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n° 1164

miércoles 2 de mayo de 2007

Los docentes rompen los topes salariales K-2

Las huelgas de los trabajadores de la educación comenzaron a "torcerle el brazo" a esta política que pretendían imponer Kirchner y las patronales con el apoyo de los jerarcas sindicales traidores y conciliadores. Los actos unitarios y clasistas del 1° de Mayo refuerzan el camino.
1 – El ejemplo de las huelgas docentes Las huelgas docentes de Santa Cruz, Neuquén y Tierra del Fuego han producido un cambio favorable a los trabajadores y el pueblo en la política nacional. Los docentes comenzaron a “torcerle el brazo” y a romper los topes salariales de Kirchner, las patronales y los jerarcas sindicales. Las huelgas docentes chocaron contra la prepotencia de los gobiernos provinciales y nacional, y fueron aisladas por la dirección de Ctera, la CTA y de la CGT. La política de salarios básicos ínfimos y la mayor parte en negro, en el límite de la línea de pobreza, ha sido sostenida a rajatabla por Kirchner. Esa política, al igual que la de los salarios totalmente en negro es un robo al salario diferido, el que el trabajador percibe como aguinaldo, obra social y jubilación, etc. Esto es lo que Kirchner, con la complicidad de los jerarcas sindicales, han defendido a rajatabla contra las huelgas docentes. Los jerarcas sindicales traidores y conciliadores hace tiempo que renegaron de la huelga como forma de lucha. Confiados en sus apoyos, el presidente y los gobernadores actuaron como “capataces de estancia”: Kirchner militarizó Santa Cruz, y Sobisch, Sancho y Cócaro empujaron el matonaje contra los docentes. La pulseada En medio del estallido de los precios, los docentes emprendieron el camino de huelgas duras y prolongadas. Demostraron la justeza de su reclamo: un salario básico de acuerdo a la canasta familiar, y afirmaron el derecho de huelga. Sumaron a la lucha a los…

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