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02 de November de 2011


1º Jornada Patagónica de Abogacía Social

Hoy 1393 / Es posible poner la profesión al servicio del pueblo

El 13 de octubre en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional del Comahue se llevó a cabo la 1° Jornada Patagónica de Abogacía Social en la que diez abogados y abogadas expusimos experiencias concretas de trabajo jurídico con organizaciones sociales.
La actividad fue impulsada desde el Equipo Patagónico de Abogados y Abogadas en Derechos Humanos y Estudios Sociales (Epadhes) y  co-organizado por La Corriente (CEPA) de esa facultad.

 

El 13 de octubre en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional del Comahue se llevó a cabo la 1° Jornada Patagónica de Abogacía Social en la que diez abogados y abogadas expusimos experiencias concretas de trabajo jurídico con organizaciones sociales.
La actividad fue impulsada desde el Equipo Patagónico de Abogados y Abogadas en Derechos Humanos y Estudios Sociales (Epadhes) y  co-organizado por La Corriente (CEPA) de esa facultad.

 

¿Qué es el Epadhes?
El Epadhes es un espacio del que participamos unos quince profesionales del derecho que trabajamos con organizaciones sociales, sindicales, de derechos humanos, indígenas o que simplemente intervenimos jurídicamente en casos de interés público en los que están en juego intereses populares.
Tenemos establecido un recorte geográfico que abarca la Patagonia norte (provincias de Neuquén, Río Negro y norte de Chubut) y estamos actuando en las ciudades de Neuquén, Chos Malal, Cipolletti, Gral. Roca, Viedma, Bariloche, Trelew y Puerto Madryn.
Es un espacio heterogéneo en el que se expresan diversas corrientes de pensamientos pero que nos une la idea de la necesidad de poner nuestra profesión al servicio del pueblo. Entendemos que la abogacía tal y como ha sido concebida y como se enseña en las universidades está direccionada para defender a los sectores dominantes y que su formación responde a esa premisa. Sin embargo, la práctica jurídica de muchos abogados y abogadas viene demostrando que existen herramientas en el ordenamiento jurídico que pueden ser utilizadas para defender a los sectores populares y que pueden servir para potenciar luchas concretas.
Asimismo entendimos que este tipo de ejercicio profesional es, normalmente, un ejercicio solitario, mal remunerado, mal visto, y carente de formación específica y en el espíritu de revertir esa situación nos encontramos y nos agrupamos. Por esto, desde el año 2007 venimos aunando los esfuerzos por generar mejores condiciones en este tipo de ejercicio profesional que principalmente redunde en un beneficio directo a esos sectores populares.
 
 

La jornada
La jornada fue dirigida centralmente a los estudiantes universitarios de la carrera de Abogacía o a jóvenes graduados y tuvo como eje central el siguiente interrogante: ¿Puede la abogacía contribuir a las luchas populares?
Cada ponencia fue atravesada por este debate mostrando mediante un caso concreto cómo es la experiencia de trabajar en el asesoramiento de una organización social.
Las exposiciones fueron agrupadas en tres paneles: el primero abarcó la violencia policial y los llamados DESC (derechos económicos, sociales y culturales) a través del análisis del trabajo jurídico en la lucha social del pueblo de Bariloche por los asesinatos policiales de 2010, el acompañamiento jurídico por la emergencia habitacional de la misma ciudad y el proceso de lucha vecinal por la recuperación del centro de salud La Dignidad del barrio Constitución de la ciudad de Trelew. El segundo panel concentró el trabajo con las comunidades indígenas (centralmente del pueblo mapuche) en la defensa del ejercicio de sus derechos colectivos y se trataron los casos de la Comunidad Paichil Antriao (Villa la Angostura), Tacul Cheuque (Bariloche) y el despojo forestal andino y la Comunidad José Manuel Pichun (Río Negro). Por último, el tercer panel contó con el análisis del trabajo jurídico en una organización campesina, los debates sobre el rol del abogado en las organizaciones y los beneficios del trabajo jurídico en equipo. Cada panel fue seguido de un tiempo prolongado de debate que fue pensado como espacio central para profundizar en el concepto de abogacía social.
La jornada contó con la declaración de interés académico de la facultad por resolución de su Consejo Directivo y una gran convocatoria, ya que concurrieron más de 160 estudiantes inscriptos que demostraron un gran interés por este campo de acción que, según ellos, era omitido en su formación académica de la carrera.
 
 

La abogacía social como especialidad
Entre los objetivos está el de poner en discusión la formación académica de los planes de estudio de las carreras de abogacía y mostrar que existe este costado social del ejercicio profesional de la abogacía. La abogacía social como una nueva especialidad que tiene como destinatarias a las organizaciones (de mayor o menor grado de institucionalización) que pelean por los intereses populares. Así como existe el derecho empresarial, entendido como aquel que tiene como actor principal a las empresas, debe instalarse esta nueva especialidad que abarca distintas ramas del derecho. Esto así, ya que este abogado debe prepararse en el campo del derecho civil, del derecho penal, del derecho procesal y hasta constitucional, ya que las necesidades de las organizaciones son tan diversas que requieren una formación diversificada. De modo que debemos saber que nuestra tarea no se acaba en el ámbito judicial sino que lo jurídico es mucho más amplio.
Debemos conocer el sistema jurídico argentino en profundidad porque contiene contradicciones que pueden ser aprovechadas y herramientas útiles que el pueblo ha conquistado con la lucha. Pero debemos saber también que el campo judicial no es el campo más cómodo para las organizaciones, pero en los procesos de lucha no siempre las reglas las ponemos nosotros y un abogado puede ser de gran utilidad.
Todavía hay mucho por reflexionar: ¿Cuál es el papel que debe tener el abogado en la organización que asesora?; ¿Cuál es el aporte del abogado en ese sentido?; ¿Quién dirige y toma las decisiones?; ¿Lo jurídico es determinante o la política al mando y lo jurídico se subordina?, etc.
Está abierto el debate. Efectivamente el derecho es una herramienta de dominación, las leyes no son inocentes y se establecen en procesos históricos determinados, pero en el camino de la liberación de nuestro pueblo podemos ofrecer nuestros conocimientos intelectuales y la técnica jurídica aprendida para favorecer ese proceso o podemos seguir ensanchando el número de abogados que son funcionales a este sistema. Muchos ya hemos elegido y estamos convencidos que hay muchos más por ganar en el camino.