El 27 de mayo de 1874, la Cámara de Diputados de la Provincia de Santa Fe recibió un mensaje del entonces gobernador, Servando Bayo y del ministro de Gobierno, Melquíades Salva, donde se destacaba que “ni los poderes colegisladores, ni poder alguno de la tierra, tiene el derecho de enajenar el porvenir de los pueblos, por concesiones gratuitas, ni nadie tampoco puede tener derechos irrevocablemente adquiridos, contra las leyes de orden público, entrando en esa categoría las emisiones de los bancos, en la forma que se encuentran establecidos entre nosotros”.
El primero de septiembre de 1874, el Banco Provincial de Santa Fe abrió sus puertas por la decisión política del mencionado gobernador, Servando Bayo. Ese día, el diario La Capital, de la ciudad de Rosario, escribió: “El Banco Provincial viene a cambiar la faz de este pueblo. Viene a dar impulso a todos los ramos de la riqueza pública. Viene a poner término a todas las explotaciones usurarias, que estorbaron el engrandecimiento y la prosperidad del Rosario. Viene a secundar los esfuerzos de los hombres honrados y laboriosos que aspiran el bien general. El acontecimiento de este día es tan grande o más grande para nosotros, que pudiera serlo la inauguración de un ferrocarril de esta ciudad a la de Santa Fe. Seis meses bastan y el Rosario será comercialmente el doble de lo que es hoy. Felicitamos al pueblo, a los proponentes y al gobierno, por el acontecimiento de este día, que abre para el pueblo santafesino anchos horizontes de progreso, de bienestar general y prosperidad para todos los ramos del comercio y de la industria”.
145 años después, “el Banco Santa Fe es la entidad financiera más importante de la provincia de Santa Fe y cuenta con la mayor cobertura territorial, que alcanza al 96 por ciento de los habitantes del distrito. Es un banco comercial de capital nacional y de carácter regional. Junto con Banco San Juan SA, Banco de Santa Cruz SA y el Nuevo Banco de Entre Ríos SA conforma el Grupo Banco San Juan, que se ubica entre las 10 principales entidades del Sistema Financiero Argentino. Cada uno de estos bancos son agentes financieros de sus respectivas provincias de origen, donde lideran en depósitos y préstamos del sector privado, y mantienen su calificación para endeudamiento de corto plazo en A1 (arg) y para largo plazo en AA-(arg) por su favorable desempeño, reflejado en su capacidad de generación de utilidades, elevada liquidez y la muy buena calidad de su cartera”, dice la página oficial del Nuevo Banco de Santa Fe en 2019.
Según el último balance, el Nuevo Banco de Santa Fe, gracias al manejo de las cuentas públicas, facturó 15.698 millones de pesos en 2018. A razón de 30.281 pesos por minuto. Un fenomenal volumen de dinero que lo ubicó en el puesto 130 entre las mil empresas que más venden en la Argentina crepuscular del macrismo.
Y ganó 2.391 millones de pesos anuales, nada menos que 6,6 millones de pesos diarios de utilidad neta.
Ese es el dinero que el Estado santafesino le garantiza a los privados.
¿Por qué debe ser eternamente así?
Ni el mundo, ni la Argentina, ni la provincia de Santa Fe de 2019 tienen puntos comparables a la realidad histórica de 1874.
Pero en el principio filosófico, político y económico de aquel origen del Banco Provincial está la necesidad de profundizar la democracia a favor de las grandes mayorías santafesinas.
La vigencia de la llamada ley de entidades financieras de 1977, piedra angular del poder de los bancos en la Argentina del último medio siglo, exhibe los límites de la democracia.
La defensa del Banco como sinónimo de defensa de la industria y el comercio de Santa Fe es una postal que debe oponerse al cierre permanente de ambas actividades en los últimos años.
Es preciso poner en funcionamiento el principal insumo básico del trabajo político: valentía.
No se trata de un tema financiero, ni tampoco económico, sino fundamentalmente político y filosófico.
El drama de la desigualdad en una provincia rica como es Santa Fe no puede resultar indiferente ante el crecimiento vertiginoso de la facturación y las ganancias que tiene el banco privado que explota los servicios financieros oficiales.
Basta de pensar y obrar según los mandatos de los mercados. Es hora de pensar y obrar según las necesidades de una democracia que no termina de hacer pie en distintos niveles de la realidad. Es urgente ir al encuentro del pueblo de Santa Fe para que apoye la imprescindible recuperación del Banco Provincial de Santa Fe.
Mercedes Meier, Carlos del Frade. Diputados provinciales del Frente Social y Popular.
Hoy N° 1781 04/09/2019