El gobierno de Busti se metió solito en un callejón. “No negociamos más”, dijo hace 15 días, y dio por cerrado el diálogo con los docentes. Pero la fortaleza y la unidad de los trabajadores de la educación lo obligaron a empezar a comerse sus propias palabras y a volver a convocar al diálogo, ya que habría una nueva propuesta. Subestimó la bronca docente y perdió: la única salida del callejón… es poner la marcha atrás.
Los docentes entrerrianos se encuentran desde hace dos meses en un cada vez más intenso plan de lucha. El gobierno probó todo para frenarlo: difamó al gremio y a los trabajadores, amenazó y aplicó descuentos salariales, presentó a través de dos “padres” de entre sus filas recursos de amparo contra las huelgas, consiguiendo en un caso que una juez ordenara el levantamiento de las medidas de lucha previstas. También movilizó a todo el aparto del PJ provincial para realizar una marcha en la que pudiera juntar más gente que las movilizaciones docentes, amenazó con reemplazar a los huelguistas con docentes suplentes y jubilados (medida que cayó por su propio peso ya que en el sospechoso censo que realizaron no juntaron ni como para cubrir un 5% de los “reemplazos” necesarios), inundó los medios de comunicación con propaganda (pagada con los fondos públicos) acusando a los docentes de todo lo que el lector se pueda imaginar, amenazó con plebiscitar en las elecciones del 28 de octubre el aumento solicitado (la Cámara Electoral, haciéndole un favor al gobierno, le rechazó ese mamarracho para que no tuviera que retirarlo él mismo) y, en el marco de las constantes agresiones a las que el gobierno nos tiene acostumbrados, el frente de la Seccional Paraná de Agmer (el gremio docente mayoritario) apareció pintado con insultos y provocaciones y los compañeros de Agmer Concordia fueron amenazados telefónicamente.
Ante cada embate los docentes redoblaron la apuesta. Ya van más de 10 jornadas de paro con más del 90% de adhesión cada una, tres marchas provinciales que convocaron hasta ocho mil docentes, y numerosas marchas departamentales, cada vez más ruidosas y masivas.
El último viernes, en el marco de un paro parcial de dos horas por turno, dos mil trabajadores de la educación marcharon al Consejo General de Educación y permanecieron en el interior, cantando y “batuqueando”, durante tres horas. A la tarde, la caravana educativa que recorrió la provincia, relevando las condiciones nefastas en que se encuentran las escuelas, culminó con un acto en la Plaza Alvear de Paraná al que asistieron docentes, compañeros de ATE y trabajadores desocupados de la CCC, la JCR y vecinos en general.
Hay ánimo para ganar
En las asambleas en las escuelas las propuestas son: más huelgas, retenciones, asambleas en las escuelas, cortes de ruta, toma del CGE, carpa docente… Todo es posible para continuar y profundizar el combate, ya que el ánimo de los docentes es claro: “nos costó mucho bancar tanta presión, ahora no podemos aflojar…”. Además, los docentes han palpado, en el diálogo con los vecinos y con los padres de sus alumnos, que esta vez el acompañamiento y la comprensión es mayor que en muchas otras oportunidades: la inflación nos afecta a todos y el pueblo se solidariza con la justeza de la lucha. De hecho, periodistas afines al gobierno han convocado en numerosas ocasiones a los padres a unirse en contra de la lucha docente, y hasta ahora no lograron mucho más que reunirse en la casa de alguno de ellos a tomar café.
Cómo sigue
El gobierno reculó (en conferencia de prensa había dado por cerrada la negociación hace 15 días) y llamó al diálogo para el martes 4/9. Los docentes tienen en claro una serie de puntos que no se negocian: la devolución de lo descontado, que el aumento, progresivo y escalonado hasta diciembre (en camino a la canasta familiar de $ 2.400) vaya al básico y no genere un nuevo código “en negro”. Por lo pronto, ya está resuelto por Congreso de Agmer la formación de un fondo de huelga y la realización de una marcha hasta Plaza de Mayo para mediados de octubre.
El gobierno tuvo que retroceder y ya no sabe qué más inventar para aislar y quebrar a los trabajadores de la educación. Enfrente, en el camino de la unidad y la lucha, los docentes han crecido y se han fortalecido.
Nacionalizar la lucha docente
El próximo jueves 6 se realizán a nivel nacional las elecciones para la renovación de la conducción de la Ctera. En Entre Ríos, los docentes convencidos de la necesidad de que la lucha docente se nacionalice están militando en la Lista Lila de la provincia. Muy distinta habría sido esta lucha con una Ctera que acompañe, impulse y ayude, y no aísle, distraiga y esquive. Lo saben los docentes entrerrianos que militaron la creación del fondo de huelga para sostener la lucha en la provincia (fondo resistido durante tres horas de discusión en el Congreso de Agmer por los congresales celestes). Lo saben los docentes que vieron a Yaski aplaudir en la Casa Rosada la Ley de Financiamiento Educativo. Lo saben los docentes que se sienten par de la lucha de Santa Cruz, Tierra del Fuego y Neuquén, y que mucho antes del asesinato del compañero Carlos Fuentealba ya exigían, en las asambleas, la solidaridad que la Ctera les negaba.
