El viernes 3 de julio, la CONADU Histórica convoca a una Jornada Nacional de Protesta. Con apagones virtuales, actividades de difusión y con las modalidades que cada Asociación de Base resuelva.
Así lo resolvió por unanimidad el Plenario de Secretarías Generales de la Federación, que sesionó el pasado viernes 26 de junio, con la presencia de 24 gremios de base.
La medida de protesta obedece al descontento de la docencia universitaria y preuniversitaria argentina, que desde hace más de tres meses estamos sosteniendo el trabajo docente de manera remota desde nuestros hogares, conteniendo a más de 1,7 millones de estudiantes. Tarea que venimos realizando sin apoyo económico ni tecnológico de las y los rectores de las Universidades Nacionales ni del gobierno nacional.
La situación de aislamiento social en nuestros hogares, la falta de espacios adecuados, los deficientes recursos tecnológicos o el tener que compartirlos con el grupo familiar, dificultan el dictado de clases a las y los estudiantes (que también padecen las mismas complicaciones de la virtualización). La consecuencia inmediata es el sobretrabajo, lo que se suma a la ausencia de reconocimiento de nuestra tarea, debido a que seguimos subsidiando con nuestros sueldos el cursado y los exámenes a lo largo de todo el cuatrimestre.
Asimismo, venimos de soportar en el primer tramo de la paritaria salarial 2020 un recorte a la cláusula gatillo que nos correspondía cobrar según el acuerdo del año pasado, quedando nuestros ingresos muy por debajo de la inflación acumulada. Situación agravada por el reciente decreto del Presidente Fernández que habilita el pago fraccionado al medio aguinaldo al personal del Estado, incluidas las Universidades Nacionales, medida rechazada por nuestra Federación y la gran mayoría del arco sindical.
Hemos solicitado al Ministro de Educación Nicolás Trotta, al Secretario de Políticas Universitarias Jaime Perczyk y al CIN a través de su Presidenta María Delfina Veiravé la urgente convocatoria a la Mesa de Negociación Salarial para discutir una verdadera recomposición salarial que revierta esta creciente pérdida del poder adquisitivo de nuestros salarios. Hasta el momento seguimos sin respuestas.
En resumen: las condiciones mínimas de trabajo están violentadas y no hay reconocimiento de las Universidades Nacionales ni del gobierno nacional de la situación laboral y salarial ni del esfuerzo realizado.
Por otro lado, el presupuesto universitario asignado (prorrogado del año 2019) resulta una disponibilidad de fondos de un 50% menos que el año pasado. Lo cual se traduce en mayor ajuste a las Universidades Nacionales, no sólo para funcionamiento y sostén de las actividades pilares (docencia, investigación, extensión), sino que afecta las partidas destinadas a infraestructura, becas estudiantiles y salarios de sus trabajadores y trabajadoras. Es imprescindible asignar partidas presupuestarias de emergencia mínimas para la cobertura de cargos ante el exceso de trabajo generado y atender las necesidades de conectividad y herramientas tecnológicas a proveer para docentes y estudiantes, el reintegro de gastos ocasionados, becas de conectividad y resolver las urgencias económicas de los estudiantes con situaciones económicas críticas al no funcionar los comedores universitarios, entre otras cuestiones.
Sostenemos que No es éste el camino. Con este tipo de medidas se descarga la crisis sobre los trabajadores/as y el pueblo, cuando deberían ser los grupos económicos que se han enriquecido con las políticas neoliberales de los últimos años, en particular con el gobierno de Macri, quienes hagan el mayor esfuerzo. En este sentido, reiteramos la necesidad de legislar de manera urgente, sobre un impuesto que grave a las grandes fortunas, la expropiación plena de Vicentin y la suspensión del pago de la deuda externa y su investigación. Acciones de este tipo no se pueden seguir dilatando, mientras se castiga a la clase trabajadora con políticas que generan amplio rechazo.
Por todo lo expuesto, el Plenario se pronunció unánimemente contra el desdoblamiento del pago del medio aguinaldo, en defensa de los salarios y por la inmediata convocatoria a la paritaria 2020. Por mejores condiciones de trabajo docente, por el reintegro de gastos y por inmediato refuerzo del presupuesto universitario.
La Jornada de protesta se realizará el viernes 3 de julio con las modalidades y actividades que cada Asociación de Base resuelva en su respectiva Universidad.