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02 de October de 2010

El kirchnerismo busca respaldo para imponer un ajuste después de las elecciones. Otras derechas emboscadas en la oposición tratan de montarse sobre la bronca al gobierno pero sus planes también descargan la crisis sobre el pueblo.

Las elecciones son una gran trampa

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1. Una rosca oligárquica
El país se hunde en la crisis desnudando las mentiras K: desde que está Cristina Kirchner la inflación aumentó el 57,8% (IndeK: 18,2%), la canasta básica de alimentos para una familia es de $ 860 (IndeK: $ 574), la pobreza castiga al 33% de la población (IndeK: 15,3%), la industria cayó el 6,6% (IndeK: 0,4%), se han perdido entre un 30% y un 50% las cosechas y cae la ganadería. Crece el hambre, la desocupación, las deudas y las quiebras de la producción nacional (La Nación, 11/5). Con la política del gobierno kirchnerista la crisis la está pagando el pueblo.
El kirchnerismo, en ruinas, adelantó las elecciones porque “la caja K”, tanque de combustible del aparato político y sindical oficialista, no llegaba a octubre. Y buscó, con las candidaturas testimoniales, “alambrar” su aparato frenando la fuga de gobernadores, intendentes y funcionarios que saltaban el cerco.
El kirchnerismo hace su campaña electoral con la caja de los jubilados: le robó al ANSES $ 9.000 millones, a pagar con un “bono basura” en el 2.016. Presentan “la madre de todas las batallas” en el segundo y tercer cordón del Gran Buenos Aires, usando esos fondos para comprar los votos de las masas más castigadas por la pobreza. El chantaje K es claro: “si quieren comer van a tener que votarnos”. La mayoría de los que figuran en las listas no van a pisar el Congreso, serán reemplazados por los alcagüetes de Kirchner que vienen al final de esas listas.
Los grupos oligárquico-imperialistas que están atrás del kirchnerismo, buscan un respaldo electoral para los planes de ajuste que el gobierno ya prepara para después de las elecciones. Tratan de que CK pueda llegar al final de su mandado y garantizar una sucesión presidencial “del mismo palo”.
El kirchnerismo reunió así en sus listas a gobernadores e intendentes atados a la chequera oficial, “moyanistas” engrasados con los negocios oficiales, empleados de monopolios socios del gobierno (incluyendo a algunos de los más poderosos de “la patria sojera” como Urquía), y jerarcas de la “patria financiera” como el banquero rosado Heller. Es un cambalache que expresa a una de las roscas de la derecha oligárquica, disfrazada con un doble discurso.

2. Otras roscas oligárquicas
El kirchnerismo es hoy, con su política, el que está descargando la crisis sobre el pueblo.
Los principales reagrupamientos opositores al gobierno sostienen propuestas que llevarían a que la crisis la siga pagando el pueblo. Lo que cambiaría, será el reparto entre los de arriba.
En la oposición están emboscadas, con mucha fuerza, otras derechas oligárquicas, que rivalizan con la que sostiene al kirchnerismo.
No es ninguna casualidad que multimillonarios como De Narváez, y un ex alto funcionario del poderosísimo banco yanqui JP Morgan como Prat Gay, sean cabezas de reagrupamientos opositores. Está todo tan mezclado que, traficantes de efedrina que fueron los mayores financistas de la campaña electoral de CK, ahora aparecen en las llamadas de un teléfono de De Narváez.

3. La trampa
Los grupos oligárquicos del bloque dominante están divididos y forcejean por un nuevo reparto del poder y las cajas. Pero, alarmados por la amplitud y profundidad que va alcanzando la protesta obrera, chacarera y popular frente a la crisis, han acordado cinchar juntos tratando de arrastrar el país hacia una trampa electoral, y dirimir fuerzas en ese terreno, en el que manejan la justicia electoral, la plata para las campañas y los medios de comunicación para la publicidad de sus candidatos.
La trampa electoral consiste en polarizar las elecciones entre fuerzas oligárquicas: el kirchnerismo que amenaza con precipitar el país en el hambre y el caos, y la derecha emboscada con fuerza en la oposición que chantajea: vótennos para que no sigan los Kirchner.
La cuestión que desnuda que es falsa esa polaridad, es que así como hoy el kirchnerismo paga la deuda a costa del hambre del pueblo, la derecha emboscada en la oposición le promete a los centros de poder imperialista ser igualmente buen pagador. Y no hay salida a la crisis pagando esa deuda ilícita, fraudulenta y usuraria.

4. Hacia un centro coordinador popular
Hay dirigentes, corrientes y fuerzas progresistas con las que estamos unidos en las multisectoriales y movimientos de masas. Pero no se pudo constituir un agrupamiento opositor obrero y popular, patriótico y democrático, que fuera expresión de las fuerzas populares en lucha. Además, “primero tiene que tronar el escarmiento popular contra los malos gobiernos para que pueda conquistarse cierta libertad en el voto. Y las elecciones serán verdaderamente libres cuando sea el pueblo el que las convoca y las controla” (Declaración del Comité Central del PCR). De ahí la importancia de las luchas que se multiplican en todo el país, con la ocupación de fábricas como Mahle, la arremetida chacarera que forzó a CK a recibir el petitorio en la escalera del avión, las jornadas de lucha de la FUA, etc.
Por eso, frente a la maniobra de las fuerzas del poder oligárquico, de armar una trampa electoral en la que sólo está en juego la continuidad del kirchnerismo o su relevo por fuerzas de otras derechas, emboscadas en la oposición, el PCR, junto a fuerzas clasistas, antiimperialistas y antiterratenientes, trabajará activamente para una marea de votos en blanco, nulos y abstenciones, para romper esa trampa. Así se fortalecerá “el camino del Argentinazo y la rebelión agraria y federal, para imponer, un gobierno de unidad popular, patriótico y democrático, basado en las multisectoriales, asambleas populares, cuerpos de delegados y coordinadoras gremiales. Un gobierno que resuelva las urgencias y necesidades del pueblo y de la patria, aplicando un programa como los 10 puntos que proponemos para el debate de masas, y abra el camino a una revolución democrática popular, agraria y antiimperialista, que se profundice hasta acabar con toda forma de explotación y opresión social”, señala la Declaración del PCR.
Por esto tiene una enorme importancia el Encuentro Nacional de Multisectoriales realizado el fin de semana pasado en La Matanza (ver pág. 16), que muestra que hay una voluntad creciente para constituir un gran centro coordinador popular, para la unidad de los trabajadores, los chacareros, la pequeña y mediana industria, los estudiantes y demás sectores patrióticos y democráticos. Ese Encuentro convocó a un gran acto el 25 de Mayo, en Cañuelas, y una Asamblea Nacional de Multisectoriales, para junio.
Vamos a pelear la unidad para la lucha obrera, chacarera, estudiantil y popular, en las multisectoriales, multigremiales y organizaciones de masas; reorganizando y recuperando los cuerpos de delegados en el movimiento obrero. Vamos a pugnar para que lo fundamental de esas fuerzas no se divida, y rompa la trampa electoral con un mazazo de votos bronca que derrote a la política kirchnerista. Y vamos a trabajar para que el 29 de octubre, al día siguiente de las elecciones, cualquiera sea la forma en que haya votado cada uno, se amplíe la coordinación unitaria, para que los trabajadores, los chacareros, los estudiantes, y las fuerzas patrióticas y democráticas puedan ser los protagonistas de las tormentas sociales y políticas que se avecinan.