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02 de October de 2010

Marchas, silbatazos, repudio a jueces, son algunas de las acciones de Afavi (Agrupación de Familiares y Amigos de Víctimas de la Impunidad), que reúne a vecinos de San Rafael, Mendoza. Aquí su presidenta habla de cómo se origina la organización y las tareas que encara.

Mendoza: San Rafael contra la impunidad

Hoy 1247 / Familiares y víctimas del gatillo fácil y las violaciones

María Elena Gerri es la presidenta de Afavi. Es jefa de familia y vive sola con sus seis hijos (un séptimo falleció de pequeño en un accidente).
Cuenta que la agrupación empezó a funcionar a partir del asesinato en la cárcel de Oscar Rivas, el 25 de julio de 2007. "Oscar era un chico que estaba en la cárcel siendo inocente. Ahí empezamos entonces a hacer manifestaciones. Nos juntamos con la gente de Paula Toledo –asesinada en 2007– y después se sumaron más casos. Y decidimos armar una agrupación, donde tenemos hoy alrededor de diez casos impunes."
María Elena enumera esos casos y la situación judicial en cada uno de ellos. Algunos, como el de Rivas, fueron archivados; en otros se ha logrado la condena del asesino de una manera que dejó "más o menos conformes a los familiares"; el caso más reciente tomado por Afavi es el de Danilo Alcaraz.
Al asesino de Alcaraz le dan 12 años "y el padre, que es cómplice del asesino, queda libre de culpa y cargo", dice María Elena, expresando su disconformidad.
"También tenemos el caso Mendieta, un chico que fue golpeado a la salida de un boliche por dos poderosos ricachones, hermanos. Estuvo internado en el hospital y finalmente murió. A los asesinos los detienen, y con doscientos mil pesos compran la Justicia corrupta de nuestro pueblo. Están en libertad actualmente, ¡por doscientos mil pesos!".
"Las familias afectadas, con los chicos asesinados, son familias carenciadas. Si algunos han puesto un abogado, no pueden pagar lo suficiente para esclarecer los casos. Y los asesinos sí tienen plata, entonces son asesinos con guante blanco, o son políticos."
Afavi viene llevando adelante distintas acciones, como marchas y silbatazos. Han repudiado el accionar del juez Martino en varios casos, por corrupto y al servicio de los poderosos.

De justicia contra los violadores, nada
El último caso llegado a Afavi le toca muy de cerca a María Elena: se trata de la violación de sus dos pequeñas hijas. Fueron abusadas por Florentino Zolorza, "al cual yo consideraba mi padre, lo tenía viviendo en una pieza, atrás de mi casa, hacía tres años y medio, casi cuatro".
Las víctimas tienen 11 y 12 años, y el abuso llevaba varios meses. Una carta de la niña más chica "donde decía que se iba a quitar la vida, ahorcándose, nos pedía perdón a mí, a los hermanos, a los sobrinos, y que no nos echáramos la culpa nosotros, que era culpa de ella, que el problema era de ella", alertó a la familia. Luego, con ayuda de la madrina, lograron reconstruir los hechos. "Entonces, la decisión que yo tomé en el momento, sin hacer preguntas ni nada, fue irme a la comisaría. Quiero creer, algún día, que fue lo más correcto. Aunque hasta acá nos está defraudando".
María Elena dice que el juez, Dr. Martino, ha retrasado el obrar en la causa, pese a la insistencia de los fiscales para detener al violador. "De justicia, nada. Fue el primer lugar al que acudí yo, en ayuda, y hasta acá todavía la justicia no me responde con las cosas que me tendría que responder. Para poder mandar al violador a la cárcel tuve que manifestarme." 
El día que se enteró de las violaciones, "mientras yo iba a la 32, alrededor de quince cuadras de mi casa, iba mandando mensaje a chicos de la agrupación, a familiares. Cuando llegué a la comisaría junté alrededor de veinte personas. Entonces llegamos y les dijimos que les dábamos media hora para que lo detuvieran". Al presentarse Zolorza, el violador, casi fue linchado, y quedó detenido.
Las discusiones con el juez de la causa empezaron el mismo día de esa detención, "de la que ni estaba enterado". "Me rebajó, me humilló como quiso –cuenta María Elena–. Me prohibió la entrada a tribunales. Lo primero que expuso el doctor Martino es que yo tengo un hijo en la cárcel. Sí, yo tengo un hijo en la cárcel, pero mi hijo está por una causa menor. Y lo que les pasó a mis hijas es una causa gravísima. Dijo entonces que no podía pasar al violador a la cárcel porque estaba mi hijo y temían las represalias. Resulta que los violadores y asesinos, en la cárcel, son los que mejores vidas tienen. Los más amparados por la ley, afuera y ahí adentro. Mientras que los chicos con antecedentes o causas menores son maltratados."
Afavi también se manifestó en ocasión de la visita del gobernador Jaque a San Rafael, logrando que los atendiera. "Nos hizo hablar con el presidente de la Corte Suprema de Justicia de Mendoza, Nanclares. Y lo hicieron comprometer al doctor Martino para que metiera a la cárcel al violador. Porque el juez no quería. El doctor Martino veía la edad de él (63 años), la enfermedad  de él (es enfermo renal crónico), pero no veía el trauma psicológico por el que estaban pasando mis hijas.
"Consideraba más apoyar a este individuo, al violador de mis hijas, y no a las víctimas. Como pasa en los casos de todos los jueces corruptos que tenemos en nuestro pueblo."

"Vamos a seguir la lucha"
María Elena asegura que Afavi va a seguir con la lucha, y agradece el apoyo encontrado hasta ahora, entre otros del Movimiento de Mujeres "Se vienen las mendocinas". También dice que "el apoyo mayor que tiene, es de unos chicos del Partido Comunista Revolucionario y de la Juventud del Partido. Afavi no es un partido político ni nada, estamos apoyando a los familiares de víctimas de la impunidad y estamos pidiendo el apoyo en general a la comunidad. Que la comunidad nos apoye, porque ninguno estamos libres de ser víctimas de estas impunidades".