A partir de que fue avanzando la pandemia y con las resoluciones justas del Gobierno Nacional de la cuarentena, empezamos a debatir de que no es lo mismo quedarse en casa para los que no cumplen con las condiciones básicas. Fuimos planteando de cómo empezar a organizarnos por barrio para poder enfrentar la pandemia y también el hambre y la necesidad que pasan las barriadas populares de la región. Entendiendo que la principal contradicción que está en discusión es entre los que se ponen a la cabeza de trabajar contra el virus y los que no. Hemos planteado en debate a la comunidad de que no es tiempo de mezquindades políticas, o personalismos, que es necesario la unidad del pueblo para poder enfrentar al coronavirus. Poner el centro ahí nos permitió avanzar y no quedar paralizados o fiscalizando; todo desde la imposición del trabajo.
Ya veníamos de un debate, principalmente en el cuerpo de delegados de la CCC, de cómo ser dirección del barrio y no solo de la organización. Primero, como no se podían juntar a las personas por el contagio, la primera medida que tomamos fue transformar de como venían funcionando los talleres de costura, manualidades, carpintería, repostería, etc., en mini talleres de 2 personas de realización principalmente de jabón líquido (hecho con bicarbonato y jabón blanco) y en la confección de barbijos.
También se fueron sumando distintas localidades como en Pigue (Saavedra), Buratovich, Ascasubi, Tres Arroyos (donde la FNC llego a distintos comedores con donaciones de verduras), Puan y Punta Alta.
Un hecho muy importante fue que, a iniciativa de la juventud, se consiguieron donaciones de Unipar (empresa del Polo), de lavandina concentrada, donde ya repartimos junto al Sindicato de Fleteros (CGT), la Unite y el Mus, 7 mil litros a alrededor de 5 mil familias distribuidas en 21 barrios de Bahía, echo de gran repercusión mediática y donde nos vamos ganando el corazón de los vecinos.
También decimos que se merecen un gran aplauso las compañeras que mantienen los merenderos que ahora se van transformando en comedores ante esta difícil situación y las que se arriesgan saliendo para hacer los bolsones para que le llegue alimento a cada familia. Es justa la posición del MIJP regional de que para cuidar a los mayores tienen que abrir todos los bancos privados (no solo 2) para poder cobrar las jubilaciones y también las asistencias sociales, así evitaríamos las colas, es equivocado echarle la culpa a nuestros viejos.
Integramos el Comité de Crisis
A medida que nos fuimos moviendo planteamos la necesidad de un Comité de Crisis en la ciudad, el Municipio (Juntos por el Cambio) lo convocó y llamó a Caritas, Iglesia evangelista, Pami, Bloque Frente de Todos del HCD, UNS, CGT y la CCC. Donde fuimos planteando todas las necesidades que hay, e iniciativas para poder realizar. La principal discusión es el presupuesto (insuficiente) que se destina para los barrios populares. Hemos planteado que le puedan comprar a los pequeños productores de la FNC de Villarino (están a 130km) para abastecer a los comedores de la ciudad y también que se abran las escuelas o centros de jubilados para poder cocinar desde allí, entendiendo que es una lucha larga (no pasajera), apoyarse en las organizaciones que ya existen (clubes, sociedad de fomentos, centros de jubilados, organizaciones sociales, etc.), y no como vemos en algunos lugares de la provincia que vuelcan al ejército a la calle, como decía el dicho “Hay que amasar con la harina que se tiene”, el pueblo y las organizaciones que lo componen tienen voluntad y la voluntad organiza. Lo único que demostró con las fuerzas de seguridad en la calle es más represión y un camino que no ayuda en el medio de que también hay una crisis alimentaria con 40% de pobreza que nos dejó el gobierno de Macri y que también es un caldo de cultivo mezclado con la pandemia. Por eso es muy bueno para el debate público de donde esta concentrada la plata en la Argentina el proyecto de ley de nuestros diputados del impuesto a las grandes fortunas.
Otra cosa que se acordó es hacer mini comités por delegación para llegar a todos los barrios.
Lo que nos deja la pandemia es que nos tenemos que empezar a organizar de otra manera, hay que cambiar, porque es sobre la base de que no se puede hacer grandes juntadas, pero lo que no debemos hacer como comunistas revolucionarios que intentamos ser, es paralizarnos, nuestro pueblo está sufriendo y tenemos que ser motor cada uno aportando desde donde pueda aportar. Teniendo paciencia y debatiendo con el que esta paralizado, entre todos y todas podemos ganarle a este virus y avanzar.
Escribe Cesar García, secretario del PCR regional
Hoy N° 1810 15/04/2020
