Ardura comienza haciendo un ba-lance de las paritarias: “Los petroleros y visitadores médicos estuvieron por arriba del conjunto, superando el 30% de aumento. Pocos gremios más superaron el 25, entre ellos alimentación, camioneros. El grueso arregló entre el 22 y el 25%. Desde el punto de vista del tope que le puso el gobierno a Uatre, cuando de una paritaria del 35,7% le laudó en el 25%, globalmente no superamos el tope que el gobierno puso para los privados. Si uno mira el tope del 18% a rajatabla para los estatales, tuvo que aflojar un poco. También hay que tener en cuenta que las patronales arrancaron con las cifras del Indec, ofreciendo 13, 14%.
“En el medio ha habido una gran lucha, la del Ingenio Tabacal en Salta, que es emblemática por varias razones. Primero porque fue contra un gran monopolio. Es una lucha como fue la de Kraft en su momento. Están los despidos, está la lucha salarial, se responde con despidos para parar la lucha salarial, y la represión desató un movimiento de los pueblos de alrededor que hizo que se pudiera derrotar a la policía de Urtubey y a la gendarmería. Este es un hecho político grueso. Muestra cómo es el momento, en el que a casi todas las luchas se les responde con represión. La orden de golpear en Tartagal, la de hoy en Chaco, o la de Panamericana, o la que hubo en su momento en Santa Cruz, es aplicar el ajuste con palos, si se les va de las manos”.
Ajuste y palos
“Este segundo semestre había una pregunta –dice Ardura-, ¿el gobierno iba a aflojar algún punto del cinturón del ajuste? Los gobernadores estaban esperanzados en que hubiera un afloje después que pagara el Boden 2012. La presidenta los reunió y les dijo ‘vamos al ajuste hasta fin de año. Tengo que pagar otra parte de deuda externa. Abrimos la canilla el año que viene’. Es decir, ajuste y palos para seguir juntando el montoncito, con la esperanza que el valor de la soja siga alto.
“Esto tensó todas las luchas nuevamente. Los gremios traidores se quedaron sin margen. Un ejemplo fue la provincia de Buenos Aires, donde se sumaron hasta los gremios oficialistas, por las contradicciones entre el gobierno nacional y Scioli. Esto pasa también en Santa Cruz, en Córdoba, en todos lados. En la medida que los gobernadores avanzan con el ajuste, algunos forcejeando con el gobierno nacional, otros agachándose aún más, descargan para abajo. Los frentes que se arman son amplios, y las luchas son muy potentes. Es muy significativo lo del Tabacal, porque triunfó. No sólo en la lucha salarial y en la reincorporación de los despedidos contra un monopolio yanqui, sino que derrotó la represión. Con un camino que es el de la multisectorialidad de los trabajadores con todos los sectores populares. Esto no es un tema más.
El paro del 11 de octubre
“En este marco estamos trabajando para el paro nacional que impulsamos con la CTA, es la iniciativa que se corresponde a este momento político. Hubiéramos querido que saliera un poco antes, en septiembre. Pero el gobierno se encarga todos los días de enredarle los piolines a la CGT de Moyano, a la CTA Micheli, a la CCC , etc. Generan contradicciones: si no es alrededor del almuerzo de Federación Agraria, es alrededor del frente devaluacionista, etc. La articulación es trabajosa, pero va para adelante. Lo está mostrando esta preparación del paro nacional del 11 de octubre, que va a tener una enorme potencialidad. Va a ser un salto en calidad con relación al 8 de junio y al 27 de junio, porque orgánicamente se incorporan, hasta ahora, la FUA, la Federación Agraria y la Federación Nacional Campesina. No es una unidad así nomás, es con un programa integrador frente a la crisis y el ajuste.
“Esto nos obliga a resolver programáticamente problemas muy complejos. Los reclamos obreros más o menos están claros: salario mínimo vital y móvil de $5.000, en camino al salario igual a la canasta familiar, o en camino para pelear en convenios los $6.800. Sacar el impuesto a los salarios, el salario familiar, el pase a planta permanente son puntos en común con la CGT. Es decir que hay una cantidad de puntos obreros comunes.
“Pero cuando incorporás a Federación Agraria, te obliga a discutir puntos programáticos. La Federación Agraria rechazó participar del Consejo del Salario, un hecho muy positivo para una organización patronal, aunque sea de pequeños y medianos. A la vez se sumó al reclamo de $5.000 de salario mínimo, vital y móvil, en medio de una interna feroz, porque van a Congreso a fin de septiembre. ¿Cómo van a hacer los pequeños y medianos productores para pagar ese salario si no hay un cambio del sistema impositivo? Que se grave a los monopolios de cada rama, que se grave a los que más tienen, que haya retenciones diferenciales para los pequeños y medianos. Es decir, que esta unidad nos obliga a levantar programáticamente otras banderas, que permita resolver esa contradicción de un pequeño o mediano productor que dice ‘Acuerdo que mis obreros ganen un salario digno, pero ¿cómo lo pago si no tengo créditos blandos, si me siguen sacando el 35% igual que a los pules, los monopolios, los terratenientes y los exportadores? Imposible’.
“Se nos dice ‘guarda que se viene el frente devaluacionista’, lo que obliga a este frente a decirle no a la inflación a fondo, y proponer medidas: reforma monetaria, control de precios, etc. Y no a la devaluación ¿con qué medidas? Nacionalización del comercio exterior, IAPI, etc.
Esta discusión va a ser un instrumento grande de preparación del paro. A la vez, al hacerse un 11 de octubre, último día de libertad de los pueblos originarios, en un momento en que están siendo atacados brutalmente por el gobierno, con las reformas que pretende hacer al Código Civil, el incumplimiento de la ley 21.660, y los muertos que tenemos en la lucha por la tierra, nos obliga a todos a poder confluir. Es un salto en calidad que el movimiento obrero, el movimiento campesinos se junten con el movimiento de naciones y pueblos originarios en una misma jornada de lucha. Y el movimiento estudiantil.
“Sabemos que no va a ser fácil sumar a la CGT Moyano. Como diría el propio Moyano, todo requiere de pasos. Y cuando uno quiere caminar, del otro lado tenés al gobierno que pone piedras para que en vez de caminar juntos, te separes”.
350.000 despidos
El coordinador de la CCC describe esta oleada de la crisis: “Ya ha generado 350.000 despidos. Nos vamos acercando a la situación del 2009. Por la crisis y el enfriamiento en que nos metió el ajuste. Como en la oleada del 2009, lo primero que cae es lo que está en negro, precarizado, tercerizado. Pero también crecen las suspensiones en los sectores en blanco, con muchos menos Repro por parte del gobierno para las empresas. El ajuste llegó a los Repro. Esto nos obliga a plantear en el programa una ley de emergencia que pare los despidos y las suspensiones, no sólo la lucha salarial, la reapertura de paritarias, y lo que hablábamos antes. Hay ramas industriales enteras afectadas por estos despidos, suspensiones, eliminación de horas extras sábados y domingos, etc. No es la situación del 2009, todavía, pero va en ese camino. Pero hay 2.500.000 de trabajadores calificados muy enojados con el gobierno, al que muchos votaron.
“El gobierno tiene muchos problemas, no es que está caminando tranquilo. Tiene que hacer ajuste y reprimir, y la represión golpea en todos los sectores progresistas, aunque se tapen los oídos y cierren los ojos. La propia CGT Balcarce tiene un problema: Barrionuevo dice ‘si este gobierno dejara de robar 30 segundos…’, está indicando cuán ladrón es este gobierno. Barrionuevo pega la espantada porque no le aceptan el triunvirato. Si no van los 35 gremios de la CGT Azul y Blanca, la CGT Balcarce se debilita en el forcejeo con Moyano. Caló –fruto de las contradicciones con Paolo Rocca o de otras contradicciones- no está siendo el candidato con más fuerza. Lo más probable es que se caiga. Si se cae Caló, los gordos no quieren al “Barba” Gutiérrez, aceptarían de mala gana a Gdansky. Pignanelli es muy kirchnerista pero muy cercano a los alemanes de Volkswagen y Mercedes Benz. Están buscando uno más afín. Se habla que el candidato lo pondrían los gordos: Héctor Daer, el de Sanidad.
“Tienen problemas. No devuelven los 13 mil millones de pesos a las obras sociales, la nueva interventora del APE ha dicho que eso es pasado y no se habla más. Sólo a Comercio le deben $1.500 millones. El gobierno no quiere hablar del mínimo no imponible hasta después de fin de año, con lo que se pretende quedar con el medio aguinaldo de diciembre. Al final, ¿qué le va a quedar al gobierno? los que traicionaron a Moyano y los gordos. El 3 de octubre se supone que la CGT Balcarce tiene el Congreso, y no tiene secretario general. Y el gobierno necesita, para aplicar el ajuste, a esa CGT aplaudiéndolo.
“Entre las cámaras patronales hay discusiones. Se pusieron de acuerdo en tirar los salarios para abajo, pero no acuerdan en cómo seguir para adelante. Está no sólo el portazo de Rocca, hay otras discusiones. La presidenta dice “vamos para adelante”, todos los patrones dicen “vamos para adelante, señora presidenta”, pero uno los ve actuar, y todos han puesto los frenos, previendo un Rodrigazo, un desboque de la inflación. Se preparan para lo peor.”
