Los ocupantes yanquis y de las demás potencias imperialistas de la OTAN piensan que la farsa electoral del próximo 20 de agosto les permitirá legitimar un gobierno títere y crear una base política interna para aislar a la resistencia. Serán “elecciones” presidenciales bajo ocupación militar extranjera y organizadas y controladas por un régimen lacayo que movilizará cerca de 300.000 soldados afganos e “internacionales”.
Para garantizar semejante engendro el gobierno norteamericano de Obama lanzó el 2 de julio una ofensiva “final” contra la resistencia afgana en la sureña provincia de Helmand.
Al cabo de un mes, según reconoció el Ministerio de Defensa afgano, los marines yanquis y las Fuerzas de Seguridad Nacional Afgana recuperaron sólo el distrito Khanshin, pero otros nueve distritos en las provincias de Helmand, Uruzgan y Dai Kundi en el sur de Afganistán siguen fuera del control del régimen títere y “están en poder del Talibán”.
Los militantes de la resistencia llaman a los afganos a boicotear “las falsas elecciones patrocinadas por Estados Unidos, y apoyar en cambio los frentes de la Yihad (guerra santa) contra los invasores”, indica un comunicado enviado por los insurgentes, al tiempo que anuncian que “los muyahidines (combatientes de la guerra santa) bloquearán todas las carreteras para vehículos públicos y privados el día anterior a los comicios”.
02 de October de 2010