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06 de May de 2020

Un informe de la Organización Internacional del Trabajo

1.500 millones de personas pueden perder el empleo

Según un informe del Observatorio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) “Unos 1.500 millones de personas, casi la mitad de la fuerza de trabajo formal en el mundo, podrían perder sus trabajos debido a la crisis provocada por el coronavirus”.

Esta es una de las expresiones más brutales de la crisis del sistema capitalista de la que hablamos en la Hora Política del número anterior. El informe de la OIT, del 29 de abril (El COVID-19 y el mundo del trabajo. Tercera edición), afirma también que ésta es la “peor crisis desde la Segunda Guerra Mundial”.

Este es el tercer informe del organismo desde que comenzó la crisis del covid19 y prevé que en el segundo trimestre, debido a los confinamientos y otras medidas para frenar el contagio del coronavirus, se pierdan un 10,5% de las horas de trabajo en el planeta, equivalentes a 305 millones de empleos a tiempo completo (a principios de este mes la previsión había sido de 195 millones).

Como era de esperarse, estas tremendas cifras de desempleo se multiplican en la llamada “economía informal”. La OIT afirma que en el mundo hay 3.300 millones de trabajadoras y trabajadores. De esta cifra, cerca de 2.000 millones son trabajadores precarios, tercerizados, de la economía popular, en negro, etc. La OIT estima que 1.300 millones de esos trabajadores, “corren peligro inminente de ver desaparecer sus fuentes de sustento”.

En esta situación es que cobra cabal sentido la propuesta hecha en nuestro país de un impuesto a las grandes fortunas, a la que han aportado nuestros compañeros diputados Juan Carlos Alderete y Verónica Caliva, y que será presentado por el Frente de Todos.

Por eso, en nuestro país y en el mundo, este Primero de Mayo en medio de la pandemia, el reclamo fundamental de las y los trabajadores, en resguardo de su salud y su fuente de trabajo, es poner en discusión quién paga esta fenomenal crisis. Los estados de los grandes monopolios, terratenientes, banqueros, etc., no tienen otra propuesta que destruir millones de puestos de trabajo, al tiempo que inyectan miles de millones de dólares para salvar a los bancos y los grandes monopolios imperialistas.

Hoy N° 1813 06/05/2020