañero del Astillero Río Santiago en “los bretes” de salida de la fábrica, donde se instaló una mesa con compañeras del campo, anunciaba por megáfono: “Colaboren con el acampe de los campesinos de Asoma que han estado junto a nosotros en los peores momentos de nuestra lucha”; y los obreros, protagonistas de históricas luchas en defensa de su trabajo y la soberanía nacional, conociendo el conflicto por el boletín La Proa, se acercaban con la plata en la mano y palabras de aliento. Se recaudaron cerca de $2.000.
El mismo sentimiento se manifestó al día siguiente cuando los campesinos expusieron su lucha ante los delegados de la fábrica, que escucharon en silencio y se comprometieron a colaborar en todo lo necesario, desde colocar canastos en las secciones para recolectar alimentos y ropas hasta donar las ollas y sartenes –“del mejor acero” dijo un delegado–, para cocinar en el acampe. “¿Cómo les va a los compañeros de Asoma?”, es una pregunta que recorre el Astillero.
También los estudiantes universitarios, que más de una vez vieron las banderas de la Asoma acompañando sus marchas se sumaron a la campaña de solidaridad con rifas para recaudar fondos e invitándolos a difundir el conflicto en los cursos y en distintos eventos, como el foro realizado en la Facultad de Agronomía. También la resolución del Consejo Directivo de la Facultad de Humanidades en apoyo al reclamo de tierras de los campesinos de Asoma.
Se recibió con aplausos una importante ayuda económica de la dirigente jujeña Milagro Salas. También se recibió una donación de la lista Azul y Blanca de los docentes. Se realizaron importantes entrevistas con diputados nacionales de la Coalición Cívica y de Proyecto Sur.
Las negociaciones
El martes 7, directivos de la organización se reunieron con funcionarios del Ministerio de Agricultura Familiar a los que se les había planteado el tema de comprar tierras a una tasa subsidiada. Ellos manifestaron que estaban trabajando en la búsqueda de financiación para una experiencia piloto con 50 familias. Se les solicitó que el titular Domínguez firme un acta donde figure ese compromiso. Pidieron unos días.
El viernes 10 se reunió la mesa conformada por las organizaciones del Parque, funcionarios del Ministerio de Asuntos Agrarios y la OPDS donde presuntamente se firmaría el acta-acuerdo que, según ellos manifestaron, garantizaría tierras para las familias en condición de riesgo.
En el documento que presentaron hay un punto muy importante, es la primera vez que escriben que se darían 50 hectáreas de las tierras de Massuh, con lo que reconocen que están dentro del sector productivo del Parque. Por eso en el acampe se dice: “los funcionarios ahora hablan de la posibilidad de trabajar algo de las tierras que explotara Massuh”.
Por otra parte habla de entregar las tierras libres luego de la regularización, pero arman una mesa, que decidiría a quien le dan las tierras, integrada por dos representantes por cada una de las cuatro organizaciones y ocho por productores independientes individuales. Punto inadmisible por injusto. Las organizaciones presentes acordaron no firmar el acta y se quedó en una nueva negociación para el martes 14 de setiembre.
La asamblea del
11 de septiembre
Fue muy numerosa. Néstor Villacorta informó lo realizado en la semana y se leyó el acta propuesta por las autoridades.
Opinaron los dirigentes de los distintos parajes y varios socios. “Lo de Massuh es importante, pero no alcanza”. “Hay que llevarles una contrapropuesta para el martes”. “Tienen que firmarnos que va a haber tierras para el listado que presentamos”.
Se discutió si seguir con el acampe o pasar a otras formas de lucha. Se aprobó que no se puede levantar sin nada firmado, que hay que seguir, y evaluar lo que se logre en la reunión del martes en una nueva asamblea el jueves.
Mientras tanto se preparan para confluir en la jornada de lucha del miércoles y para hacerse oír en la feria de la semilla del 17 y 18.
El esfuerzo es mucho para las familias del acampe, con la salida del sol y el aumento de la temperatura, también aumentan los requerimientos de trabajo. Son muchos días pero no aflojan: “un poquito más”, “logramos que empezaran a aflojar; de considerarnos usurpadores ahora reconocen como justo nuestro reclamo y abren las puertas de Massuh”. “Acá o en otro lado, la lucha continuará, ya hemos avanzado, la tierra está en la agenda de los funcionarios, no pararemos hasta lograr nuestro objetivo”.
El gobierno de Cristina se prepara para agitar con fines electorales la defensa del productor familiar en la Feria de la Semilla, mientras tanto hace oídos sordos al reclamo de estas doscientas familias que quieren seguir siendo productores.
¿Y Scioli? ¿También tiene las manos atadas para tomar la decisión política de entregar tierras ociosas a los campesinos pobres y los pequeños productores? “¿Por qué no nos recibe? Se lo hemos pedido varias veces”.
