El pasado 2 de setiembre falleció el camarada Jorge Rocha como consecuencia de una cruel enfermedad. Miles de compañeros y amigos despidieron sus restos.
Con su muerte la clase obrera y el pueblo argentino perdieron a uno de sus más esclarecidos dirigentes revolucionarios de nuestro tiempo, que luchó incansablemente por terminar con el hambre y la miseria y por construir una sociedad sin explotados ni explotadores.
Como dijo Otto Vargas al despedirlo, Jorge Rocha fue un comunista, un revolucionario, un compañero que casi desde la niñez adhirió a la causa del comunismo y dedicó toda su vida a la lucha por la revolución. Jorge Rocha fue el presidente de la Federación Universitaria Argentina del Cordobazo, que nosotros comenzamos con el Correntinazo, el Rosariazo,hasta que ardió Córdoba y ya nada volvió a ser igual en la Argentina. “Hay que decir compañeros, a este partido lo armó Jorge Rocha –destacó Otto Vargas– él tejió la unidad de todos estos grupos; todos contribuimos con más o con menos. Pero el armador de todos esos grupos y fuerzas –algunos veníamos del partido, otros de la juventud, unos de los barrios, otros de la universidad, unos pocos de las fábricas– fue Jorge Rocha”.
Con las banderas en alto honramos a este gran maoísta reafirmando nuestro compromiso de seguir su lucha por la revolución de liberación nacional y social, el socialismo y el comunismo a la que él entregó toda su vida. ¡Hasta la victoria, siempre!
